miércoles, julio 24, 2019

En las orillas de la nada

Mapeando el gran vacío.

El Universo no es un lugar homogéneo. Lejos de observar un mar más o menos igualitario de galaxias, extendiéndose hasta el horizonte mismo de la creación, su masa se concentra en regiones concretas, en un proceso de acreacción de materia que se acelera a medida que esta aumenta, y con ella su tirón gravitatorio. Y por lo mismo, se van generando grandes vacíos, zonas donde apenas quedan habitantes, como desiertos cada vez más abandonados a media que las diferencias se acentúan. Nuestra Galaxia, y las que la acompañan formando el Grupo Local, no es una excepción. Vivimos bajo el tirón de las grandes urbes cósmicas, que determinan nuestro movimiento incluso más que la propia expansión del Universo.

Aunque no lo percibimos directamente, ya que desde nuestra actual posición se encuentra al otro lado del núcleo de la Vía Láctea, vivimos en la misma frontera que separa la gran ciudad de Virgo, y más allá el misterioso Gran Atractor, de un inmenso desierto cósmico, llamado Vacío Local por razones evidentes. Una región colosal donde apenas queda nada, arrastrada por la voracidad de las regiones vecinas. En cierta forma es como si fuéramos las últimas ciudades habitadas antes de la nada, viviendo en el filo de la oscuridad eterna.

La existencia del Vacío Local está ampliamente aceptada, desde que se detectara por primera vez en 1987, aunque poco estudiada debido a que está oculta a nuestros ojos por el corazón de nuestra galaxia. Ahora, un nuevo estudio liderado por el mismo que descubrió el vacío, Brent Tully, de la Universidad de Hawái, y Richard Fisher, astrofísico del National Radio Astronomy Observatory, han dado forma a este misterio, a partir del registro del movimiento de unas 18.000 galaxias, de cuyas trayectorias se puede intuir el tirón gravitatorio que reciben, y de este punto donde se sitúan las mayores concentraciones de masa.

Las galaxias tienden a moverse hacia las áreas más densas, atraídas por su tirón gravitatorio, mientras se alejan de las regiones menos pobladas. Así, la desviación en el movimiento y velocidad de nuestro Grupo Local con respecto a la expansión cósmica se debe, al menos la mitad a una combinación del tirón gravitacional del Cúmulo de Virgo, mientras el Vacío Local se sigue expandiendo junto con el mismo Universo. Ese mismo vacío que, como un oscuro océano en cuyas orillas habitamos, nos llama desde el otro lado.
Cosmografía del vacío local.

Un mapa del enorme vacío que se extiende por nuestro vecindario cósmico

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