martes, abril 17, 2012

Estrella de fuego


El Sol sigue ofreciendo un recital de lo que una estrella en plena actividad puede generar. Y el ejemplo más reciente lo hemos tenido hace pocas horas, exactamente a las 17:45 GMT del pasado 16 de abril, cuando desde el horizonte solar se manifestó una espectacular llamarada solar, captada tanto desde el espacio por observatorios como el Solar Dynamics Observatory, STEREO-B y Spitzer (e incluso por Curiosity, actualmente en camino hacia Marte) como desde la superficie terrestre, incluyendo astrónomos aficionados de todo el mundo.

Aunque no fue la más potente registrada este año, y oficialmente está clasificada como de categoría M 1.7 (es decir, de nivel medio), su estilizada silueta, que permitía apreciar con detalle como el plasma, cuya temperatura se elevó hasta los 80.000 Grados Kelvin, se deslizaba por las lineas del campo magnético (y cuya retorcimiento y ruptura es el motor último de este tipo de erupciones), y su favorable situación, justo sobre el limbo solar, la convirtieron en una de las más espectaculares de los últimos años.

El punto de origen no estaba apuntando hacia La Tierra en ese momento, por lo que no hay peligro alguno de que la CME resultante (Eyección de materia coronal) afecte a nuestro planeta, aunque si lo hará con Venus y Marte, que se encuentran en su trayectoria. Sin embargo en los próximos días y fruto de la rotación solar dicha zona, quizás una nueva familia de manchas solares aún no observadas, aparecerá ante nosotros, y si sigue activa las próximas tormentas que genere si podrían alcanzarnos.

El Sol, cuya actividad sigue un ciclo de 11 años, se está aproximando al Máximo solar, que se calcula tendrá lugar a principios de 2013, y como resultado está viviendo una fase de extrema actividad que se traduce en la aparición de fenómenos tan energéticos y espectaculares como esta llamarada...motivo más que suficiente para que estemos manteniendo a nuestra estrella bajo constante vigilancia.

Una visión global del Sol en el momento de la aparición de esta llamarada solar. Si se tiene en cuenta que nuestra estrella tiene un diámetro de 1.392.000 Kilómetros la magnitud de esta erupción se aprecia en todo su esplendor.

La llamarada fue lo suficientemente espectacular para ser observada y fotografiada por diversos astrónomos aficionados, como es el caso de esta imagen, captada por Jim Lafferty desde Redlands, California.


La evolución prevista para esta tormenta solar o CME...La Tierra (punto amarillo) no queda dentro de su trayectoria, pero si Venus (Verde) y Marte (Rojo).

Un sencillo esquema del origen de las manchas solares y las erupciones a ellas asociadas, fruto de bucles magnéticos que cruzan la Fotoesfera (lo que nosotros vemos como zonas más oscuras y llamamos manchas), se van retorciendo sobre si mismos hasta que, finalmente, se rompen, momento en que liberan toda la energía acumulada en forma de plasma extremadamente caliente que sale proyectado hacia el espacio en forma de CMEs.

See how different types of solar flares stack up in this SPACE.com infographic.

La escala que se usa para medir su intensidad y como la ola de partículas se expanden a través des Sistema Solar.

Spectacular Solar Flare Erupts From the Sun

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