domingo, abril 19, 2020

Un gigante que se niega a morir

Betelgeuse recupera su brillo habitual.

Las alertas saltaron el pasado Febrero, cuando se fue desvaneciendo de nuestro firmamento, hasta niveles desconocidos hasta entonces. Se sabía que era una estrella variable, con un resplandor que fluctúa con el tiempo, pero nunca se había observado un bajón tan acusado, por lo que se planteó la posibilidad de que finalmente el momento de su muerte, su conversión en supernova, tanto tiempo esperada, ya había llegado. Es algo que estamos esperando, ya que es una estrella agotada, que abandonó su etapa estable y está entrando en otra caótica, el preludio del final.

Per ver semejante espectáculo celeste tendrá que esperar, ya que Betelgeuse parece haber ido recuperado su resplandor habitual, dejando atrás esta extraña. ¿Qué provocó semejante desplome, y su posterior recuperación? Una idea inicial era la aparición de una enorme célula convectiva de material caliente, algo que ya vemos en el Sol, pero que en el caso de esta estrella son enormes, abarcando grandes porciones de la superficie visible, sin embargo las últimas investigaciones apuntan a algo más simple, si es que algo relacionado con este monstruo puede ser catalogado como tal.

Polvo. Puede parece extraño pero este tipo de estrellas agonizantes expulsan gran cantidad de partículas, hasta formar grandes nubes que las rodean. Y en el caso de Betelgeuse parece que a principios de año (de hace unos cuantos siglos, nunca olvidemos que todo lo vemos en diferido) expulsó una enorme nube de gas y polvo, tal como hizo en 2009 (aunque en este caso no nos la ocultó de la vista) y que la hizo parecer más tenue de lo que es realidad, medio opacándola desde el punto de vista terrestre. La pista que lleva a está conclusión es el ligero descenso térmico observado, muy pequeño, de 3650 a 3600 grados Kelvin, pero significativo, puesto que solo la presencia de polvo parece encajar con dichos datos.

Todo parece que el cazador estelar, la constelación de Orión, dentro de la cual colocamos a Betelgeuse, seguirá manteniendo su familiar figura. Al menos por ahora.

La evolución del resplandor de la estrella, claramente recuperándose después de haber tocado fondo.

El espectro de Betelgeuse reveló un ligero descenso de su temperatura con respecto a los valore habituales, lo que se interpreta ahora como la presencia de un gran penacho de gas y polvo expulsado por la propia estrellas.

Betelgeuse es una estrella gigantesca, que en el lugar del Sol llegaría hasta la órbita de Marte. Sin embargo este tamaño es fruto de que perdió su estabilidad interna al agotar el hidrógeno de su núcleo, expandiéndose hasta ser lo que es hoy día, con unos límites difusos y muy fría. El Sol seguirá ese mismo destino un día.

Betelgeuse Is Bright Again

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