lunes, diciembre 31, 2018
sábado, diciembre 29, 2018
Agenda 2019
Así serán las noticias relaciondas con la exploración interplanetaria más importantes para el año que empieza.
Estamos ya a las puertas de un nuevo año, 12 meses que ya tienen marcado en el calendario fechas para tener en cuenta. Afrontaremos misiones históricas a La Luna de la mano de las nuevas potencias espaciales, el inicio de la exploración interior de Marte, el momento critico de la toma de muestras de Bennu y Ryugu, y la llegada, lentamente pero sin descanso, de un inmenso caudal de datos e imágenes desde el Cinturón de Kuiper, el descubrimiento de un nuevo mundo nunca antes explorado. Tendremos mucho de lo que hablar, ciertamente.
Vamos con la lista de los momentos claves que tenemos por delante:
- New Horizons en Ultima Thule: El encuentro propiamente dicho tendrá lugar en año nuevo, en el momento en que pasemos de 2018 a 2019, pero toda información que reuna, como pasó con Plutón, necesitará un año y medio en ser transmitida al completo desde tal distancia. Por eso podemos encajar la exploración de Ultima, que nos estará ofreciendo descubrimientos y sorpresas a lo largo de todo el año, como parte de esta nueva etapa. ¿Como será este fragmento prístino de los orígenes? Poco a poco, pagina a pagina, su historia será escrita ante nuestros ojos.
- Chang'e-4, pisando el otro lado: En algún momento a principios de años, quizás el 3 de Enero o puede que antes, China alunizará en la cara oculta de La Luna, en una misión doble que consta tanto de un módulo de aterrizaje como de un rover, que explorará las zonas vecinas. Con algunos cambios, será una repetición de lo que fue la Chang'e-3, aunque mucho más complicada por razones evidentes. Si lo logra no solo estudiará en entorno, su química y morfología, sino también realizará observaciones radioastronómicas, protegidas de las interferencias terrestres. Quién sabe si es el preludio de instalaciones más amplias y permanentes, ya que este siempre fue uno de los sueños de la radioastronomía.
- Chandrayaan-2, la India Lunar: Si China apunta a La Luna, su rival regional no se quiere quedar atrás, y en algún momento durante la segunda mitad de año se espera el lanzamiento de su nueva misión a nuestro satélite, que incluye, siguiendo el camino rival, de su propio rover, con la zona polar sur como objetivo. Así, mientras la sonda orbital explorará desde las alturas, especialmente en busca de agua helada y otros elementos, el vehículo de superficie realizará una exploración insitu. 2019, más que nunca, será el año en que las nuevas potencias liderarán todo lo referente al estudio de nuestro satélite.
- Hayabusa 2 ante su gran desafío: La sonda japonesa lleva tiempo explorando Ryugu, incluyendo en despliegue de varios pequeños rovers. Pero su meta central es conseguir tomar muestras de la superficie para llevarlas a la Tierra en 2020. No será fácil, porque este asteroide se ha demostrado como un lugar complicado, lleno de rocas y accidentes geográficos, mucho más de lo esperado teniendo en cuenta la experiencia previa de la primera Hayabusa en Itrokawa. Solo queda confiar en la pericia de los controladores japoneses.
- InSight directo al corazón: El aterrizaje fue un completo éxito, así como el despliegue de sus paneles solares, y todos los sistemas parecen estar en perfecto estado. Pero eso solo fue el prólogo al verdadero desafío, coger, con su brazo robótico, el sismógrafo y la sonda térmica, y depositarlos en la superficie. Especialmente destacable será lo segundo, ya que dicha sonda perforará el terreno hasta 5 metros de profundidad, algo que debería concluir a finales de Febrero. Empezará así nuestro viaje hacia el corazón del planeta rojo.
- Estás ahí, Opportunity?: Es más un deseo que otra cosa, ya que a lo largo de 2019, en algún momento, se decidirá terminar con los esfuerzos de comunicarse con el. A no ser que se produzca un pequeño milagro y sea capaz de despertar.
A estos eventos se le unirán nuevos sobrevuelos de Juno sobre Júpiter, así como dos nuevos viajes entre las llamas de la Parker, que 4 de Abril y el 1 de Septiembre realizará nuevas zamullidas en la Corona Solar, que culminará el 26 de Diciembre con un encuentro con Venus, que lo lanzará a trayectorias aún más cercanas.
La actividad espacial no se detiene, especialmente en la Luna, objetivo de la nueva generación de exploradores. Quizás no será un año tan intenso como el anterior, donde tuvimos el lanzamiento de nuevas sondas, BeppiColombo y Parker, el aterrizaje de InSight o la llegada de Hayabusa 2 y OSIRIS-REx a sus respectivos objetivos. Pero no por ello 2019 será menos interesante.
