viernes, enero 18, 2019

El cometa que se escapó

Nos visita 46P/Wirtanen, el objetivo inicial de la sonda Rosetta.

La vida da muchas vueltas. Es una frase hecha, utilizada en el día a día por muchos de nosotros, y que viene a decir que las cosas no siempre suelen transcurrir por el camino marcado, que el futuro que tenemos por delante puede facilmente tomar caminos inesperados. Y eso abarca todos los campos de la realidad, incluida la exploración interplanetaria. Estos días tenemos un ejemplo de ello en nuestros cielos nocturnos, difuso pero visible a simple vista si uno sabe donde mirar y que se busca exactamente.

El cometa 46P/Wirtanen, que cruzó por su perhielio el pasado 12 de Diciembre, y ahora, rodeado de un resplandor verde es causado por la presencia de moléculas de CN (cianógeno) y C2 (carbono diatómico) ionizadas por la luz solar, y ya en trayectoria de salida, se encuentra lo bastante cerca para ser visible. Es un cuerpo pequeño (1.2 Kilómetros de diámetro), pero es mucho más activo de lo que se esperaría de un objeto de su tamaño, y lo que es más importante, se sabe que emite más vapor de agua de lo que debería. Suficiente para generar un notable interés entre la comunidad astronómica mundial. Y que bien pudo ser el destino de la más ambiciosa misión robótica a un cometa.

Y es que la historia pudo haber sido muy diferente, ya que Wirtanen era el objetivo primario de la sonda Rosetta, el cometa elegido. 67P/Churyumov-Gerasimenko, quien sería el protagonista de esta famosa misión, fue una alternativa, un "plan b" que se puso en práctica una vez no se llegó a tiempo para que toda estuviera listo para la ventana de lanzamiento necesaria para alcanzar  a Wirtanen. La historia podría haber sido muy diferente, aunque igual de maravillosa.

Observar ahora a Wirtanen, con su tenue tono verdoso, nos recuerda el logro notable que fue Rosetta, la naturaleza dinámica de la exploración espacial y la flexibilidad de su equipo de misión, capaz de adpatarse a un cambio de tal magnitud. Y al mismo tiempo nos recuerda que el futuro es, por muchos sueños sobre ser capaces de adivinarlo, un simple conjunto de posibilidades.

El camino de Wirtanen, que completa una órbita alrededor del Sol una vez cada 5.4 años terrestres.

El camino en nuestro firmamento del cometa que pudo ser el protagonista de la más ambiciosa misión a este tipo de cuerpos.

El cometa que se escapo

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