martes, julio 10, 2012

Ecos galácticos

¿Está la Vía Láctea aún vibrando, como una campana, por la antigua colisión?

Para nuestra percepción del tiempo 100 millones de años es una eternidad, pero a escala cósmica representa poco más que un breve momento, tanto que  las consecuencias de un acontecimiento lo suficientemente amplio y poderoso pueden seguir siendo visibles, como las ondas que genera una piedra al caer en un tranquilo estanque o la vibración de una campana trás recibir un fuerte golpe, que perduran, aunque sea durante unos pocos segundos, a aquello que las originó...solo que entre las estrellas esos dichos segundos se miden en millones de años..

¿Y si en lugar de ese imaginario lago ponemos a la Vía Láctea, y en lugar de un piedra imaginamos a una pequeña galaxia precipitándose sobre ella? El resultado sería parecido pero a escalas temporales mucho mayores, generándose ondas que hoy día, millones de años después, seguirían siendo visibles como un lejano eco que aún no tuvo tiempo de extiguirse por completo.

Esto es lo que, precisamente, lo que muchos astrónomos imaginan que pudo pasar hace unos 100 millones de años, y que explicaría uno de los misterios que han surgido a medida que hemos ampliado la cantidad de estrellas catalogadas, especialemente en nuestra vecindad: La anómala distribución de estas por encima y debajo del ecuador galáctico:"Claramente observamos diferencias inesperadas en la distribución estelar de la Vía Láctea, y que tienen la apariencia de una onda vertical — algo que nadie ha visto antes", explica Larry Widrow, profesor de la Queen’s University en Canada, que considera esto como una "evidencia de que nuestra vía láctea tuvo un encuentro con una galaxia pequeña o la estructura de la materia oscura masiva, quizás tan recientemente como hace 100 millones de años".

Según Brian Yanny, del Fermi National Accelerator Laboratory en Batavia, Illinois,"nuestra región de la Vía Láctea está sonando como una campana, pero no hemos podido identificar el objeto celeste que pasa a través de ella. Podría haber sido una de las galaxias pequeñas satélites que se mueven alrededor del centro galáctico, o una estructura invisible, como un halo de materia oscura".

Algo así no resulta improbable...la Vía Láctea, como todas las de gran tamaño, tiene tendencias "caníbales", devorando a otras de menor tamaño, como es el caso de las 60 galaxias enanas conocidas que son satélites de la nuestra, De hecho algunas de ellas, como la de Sagitario, parece estar en pleno proceso de asimilación.

Evidentemente la idea de la colisión es una hipótesis que podría explicar de forma coherente un hecho medible, como es la anómala distribución estelar detectable en nuestra galaxia, al menos en la región donde se encuentra el Sol, aunque no necesariamente correcta, como recuerda Susan Gardner, de la Universidad de Kentucky:"La perturbación no tiene por qué haber sido un evento aislado en el pasado, e incluso puede ser permanente. Observaciones adicionales bien puede aclarar su origen".

¿Las ondas causadas por una antigua, pero reciente a escala cósmica, colisión galáctica, que aún hoy hace que la Vía Láctea vibre como una campana? O algo más permamente, cuyo origen se nos escapa?

La anomalía en la distribución de la masa galáctica, con una comparativa entre como se esperaba (Izquierda) y como es en realidad. ¿Consecuencia de la colisión con una pequeña galaxia enana u otro tipo de objeto?

Alrededor de la Vía Láctea se encuentran caminos de gas y estrellas que se consideran los restos de galaxias devoradas por la nuestra, por lo que la colisión como origen de la anomalía es posible.

Nuestra galaxia, como todas las de gran tamaño, tiene toda una "guardia de honor" que la rodea en forma de galaxias enanas. En este mapa podemos apreciar las de mayor tamaño, pero existen muchas más y otras que posiblemente no vemos, ocultas a nuestra vista por la propia Vía Láctea.

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