Un acontecimiento extra: Posiblemente en 2019 veremos los primeros vuelos comerciales privados, a cargo de la Dragon de Space X y la CST-100 Starliner de Boeing. Podrá los EEUU recuperar el acceso al espacio, perdido con el fin de los transbordadores?
Llega el momento crítico para la Hayabusa 2.
El brazo robótico de la InSight colocando el Sismografo en la superficie, y fotografiado desde la cámara situado en este primero. Le seguirá el sensor de calor, que penetrará hasta 5 metros en el subsuelo.
China y la India afrontan este 2019 sus respectivos intentos de alunizajes, la primera en la cara oculta, la segunda en el polo sur.
¿Estas ahí, Opportunity?
Estamos ya a las puertas de un nuevo año, 12 meses que ya tienen marcado en el calendario fechas para tener en cuenta. Afrontaremos misiones históricas a La Luna de la mano de las nuevas potencias espaciales, el inicio de la exploración interior de Marte, el momento critico de la toma de muestras de Bennu y Ryugu, y la llegada, lentamente pero sin descanso, de un inmenso caudal de datos e imágenes desde el Cinturón de Kuiper, el descubrimiento de un nuevo mundo nunca antes explorado. Tendremos mucho de lo que hablar, ciertamente.
Vamos con la lista de los momentos claves que tenemos por delante:
- New Horizons en Ultima Thule: El encuentro propiamente dicho tendrá lugar en año nuevo, en el momento en que pasemos de 2018 a 2019, pero toda información que reuna, como pasó con Plutón, necesitará un año y medio en ser transmitida al completo desde tal distancia. Por eso podemos encajar la exploración de Ultima, que nos estará ofreciendo descubrimientos y sorpresas a lo largo de todo el año, como parte de esta nueva etapa. ¿Como será este fragmento prístino de los orígenes? Poco a poco, pagina a pagina, su historia será escrita ante nuestros ojos.
- Chang'e-4, pisando el otro lado: En algún momento a principios de años, quizás el 3 de Enero o puede que antes, China alunizará en la cara oculta de La Luna, en una misión doble que consta tanto de un módulo de aterrizaje como de un rover, que explorará las zonas vecinas. Con algunos cambios, será una repetición de lo que fue la Chang'e-3, aunque mucho más complicada por razones evidentes. Si lo logra no solo estudiará en entorno, su química y morfología, sino también realizará observaciones radioastronómicas, protegidas de las interferencias terrestres. Quién sabe si es el preludio de instalaciones más amplias y permanentes, ya que este siempre fue uno de los sueños de la radioastronomía.
- Chandrayaan-2, la India Lunar: Si China apunta a La Luna, su rival regional no se quiere quedar atrás, y en algún momento durante la segunda mitad de año se espera el lanzamiento de su nueva misión a nuestro satélite, que incluye, siguiendo el camino rival, de su propio rover, con la zona polar sur como objetivo. Así, mientras la sonda orbital explorará desde las alturas, especialmente en busca de agua helada y otros elementos, el vehículo de superficie realizará una exploración insitu. 2019, más que nunca, será el año en que las nuevas potencias liderarán todo lo referente al estudio de nuestro satélite.
- Hayabusa 2 ante su gran desafío: La sonda japonesa lleva tiempo explorando Ryugu, incluyendo en despliegue de varios pequeños rovers. Pero su meta central es conseguir tomar muestras de la superficie para llevarlas a la Tierra en 2020. No será fácil, porque este asteroide se ha demostrado como un lugar complicado, lleno de rocas y accidentes geográficos, mucho más de lo esperado teniendo en cuenta la experiencia previa de la primera Hayabusa en Itrokawa. Solo queda confiar en la pericia de los controladores japoneses.
- InSight directo al corazón: El aterrizaje fue un completo éxito, así como el despliegue de sus paneles solares, y todos los sistemas parecen estar en perfecto estado. Pero eso solo fue el prólogo al verdadero desafío, coger, con su brazo robótico, el sismógrafo y la sonda térmica, y depositarlos en la superficie. Especialmente destacable será lo segundo, ya que dicha sonda perforará el terreno hasta 5 metros de profundidad, algo que debería concluir a finales de Febrero. Empezará así nuestro viaje hacia el corazón del planeta rojo.
- Estás ahí, Opportunity?: Es más un deseo que otra cosa, ya que a lo largo de 2019, en algún momento, se decidirá terminar con los esfuerzos de comunicarse con el. A no ser que se produzca un pequeño milagro y sea capaz de despertar.
A estos eventos se le unirán nuevos sobrevuelos de Juno sobre Júpiter, así como dos nuevos viajes entre las llamas de la Parker, que 4 de Abril y el 1 de Septiembre realizará nuevas zamullidas en la Corona Solar, que culminará el 26 de Diciembre con un encuentro con Venus, que lo lanzará a trayectorias aún más cercanas.
