sábado, febrero 01, 2020

El silencio que se acerca

Recuperando a la Voyager 2.

Nada es más frustrante para los ingenieros espaciales que la dura realidad de tener que trabajar a distancia. Y cuando esta se encuentra tan lejos que se nos antoja inmensa, más allá de los límites de la influencia del Sol, y las comunicaciones necesitan horas para completar su viaje de ella a nosotros y viceversa, las cosas se complican.

Así es tratar con las Voyager, las sondas en activo más lejanas de las que dispone la Humanidad. Y el pasado 28 de Enero fue precisamente la Voyager 2 nos dio un pequeño susto, cuando, después de realizar una maniobra de giro sobre si misma para ajustar la posición de uno de sus instrumentos, algo fue mal y se activó su modo de protección, lo que significa la automática desconexión de todos sus instrumentos y equipos no esenciales, reduciendo las comunicaciones a los envíos de telemetría. A partir de estos datos, y con la inmensa lentitud que implica esperar horas para cada respuesta, los técnicos de la NASA iniciaron el camino para recuperarla, algo que afortunadamente parece ir por buen camino.

La causa última de esta situación fue un retraso en completar la maniobra de giro que implico que otro sistema de la sonda se activara cuando aún no había terminado esta primera. Es decir, dos sistemas trabajando mismo tiempo, lo que demasiado para sus menguantes capacidades energéticas. De ahí que saltara su protección ante un bajón peligroso de unos niveles de energía cada vez más limitados. Y esto nos recuerda la precaria situación de la Voyager 2, que debe hacer equilibrios para mantenerse en activo y evitar congelarse de forma definitiva, administrando lo que le ofrece su Generador Termoeléctrico de Radioisótopos, cada vez más desgastado y que pierde un 4% de su poder cada año.

Un recordatorio que estos exploradores de las estrellas están viviendo una última y gloriosa etapa, mientras su corazón, agotado, cada vez late con menor fuerza. Esta vez la Voyager 2 se recuperará, pero tarde o temprano, en unos pocos años o quizás menos, el telón de esta maravillosa obra caerá de forma definitiva. El silencio definitivo se aproxima.

Camino al olvido, pero que nunca será olvidada.

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