miércoles, diciembre 07, 2011

Calma antes del abismo

La Voyager 1 entra en una nueva región entre nuestro sistema solar y el espacio interestelar.

Es la creación humana que más lejos que se encuentra de nuestro planeta, un abismo de 18.000 millones de Kilómetros le separa de La Tierra...una distancia que tardó 35 años en recorrer y que le está llevando hasta la frontera misma de nuestro Sistema Solar, la invisible línea que separa la zona dominada por el flujo de partículas y radiación emitidos por el Sol del "exterior", el espacio interestelar que se abre más allá. No sabemos cuando la cruzará definitivamente, puede que ocurra dentro de algunos meses o quizás años, pero lo cierto es que este veterano viajero esta moviéndose por territorios completamente desconocidos para nosotros..

Y en este viaje de descubrimiento la Voyager 1 parece haber entrado en lo que se puede llamar una "zona de estancamiento", una región aparentemente intermedia entre la helioesfera y el espacio exterior donde el viento solar se ha calmado por completo, Las líneas del campo magnético se acumulan y las partículas de alta energía que llegan desde el Sol parecen estar escapando hacia el exterior...

La primera advertencia de algo había cambiado en el espacio alrededor de la Voyager 1 llegó en Abril de 2010, cuando los datos indicaron que la velocidad del viento solar se había reducido casi a cero...cosa que se confirmó este pasado verano cuando los técnicos hicieron que la sonda girara sobre si misma (en una maniobra que no se había realizado desde hace 20 años, cuando la sonda giro para apuntar hacia el Sol y sacar las históricas fotografías en familia de nuestro sistema planetario) para medir la velocidad desde otras direcciones, por si se había entrado en una zona de turbulencias. El resultado, pero, fué el mismo: La Voyager 1 se encontraba en una zona de calma casi total.

Por su lado las mediciones del magnetrómetro revelaron también cambios motables, en este caso una intensificación del campo magnético solar, como si sus líneas estuvieran siendo comprimidas por la presión llegada del exterior...igualmente el flujo de partículas energéticas llegadas desde el Sol, que hasta mediados de 2010 se había mantenido estable, empezó a declinar rapidamente, marcando valores que apenas eran la mitad de las registradas los últimos cindo años.

Finalmente la Voyager 1 detectó un ligero aumento de electrones de alta energía llegados desde las profundidades de la galaxia difundiéndose hacia el interior del Sistema Solar, otro indicio de que la frontera está cerca...

"Hemos encontrado que la velocidad del viento solar es muy baja e incluso se muestra errática, y por primera vez sopla incluso en dirección opuesta, hacia nosotros. Evidentemente estamos viajando por un territorio completamente nuevo. Algunos científicos habían sugerido previamente que podría existir una capa de estancamiento, pero que no estábamos seguros de que existía hasta ahora", explica Rob Decker,del Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory y miembro del equipo de las Voyagers.

La Voyager 1 aún se encuentra técnicamente dentro de la zona de influencia directa del Sol, la helioesfera, como indica el hecho de que la dirección de las líneas del campo magnético solar no han cambiado, pero posiblemente esta viviendo las últimas y emocionantes etapas antes de cruzar la frontera y entrar en el espacio interplanetario. Tal como explica Decker, al referirse a la Voyager 1 y los descubrimientos que está haciendo en los confines, "hay algo nuevo y sorprendente cada 6 a 12 meses, cosas que resultan dificiles de explicar. Esos descubrimientos inesperados son los que hacen que la exploración espacial sea tan divertida!".

Nada mal para una auténtica reliquia que lleva practicamente 35 años viajando y enviando datos a La Tierra, y que trás su corta aventura planetaria, durante la cual sobrevoló Júpiter y Saturno, ahora se dirige hacia las estrellas, lista para ser el primer enviado de la Humanidad en alcanzar el espacio interestelar.

La Voyager 1 y su instrumental...a la Izquierda vemos el RTG, el generador nuclear que suministra electricidad a los sistemas de la nave ademas de ayudar a mantenerlos a temperaturas soportables. Se espera que siga haciéndolo durante unos 10 años más. A la derecha su intrumental científico...la medición del viento solar se realiza utilizando el detector de partículas de baja energía, como substituto al de plasma, que quedó fuera de servicio en 1980 durante su paso cerca de Júpiter.

NASA's Voyager Hits New Region at Solar System Edge

5 comentarios:

  1. Anónimo7:37 p. m.

    Mi adorada alma solitaria de Badalona, en la lengua de Cervantes se dice línea (y para los que -desgraciadamente- no sabemos hablar otra cosa, línia chirría mucho). Me ha hecho gracia y he supuesto que sería catalán.

    ¡¡¡¡¡Gràcies!!!!!

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  2. No me dejáis pasar ni una XDDDD Son las cosas que tiene pensar en un idioma y escribir en otro.

    Arreglado.

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  3. Anónimo2:00 p. m.

    Es decir, cuando muera el generador la nave apenas estará a 20 horas luz, para lo que habrá tardado 45 años. Los números son abrumadores y decepcionantes en cuanto a la exploración interestelar.

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  4. La exploración interestelar directa como tal no existe, dado que no tenemos los medios de impulsión que serían necesarios para algo así...la entrada de la Voyager en el espacio interestelar hay que tomarselo como lo que es, un regalo inesperado de un vehículo que inicialmente solo estaba pensado para llegar hasta Saturno y ahora, 35 años después, se acerca a la frontera del Sistema Solar. Y como tal hay que disfrutarlo.

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  5. Anónimo10:50 a. m.

    Efectivamente, pero no deja de ser desalentador, no sólo para la perspectiva de llegar a otros sistemas solares, si no en cuanto a la esperanza de que alguna posible civilización extraterrestre de con la Voyager y acceda a los datos que en su día se incluyeron en ella para anunciar nuestra presencia a posibles habitantes de otras estrellas. En cuarenta y tantos años sólo vamos a conseguir bajar al portal y abrir la puerta para ver que tiempo hace y por muy asombroso que nos parezca, que lo es, no deja de ser frustrante.

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