La actividad espacial no se detiene, especialmente en la Luna, objetivo de la nueva generación de exploradores. Quizás no será un año tan intenso como el anterior, donde tuvimos el lanzamiento de nuevas sondas, BeppiColombo y Parker, el aterrizaje de InSight o la llegada de Hayabusa 2 y OSIRIS-REx a sus respectivos objetivos. Pero no por ello 2019 será menos interesante.
Un acontecimiento extra: Posiblemente en 2019 veremos los primeros vuelos comerciales privados, a cargo de la Dragon de Space X y la CST-100 Starliner de Boeing. Podrá los EEUU recuperar el acceso al espacio, perdido con el fin de los transbordadores?
Llega el momento crítico para la Hayabusa 2.
El brazo robótico de la InSight colocando el Sismografo en la superficie, y fotografiado desde la cámara situado en este primero. Le seguirá el sensor de calor, que penetrará hasta 5 metros en el subsuelo.
China y la India afrontan este 2019 sus respectivos intentos de alunizajes, la primera en la cara oculta, la segunda en el polo sur.
¿Estas ahí, Opportunity?
viernes, diciembre 28, 2018
Resumen 2018
Grandes momentos de la exploración interplanetaria en 2018.
Se aproxima el fin de año, y como es tradición, es tiempo de mirar hacia atrás y recopilar los momentos más destacados en el campo de la exploración interplanetaria. Y no son pocas las noticias relacionadas con las estrellas...algunos veteranos se han ido para siempre, mientras que otras están dando sus primeros pasos en el descubrimiento de nuevos mundos. A pesar de todos los problemas, presupuestarias y técnicos, seguimos avanzando, en parte por el impulso extra que representa la entrada en escena de otras potencias espaciales.
Vamos pues a lo más destacado de 2018:
- El fin de Kepler: En Noviembre llegó el triste momento de transmitir la orden de desactivación de todos sus sistemas, una vez las reservas de combustible, necesarias para maniobrar correctamente, se había agotado. Atrás quedaban 10 años de misión y varios miles de exoplanetas confirmados, algo increíble para una misión relativamente modesta. Puede decirse claramente que en la visión de nuestro lugar en el Universo hay un antes y un después de Kepler. Y ese es el mejor homenaje que podemos hacerle.
- El amanecer de TESS: Unos se van y otros llegan. La pérdida de Kepler fue dura, pero para ocupar su lugar llego este nuevo telescopio espacial, lanzado el 18 de Abril y en activo desde el 25 de Julio. Con una misión inicial de 2 años, observará toda la Bóveda Celeste, aunque centrándose en las 200.000 estrellas más brillantes, y con unas expectativas inmensas: Se espera que encuentre y confirme unos 10.000 nuevos exoplanetas, incluido de tamaño terrestre.
- InSight en Marte: Después de años sin vivir la emoción de un aterrizaje en otro mundo, la superficie marciana recibió, el 26 de Noviembre, un nuevo habitante terrestre. Y esta vez con un objetivo único, explorar el interior, determinar si aún esta vivo hasta cierto punto o es ya un mundo muerto, y por extensión, comparando con lo que sabemos de nuestro propio planeta, tener una idea más clara y amplia de como se formaron y su evolución a lo largo de las eras
- Cuando Opportunity se desvanece: Llevaba 15 años en activo, algo increíble para un rover que inicialmente, en las perspectivas más optimistas, se esperaba que sobreviviera uno o dos a lo sumo. Su increíble odisea, superando los 40 Kilómetros de desplazamiento, es ya legendaria, y en cierta forma, después de tanto tiempo, parecía que estaría ahí por siempre. Pero en Junio Marte lanzó contra el su peor ataque, una tormenta de polvo global que lo sumergió en una oscuridad nunca vista antes, y el 10 de ese mismo mes las comunicaciones se cortaron, ya que había entrado en hibernación. Y desde entonces el silencio. Desde entonces se sigue intentado despertarlo a base de enviarle comandos, pero lo más probable es que nunca lo haga.
- OSIRIS-REx llega a Bennu: 2018 marca el inicio de una nueva era en la exploración de los asteroides, y en Noviembre la apuesta de la NASA en este campo llegó a su objetivo. Por delante le esperan varios años de exploración intensa de Bennu, incluida la toma de muestras para llevarlas a la Tierra, algo que debería ocurrir en 2023. De momento, pero, ya realizó su primer gran descubrimiento, el hallazgo de materiales hidratados, lo que indica que este asteroide contiene grandes cantidades de agua. Teniendo en cuenta que se les considera como una posible fuente del agua de los océanos terrestres, se trata de un hallazgo trascendente.
- Hayabusa 2 llega a Ryugu: Dispuesta a triunfar donde su predecesora falló, esta compleja misión japonesa alcanzó su meta el 27 de Junio, afrontando el mismo objetivo de su contrapartida de la NASA, traer muestras a la Tierra. Pero además llevaba consigo una pequeña flota de exploradores de superficie, que de forma sucesiva en ido posándose sobre Ryugu, primero los pequeños Minerva, aún en activo, y después MASCOT. En 2020 se espera que regrese a casa con su valiosa carga.
