viernes, marzo 01, 2019

El legado de Opportunity (1): Una llegada afortunada.

Recordando los grandes momentos de Opportunity.

Nuestro amigo robótico, que nos acompaño durante 15 largos años es ya historia, durmiendo para siempre en el conocido como "Valle de la Perseverancia", sin lugar a dudas un nombre que hace honor a su leyenda. Llega por tanto la hora de ir recordando esos momentos que marcaron a esta misión como una de las más exitosas de la historia y convirtieron a este rover en una leyenda. Y todo comenzó un 25 de Enero de 2004, con un aterrizaje que ya es el símbolo de la mayor de las fortunas posibles.

Su llegada estuvo rodeada de dudas y temores, ya que su hermano Spirit, que había llegado varias semanas antes, vivía momentos críticos, con problemas que hacían temer un final prematuro. Los terminaría superando, pero eso es algo que ese día aún estaba rodeado de muchas dudas. Por es Opportunity era visto como una 2ª oportunidad (nunca mejor dicho) que marcaría el éxito o el fracaso definitivo del proyecto MER. Y como queriendo compensar la dura situación de Spirit, su llegada fue un triunfo total, y en todos sus aspectos.

Y es que no solo aterrizó de forma impecable y reanudando las comunicaciones de forma muy rápida, sino que el destino lo llevo, en una llanura por otro lado plana y vacía, al interior de un pequeño cráter, y justo a pocos metros de lo que eran unos estratos rocosos nunca vistos hasta entonces, y que pronto darían lugar a grandes hallazgos, como la confirmación de que el agua estuvo presente en la región y la alteró de forma clara. De forma inesperada, y apenas comenzada la misión, Opportunity ya había alcanzado sus objetivos. No es de extrañar que a su aterrizaje se le llamara también "golpe en uno", haciendo referencia al golf, cuando de un golpe se logra embocar la bola.

Eagle, como se llamó a este pequeño cráter de 22 metros de diámetro, fue un tesoro a todos los niveles, ya que no solo estaban las capas que indicaban el paso del agua, sino también la clara presencia de hematites, concentraciones de oxido de hierro igualmente relacionada con el líquido elemento, en forma de pequeñas esférulas, apodadas "arándanos" (buleberris), y cuyo origen estaba en la erosión causada por el viento. La cámara microscopica de Opportunity desveló estas esfera en diferentes etapas de su formación, la mayoría completamente separados, pero otras aún unidos por un "tallo" delgado. Si todo hubiera terminado ahí mismo, esta misión se habría considerado un éxito absoluto. 

Pero el sueño apenas había empezando. Por delante le esperaban cosas mucho mayores y más espectaculares, más allá de cualquier cosa imaginable. Era el principio de un viaje legendario. Volveremos pronto con ello.

Un "golpe en uno". Opportunity quedó finalmente estacionado dentro de un pequeño cráter, una suerte increíble si se tiene en cuenta lo llana y carente de accidentes geográficos de la llanura circundante. No solo eso, había en su interior suficientes evidencias del paso del agua, aunque fuera ácida, que permitió declarar a sus objetivos básicamente alcanzados.

Una imagen más clara por parte de la MRO, tomada tiempo después. Opportunity ya se había ido de la zona, pero quedaba la plataforma de aterrizaje como testimonio de este golpe de fortuna.

Nada ejemplifica mejor la suerte de Opportunity que esta banda de estratos rocosos, que quedaron al descubierto con la formación del cráter. En ellos se evidencias de la presencia de agua, y que Meridiani, la llanura donde se encontraba había estado en tiempos pasados cubierta de agua.

Un tesoro geológico a todos los niveles. Esto es lo que se encontró en el cráter Eagle. Se pueden ver las Blueberris, esferas de hematita formadas por la presencia de agua.

Imagenes de parte de Eagle, donde se aplicaron los datos del espectrómetro de emisión termal. En rojo las zonas con altas concentraciones de hematia, señal de un pasado más húmedo.

La primera panorámica en color. Se observa las señales tanto de la retirada de los Airbags como de los lugares donde Opportunity realizó los últimos botes antes de detenerse.

Las señales de los botes ya dentro del cráter. La historia de una suerte increíble.

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