lunes, julio 30, 2012

Futuro inflable

El escudo IRVE-3 supera con éxito su primer vuelo supersónico a través de la atmósfera terrestre.

Es la parte más vital en todo vehículo espacial que pretenda regresar a La Tierra o aterrizar en otros mundos con atmósfera, como Marte, Venus o Titán...la combinación entre la fricción del aire y las altas velocidades se transforma en un calor extremo, de varios miles de grados Centígrados, que destruiría rápidamente una nave que carecíera de protección o, como desgraciadamente le pasó al Columbia, sufriera un fallo fatal en esta. En cualquiera de sus formas los escudos térmicos representan la fina línea que separa la supervivencia del desastre, y por ello, especialmente en los módulos de aterrizaje o rovers destinados a posarse en Marte (como, esperemos, haga Curiosity dentro de pocos días) es una pieza vital...y que representa por ello una parte importante de su masa.

¿Se podrían desarrollar escudos más ligeros, que ocuparan menos espacio y representaran una carga menor? Algo así facilitaría este tipo de misiones, al necesitar menos impulso para alcanzar su objetivo o, si así se considera oportuno, aprovechar dicho ahorro para introducir más instrumental..

Esta es la idea del IRVE-3 (Inflatable Reentry Vehicle Experiment), un escudo que lejos de la rigidez de los actuales pudiera viajar comprimido y ser expandido en el momento oportuno...es decir, ni más ni menos que un escudo inflable. Puede parecer un concepto extraño pero la NASA lo considera como una sería opción de futuro, tanto para vehículos orbitales como para sondas planetarias. 

Y una muestra de ello es el test realizado el paso 23 de Julio, cuando el IRVE-3 afrontó su primera prueba de vuelo real a través de la atmósfera...lanzado desde el Wallops Flight Facility, se separó del cohete seis minutos después a unos 450 Kilómetros de altura sobre el Atlántico, iniciando en ese momento un viaje a velocidades supersónicas (12,231 km/h), todo ello monitorizado por cuatro cámaras instaladas a bordo y otros instrumentos.

IRVE-3, un cono formados por anillos de alta tecnología y cubiertos por una manta térmica conformada por capas de materiales resistentes al calor, cumplió lo que se esperaba de el y, mediante la inyección de Nitrógeno, se expandió hasta adquirir su forma final, una especie de seta de tres metros de diámetro, afrontando así la dura prueba que representaba aguantar las tremendas presiones y temperaturas durante la entrada en la atmósfera. Una prueba que superó con éxito.

"Es genial ver que los resultados iniciales indican que tuvimos una prueba exitosa del IRVE-3. Este vuelo de demostración sigue un largo camino para valorar estas tecnologías para servir como escudos térmicos para misiones espaciales futuras", explicó James Reuther, director del NASA’s Space Technology Program.

Algún día esta clase de sistemas de protección podrían ser utilizados en vehículos de transporte que, desde la ISS, regresen a La Tierra, y, en versiones de mayor tamaño, para futuros vehículos interplanetarios con vistas a Marte, incluidas las misiones tripuladas que, algún día, puedan finalmente dirigirse hacia el planeta rojo.

IRVE-3, el escudo inflable.

Una recreacción informática del lanzamiento del pasado 23 de Julio y la posterior entrada atmosférica del IRVE-3. Algún día, quizás, será de esta forma como futuras exploradoras de Marte y otros mundos se protegerán durante esta fase crítica.

3 comentarios:

  1. Hola
    Una pregunta, ¿cual sería la masa de un escudo "clásico" del mismo tamaño que el IRVE-3 ? Lo digo para saber la reducción de peso, aunque imagino que será enorme.

    Por cierto, un gran blog, te leo siempre que puedo. Saludos !!!

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  2. No hay datos concretos de momento, aunque lo que si es seguro que la reducción de volumen y masa es drástico, si se tiene en cuenta que esta construido a base de una serie de telas (Nextel) y fibras(Pyrogel) capaces de soportar altas temperaturas.

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  3. ¡¡¡Pero si son clavadas a las naves de los Heechees!!!

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