- Voyager 2, más allá del Sol: Se esperaba que pudiera ocurrir en cualquier momento, ya que los datos de sus instrumentos indicaban que estábamos llegando a la frontera. El 10 de Diciembre eran ya lo suficientemente sólidos para anunciare de forma oficial que la sonda, siguiendo en camino de su hermana, había entrado en espacio interestelar, más allá de donde llega el viento solar. Ahora disponemos de dos sondas que están analizando directamente el ambiente que se extiende fuera de la burbuja de la helioesfera, lo que mejorará de forma exponencial lo que sabemos de esas regiones desconocidas al tener dos puntos de vista diferente.
- Parker rumbo al Sol: En Agosto se iniciaba la que quizás es la misión interplanetaria más trascendente de los últimos tiempos, ya que su objetivo es, como un moderno Ikaro, "tocar" nuestra estrella, el corazón mismo de nuestra Sistema Solar. Después de un lanzamiento perfecto y un primer sobrevuelo de Venus, la Parker se sumergió por primera vez en la atmósfera exterior del Sol en Noviembre, superando con éxito esta prueba. Durante los próximos 7 años vendrán otras, cada vez más cerca, cada vez soportando condiciones más extremas, cada vez adentrándose más en los misterios solares.
- Chang'e 4 hacia la cara oculta: China es el nuevo y poderoso jugador en el campo espacial, y en este año que nos deja fue la que más lanzamientos realizó, superando por primera vez a los EEUU. Entre ellos, y como parte de su ambicioso programa de exploración lunar, la Chang'e 4, que tiene como meta la inexplorada región de la cara oculta de la Luna. Lanzada el 7 de Diciembre, se encuentra ya en órbita lunar, y se espera que a principio de 2019 intente alunizar en el cráter Von Kármán, que forma parte de la inmensa cuenca de impacto Aitken. Como paso previo, el 21 de Mayo, se lanzó la Queqiao, una sonda/satélite que ofrecerá cobertura de comunicaciones entre la cara oculta y la Tierra.
- BepiColombo, de camino a Mercurio: Europa no quiere quedarse atrás, y el 19 de Octubre lanzaba su propia misión interplanetaria, con el planeta más pequeño y cercano al Sol como meta. En realidad dos misiones, ya que bajo esta denominación se ocultan dos sondas independientes, una europea y otra japonesa, que en su momento se separarán y entrarán en órbita alrededor del planeta, cada una de ellas con sus propios objetivos. Aunque habrá sobrevuelos previos, el momento de la separación no tendrá lugar hasta 2025.
Kepler y TESS, uno que se despide y otro que empieza su esperemos larga vida.
La Voyager 2 se adentró en espacio interestelar, siguiendo a su hermana Voyager 1. Aunque técnicamente no están fuera del Sistema Solar, que se extiende mucho más allá, si que han abandonado la burbuja que nos aisla y protege.
China se encuentra ya enmbarca en su nueva y extraodinaria aventura lunar, de la mano de la Chang'e 4.
Hayabusa 2 y su pequeña flota de exploradores de superficie han empezado ya su ambiciosa misión a Ryugu, que se extenderá todo 2019.
OSIRIS-REx también está afrontando su propia aventura en un asteroide.
BepiColombo, la apuesta de Europa y Japón para la exploración de Mercurio.
InSight completó un aterrizaje perfecto y ya se prepara para iniciar la exploración del interior de Marte, midiendo tanto su actividad sísmica como el flujo de calor.
WALL-E y EVE no solo sobrevivieron al viaje interplanetario, sino que incluso ofrecieron cobertura de comunicaciones a InSight y tomaron imágenes. Un adelanto de lo que puede ser el futuro.
Opportunity nos dejó en Junio, cuando cayó en el silencio ante la caida de generación de energía, fruto de la tormenta global desatada entonces. Desde entonces no sabemos nada de el, y cada vez es más probable que nunca lo hagamos.
Se aproxima el fin de año, y como es tradición, es tiempo de mirar hacia atrás y recopilar los momentos más destacados en el campo de la exploración interplanetaria. Y no son pocas las noticias relacionadas con las estrellas...algunos veteranos se han ido para siempre, mientras que otras están dando sus primeros pasos en el descubrimiento de nuevos mundos. A pesar de todos los problemas, presupuestarias y técnicos, seguimos avanzando, en parte por el impulso extra que representa la entrada en escena de otras potencias espaciales.
