Su impacto en nuestro campo magnético, que se vió tan comprimido por la presión que posiblemente los satélites geoestacionarios quedaron momentaneamente fuera de su influencia directa, se tradujo en una gran tormenta geomagnética que se extendió a amplias zonas del planeta, incluso en latitudes bajas que habitualmente no se ven afectadas por este tipo de fenómenos.
El efecto más visible de este caos planetario fue el festival de luces celestes que se extendió por muchas regiones del mundo, con la aparición de numerosas Auroras, entre ellas las poco habituales de color totalmente rojo. Fue una explosión de colores, fruto de la entrada de partículas cargadas procedentes del Sol en las capas altas de la atmósfera que al impactar contra los átomos que la conforman los "sobrecargaron" de energia, un exceso expulsado rapidamente en forma de fotones de luz, con un color característico para cada elemento (rojo por el Oxígeno, azul por el Nitrógeno, púrpura por el Helio, ect..). Un proceso que tiñó los cielos nocturnos de una belleza asombrosa.
Pero en estos casos lo mejor, sencillamente, disfrutar de las imágenes.
Marquette, Michigan.
Whitby, Ontario, Canada.
Kvaløya, Noruega.
Ålesund, Noruega
Heidmork, Reykjavik, Islandia
Saint Francis, Wisconsin, USA.
Spjelkavik, Noruega.
Tromsø, Noruega.
Leland, Michigan, USA
Versmold, Alemania.
Las Auroras sobre el Norteamérica, vistas desde la ISS.
48 Horas después del impacto aún pudieron observarse auroras "residuales", como las que vemos en esta foto brillando en forma multicolor sobre la región Noruega de Tromsø.
La llegada de la CME, a las 18:37 UTC, fue ampliamente registrado por diversos magnetrómetros, que detectaron su impacto contra el campo magnético terrestre y como este tembló como una campana.
October 2011 Aurora Gallery
Unas fotos preciosas!
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