Vamos pues a lo más destacado de 2018:
- El fin de Kepler: En Noviembre llegó el triste momento de transmitir la orden de desactivación de todos sus sistemas, una vez las reservas de combustible, necesarias para maniobrar correctamente, se había agotado. Atrás quedaban 10 años de misión y varios miles de exoplanetas confirmados, algo increíble para una misión relativamente modesta. Puede decirse claramente que en la visión de nuestro lugar en el Universo hay un antes y un después de Kepler. Y ese es el mejor homenaje que podemos hacerle.
- El amanecer de TESS: Unos se van y otros llegan. La pérdida de Kepler fue dura, pero para ocupar su lugar llego este nuevo telescopio espacial, lanzado el 18 de Abril y en activo desde el 25 de Julio. Con una misión inicial de 2 años, observará toda la Bóveda Celeste, aunque centrándose en las 200.000 estrellas más brillantes, y con unas expectativas inmensas: Se espera que encuentre y confirme unos 10.000 nuevos exoplanetas, incluido de tamaño terrestre.
- InSight en Marte: Después de años sin vivir la emoción de un aterrizaje en otro mundo, la superficie marciana recibió, el 26 de Noviembre, un nuevo habitante terrestre. Y esta vez con un objetivo único, explorar el interior, determinar si aún esta vivo hasta cierto punto o es ya un mundo muerto, y por extensión, comparando con lo que sabemos de nuestro propio planeta, tener una idea más clara y amplia de como se formaron y su evolución a lo largo de las eras
- Cuando Opportunity se desvanece: Llevaba 15 años en activo, algo increíble para un rover que inicialmente, en las perspectivas más optimistas, se esperaba que sobreviviera uno o dos a lo sumo. Su increíble odisea, superando los 40 Kilómetros de desplazamiento, es ya legendaria, y en cierta forma, después de tanto tiempo, parecía que estaría ahí por siempre. Pero en Junio Marte lanzó contra el su peor ataque, una tormenta de polvo global que lo sumergió en una oscuridad nunca vista antes, y el 10 de ese mismo mes las comunicaciones se cortaron, ya que había entrado en hibernación. Y desde entonces el silencio. Desde entonces se sigue intentado despertarlo a base de enviarle comandos, pero lo más probable es que nunca lo haga.
- OSIRIS-REx llega a Bennu: 2018 marca el inicio de una nueva era en la exploración de los asteroides, y en Noviembre la apuesta de la NASA en este campo llegó a su objetivo. Por delante le esperan varios años de exploración intensa de Bennu, incluida la toma de muestras para llevarlas a la Tierra, algo que debería ocurrir en 2023. De momento, pero, ya realizó su primer gran descubrimiento, el hallazgo de materiales hidratados, lo que indica que este asteroide contiene grandes cantidades de agua. Teniendo en cuenta que se les considera como una posible fuente del agua de los océanos terrestres, se trata de un hallazgo trascendente.
- Hayabusa 2 llega a Ryugu: Dispuesta a triunfar donde su predecesora falló, esta compleja misión japonesa alcanzó su meta el 27 de Junio, afrontando el mismo objetivo de su contrapartida de la NASA, traer muestras a la Tierra. Pero además llevaba consigo una pequeña flota de exploradores de superficie, que de forma sucesiva en ido posándose sobre Ryugu, primero los pequeños Minerva, aún en activo, y después MASCOT. En 2020 se espera que regrese a casa con su valiosa carga.
- Voyager 2, más allá del Sol: Se esperaba que pudiera ocurrir en cualquier momento, ya que los datos de sus instrumentos indicaban que estábamos llegando a la frontera. El 10 de Diciembre eran ya lo suficientemente sólidos para anunciare de forma oficial que la sonda, siguiendo en camino de su hermana, había entrado en espacio interestelar, más allá de donde llega el viento solar. Ahora disponemos de dos sondas que están analizando directamente el ambiente que se extiende fuera de la burbuja de la helioesfera, lo que mejorará de forma exponencial lo que sabemos de esas regiones desconocidas al tener dos puntos de vista diferente.
- Parker rumbo al Sol: En Agosto se iniciaba la que quizás es la misión interplanetaria más trascendente de los últimos tiempos, ya que su objetivo es, como un moderno Ikaro, "tocar" nuestra estrella, el corazón mismo de nuestra Sistema Solar. Después de un lanzamiento perfecto y un primer sobrevuelo de Venus, la Parker se sumergió por primera vez en la atmósfera exterior del Sol en Noviembre, superando con éxito esta prueba. Durante los próximos 7 años vendrán otras, cada vez más cerca, cada vez soportando condiciones más extremas, cada vez adentrándose más en los misterios solares.
- Chang'e 4 hacia la cara oculta: China es el nuevo y poderoso jugador en el campo espacial, y en este año que nos deja fue la que más lanzamientos realizó, superando por primera vez a los EEUU. Entre ellos, y como parte de su ambicioso programa de exploración lunar, la Chang'e 4, que tiene como meta la inexplorada región de la cara oculta de la Luna. Lanzada el 7 de Diciembre, se encuentra ya en órbita lunar, y se espera que a principio de 2019 intente alunizar en el cráter Von Kármán, que forma parte de la inmensa cuenca de impacto Aitken. Como paso previo, el 21 de Mayo, se lanzó la Queqiao, una sonda/satélite que ofrecerá cobertura de comunicaciones entre la cara oculta y la Tierra.
- BepiColombo, de camino a Mercurio: Europa no quiere quedarse atrás, y el 19 de Octubre lanzaba su propia misión interplanetaria, con el planeta más pequeño y cercano al Sol como meta. En realidad dos misiones, ya que bajo esta denominación se ocultan dos sondas independientes, una europea y otra japonesa, que en su momento se separarán y entrarán en órbita alrededor del planeta, cada una de ellas con sus propios objetivos. Aunque habrá sobrevuelos previos, el momento de la separación no tendrá lugar hasta 2025.
- WALL-E y EVE, un nuevo futuro: InSight no llegó sola a Marte. En su viaje estuvo acompañada de dos minúsculos Cubesats, una prueba técnica para demostrar si este tipo de vehículos, habitualmente encerrados en órbita terrestre. Y los resultados no pudieron ser más exitosos, logrando no solo alcanzar el planeta rojo, sino ofrecer cobertura de comunicaciones y tomar imágenes. Con su triunfo, es posible que en el futuro veamos más de estos diminutos viajeros saltando hacia las profundidades del espacio.
En definitiva, un año lleno de momentos dignos de recordar, y donde a la habitual primacía de la NASA se ha visto desafiada por otros jugadores, especialmente por China, aunque también Japón y Europa han tenido mucho que decir. Y eso es una gran noticia. Sin lugar a dudas 2019 nos promete grandes cosas.
La Voyager 2 se adentró en espacio interestelar, siguiendo a su hermana Voyager 1. Aunque técnicamente no están fuera del Sistema Solar, que se extiende mucho más allá, si que han abandonado la burbuja que nos aisla y protege.
China se encuentra ya enmbarca en su nueva y extraodinaria aventura lunar, de la mano de la Chang'e 4.
Hayabusa 2 y su pequeña flota de exploradores de superficie han empezado ya su ambiciosa misión a Ryugu, que se extenderá todo 2019.
OSIRIS-REx también está afrontando su propia aventura en un asteroide.
BepiColombo, la apuesta de Europa y Japón para la exploración de Mercurio.
InSight completó un aterrizaje perfecto y ya se prepara para iniciar la exploración del interior de Marte, midiendo tanto su actividad sísmica como el flujo de calor.
WALL-E y EVE no solo sobrevivieron al viaje interplanetario, sino que incluso ofrecieron cobertura de comunicaciones a InSight y tomaron imágenes. Un adelanto de lo que puede ser el futuro.
Opportunity nos dejó en Junio, cuando cayó en el silencio ante la caida de generación de energía, fruto de la tormenta global desatada entonces. Desde entonces no sabemos nada de el, y cada vez es más probable que nunca lo hagamos.
miércoles, diciembre 26, 2018
Preguntas finales antes de Thule
Estamos ya a pocos días del encuentro con Ultima Thule, y con la cuenta atrás entrando en su fase final nuevamente estas reviviendo la emoción que significó el sobrevuelo de Plutón, en 2015. Quizás no tanto a nivel popular, ya que este último estaba rodeado de años de mística y sueños, pero igualmente fascinante para los científicos planetarios por todo lo que representa, un fragmento aparentemente inalterado de los orígenes del Sistema Solar.
Y que mejor que conocer de primera mano como está transcurriendo la misión que a través de las palabras de Alan Stern, investigador principal de la New Horizons y una de las personas que más presionó a lo largo de varias décadas hasta hacerla realidad. La página Space.Com nos regala por ello una más que interesante entrevista al que podemos considerar el corazón mismo de esta aventura.
Space.com: ¿Cual es el estado general de la New Horizons?
Stern: Está esencialmente en perfecto estado. En cuanto a los propulsores, vamos cambiando aquellos que utilizamos, de los principales a los redundantes, en lugar de usarlos hasta que se rompan. En última instancia son elementos de vida limitada, como si fueran sus neumáticos. Todos los instrumentos científicos gozan de buena salud. Estamos en el buen camino, y no podemos pedir más en este momento.
¿Existen prespectivas para extender la misión más allá, hacia otro objetivo?
- Puede haber otro sobrevuelo después de este; ya veremos. Propusimos una misión extendida de cinco años para llevarnos hasta 2021 y llegar a 50 unidades astronómicas y estudiar el Cinturón de Kuiper de muchas maneras diferentes. Si la capacidad científica sigue siendo buena y sonda se mantiene saludable, creo que tenemos una excelente oportunidad. Somos la única nave espacial que puede hacerlo. Nadie más viene por detrás nuestro. Es realmente una oportunidad única para hacer cosas que de otra manera no se pueden hacer, y nos quedan amplias reservas de combustible
¿Cuánto tiempo le queda de vida útil?
- En principio, New Horizons podría operar otros 15 o 20 años hasta que los niveles de potencia del generador termoeléctrico de radioisótopos caigan al punto en que ya no sea posible hacerla funcionar.
Estamos ante la exploración de lo desconocido. Debe estar ansioso por ver lo que está al acecho tan lejos de la Tierra.
- Muy pocas personas se dan cuenta de lo vasto que es el Sistema Solar. La gravedad del Sol es lo suficientemente fuerte como para mantener a los cometas que orbitan en la Nube de Oort a 100.000 unidades astronómicas de distancia. Eso es 3,000 veces más que Plutón. Debido a que la luz se vuelve más y más débil con el cuadrado de la distancia, es muy difícil encontrar cosas que estén tan lejos.
¿Deberíamos esperar sorprendernos de lo que podamos encontrar?
- Solo hemos arañado la superficie del Cinturón de Kuiper y la Nube de Oort. Personalmente, a partir del trabajo que he hecho y publicado, espero que encontremos no solo docenas, sino potencialmente cientos de planetas (enanos, aunque esa es una clasificación que Stern no comparte) más. Creo que es algo gracioso cuando alguien habla de encontrar el Planeta X. Encontraremos el Planeta X, el Planeta Y, el Planeta Z y un número muy grande más. Hay indicios de que solía haber una gran cantidad de planetas, la mayoría de los cuales se dispersaron a grandes distancias.
¿Que espera encontrare en Ultima Thule?
- El día después del sobrevuelo comenzaremos a recibir imágenes de alta resolución y otros datos. Buscaremos indicios de atmósfera, lunas o anillos. Se seguirán transmitiendo datos a la Tierra, no solo durante semanas, sino durante un año y medio. Será a finales del verano de 2020 antes de que tengamos todos. Entonces, cualquier cosa es posible. Nada como esto ha sucedido antes. Ninguna misión ha visitado nunca este tipo de objeto, algo tan salvaje, tan lejos del Sol...Ultima Thule puede ser algo diferente a todo lo que hemos visto antes.
El sobrevuelo de Plutón y ahora un KBO es un emblema de la exploración y la investigación de lo desconocido. Parece que la misión es una metáfora de la sorpresa, incluso de desconcierto.
- Volvamos a principios de la década de 1960 y 70. Esas primeras misiones a Marte, Venus, Mercurio, Júpiter.., todas brindaron la misma experiencia. Destruyeron todo lo que se sabía por telescopio y nos mostraron en cada planeta una situación mucho más compleja y matizada, y nuevos tipos de fenómenos físicos. Nos sorprendimos y nos sorprendimos una y otra vez. Plutón nos volvió a sorprender. Fue tan sorprendente que les conté a mis colegas del equipo científico de New Horizon después de ver los conjuntos de datos que probablemente obtuvimos una nota de "A" para la exploración pero una "F" para nuestra habilidad de predicción científica.
Y esto último es maravilloso, aunque parezca una contradicción. Porque el asombro ante lo inesperado, el abrir puertas a cosas desconocidos y sorprendente, es lo que, en definitiva, nos sigue impulsando siempre hacia adelante, más allá del horizonte en tiempos pasados, hasta las estrellas hoy día. Y mientras ese impulso exista, mientras esa llama nunca se apague, siempre habrá una luz que ilumine las tinieblas.
Alan Stern, a la izquierda, junto a miembros del equipo de la New Horizons. En 2015 vivieron su gran momento, escribiendo una página hasta entonces inédita de la exploración espacial. Ahora, en el paso de 2018 a 2019, esperan repetir de nuevo esos momentos mágicos.
Encounters with Distant Worlds: An Interview with New Horizons' Alan Stern (Exclusive)
lunes, diciembre 24, 2018
Blanca belleza
Visitando el extraordinario cráter Korolev.
Podemos pensar que ya lo conocemos todos del planeta rojo, y hasta cierto punto no es una percepción del todo equivocada, ya que la flota de sondas en órbita actualmente en servicio, junto con todo lo logrado por sus predecesoras, tenemos una idea más o menos completa de su superficie. Pero es una vista general, y escondido en ella se esconden detalles realmente curioso, lugares fascinantes que nos recuerdan que Marte es un mundo lleno de motivos para explorarlo. Uno de ellos es el que la veterana Mars Express nos brinda ahora la posibilidad de desfrutar en todo su esplendor.
El cráter Korolev, protagonista de esta historia, tiene 82 kilómetros de diámetro y se encuentra en las tierras bajas del norte de Marte, justo al sur de los campos de dunas que rodea parte de la capa polar y conocida como Olympia Undae. Es una formación muy bien preservada, pero lo realmente interesante está en su interior, con una capa de hielo de agua de casi dos kilómetros de grosor y que es permanente todo el año. Algo extraordinario si se tiene en cuenta de que el hielo de agua, fuera de las zonas polares, es inestable expuesto al exterior, tiende a sublimarse. Pero no es el caso que aquí nos ocupa.
Esto se debe a un fenómeno llamado "trampa fría". El suelo del cráter es profundo, y se encuentra a unos dos kilómetros verticalmente debajo de su borde. Las partes más profundas, las que contienen hielo, actúan como una trampa natural para el frío: El aire que se mueve sobre el depósito se enfría y se hunde, creando una capa gélida directamente sobre el hielo. Al comportarse como un escudo, esta ayuda a que se mantenga estable, evitando que se caliente y desaparezca. El aire es un mal conductor del calor, por lo que exacerba este efecto y mantiene el cráter permanentemente helado.
El resultado es una blanca y hermosa superficie helada, el helado sueño de cualquier amante de los deportes de Invierno. Quizás un día exploradores humanos escalen las laderas de Korolev y se adentren en este increíble llanura, quizás con su versión, adaptada a las condiciones marcianas, de unos esquís o un trineo.
Un mapa topográfico de Korolev. Las partes bajas se muestran en azules y púrpuras, mientras que las regiones de mayor altitud aparecen en blancos, marrones y rojos.
Vista oblicua generada a partir de las imágenes de la Mars Express.
Esta espectacular panorámica de Korolev es el resultado de conjuntar diversas tomas individuales, tomadas en las órbitas 18042 (4 de abril de 2018), 5726, 5692, 5654 y 1412.
Una de las primeras imágenes enviadas por ExoMars una vez ya en órbita fue, precisamente, el borde del cráter Korolev.
Mars_Express_gets_festive_A_winter_wonderland_on_Mars
Podemos pensar que ya lo conocemos todos del planeta rojo, y hasta cierto punto no es una percepción del todo equivocada, ya que la flota de sondas en órbita actualmente en servicio, junto con todo lo logrado por sus predecesoras, tenemos una idea más o menos completa de su superficie. Pero es una vista general, y escondido en ella se esconden detalles realmente curioso, lugares fascinantes que nos recuerdan que Marte es un mundo lleno de motivos para explorarlo. Uno de ellos es el que la veterana Mars Express nos brinda ahora la posibilidad de desfrutar en todo su esplendor.
El cráter Korolev, protagonista de esta historia, tiene 82 kilómetros de diámetro y se encuentra en las tierras bajas del norte de Marte, justo al sur de los campos de dunas que rodea parte de la capa polar y conocida como Olympia Undae. Es una formación muy bien preservada, pero lo realmente interesante está en su interior, con una capa de hielo de agua de casi dos kilómetros de grosor y que es permanente todo el año. Algo extraordinario si se tiene en cuenta de que el hielo de agua, fuera de las zonas polares, es inestable expuesto al exterior, tiende a sublimarse. Pero no es el caso que aquí nos ocupa.
Esto se debe a un fenómeno llamado "trampa fría". El suelo del cráter es profundo, y se encuentra a unos dos kilómetros verticalmente debajo de su borde. Las partes más profundas, las que contienen hielo, actúan como una trampa natural para el frío: El aire que se mueve sobre el depósito se enfría y se hunde, creando una capa gélida directamente sobre el hielo. Al comportarse como un escudo, esta ayuda a que se mantenga estable, evitando que se caliente y desaparezca. El aire es un mal conductor del calor, por lo que exacerba este efecto y mantiene el cráter permanentemente helado.
El resultado es una blanca y hermosa superficie helada, el helado sueño de cualquier amante de los deportes de Invierno. Quizás un día exploradores humanos escalen las laderas de Korolev y se adentren en este increíble llanura, quizás con su versión, adaptada a las condiciones marcianas, de unos esquís o un trineo.
Un mapa topográfico de Korolev. Las partes bajas se muestran en azules y púrpuras, mientras que las regiones de mayor altitud aparecen en blancos, marrones y rojos.
Vista oblicua generada a partir de las imágenes de la Mars Express.
Esta espectacular panorámica de Korolev es el resultado de conjuntar diversas tomas individuales, tomadas en las órbitas 18042 (4 de abril de 2018), 5726, 5692, 5654 y 1412.
Una de las primeras imágenes enviadas por ExoMars una vez ya en órbita fue, precisamente, el borde del cráter Korolev.
Mars_Express_gets_festive_A_winter_wonderland_on_Mars
domingo, diciembre 23, 2018
El desafío del metano
ExoMars no encuentra rastro de ese gas en la atmósfera marciana.
El misterio se profundiza. Desde 2003, momento de su primera posible detección, a la que siguieron las confirmaciones de Mars Express y Curiosity, muchas son las teorías y discusiones que ha generado entre los científicos planetarios, y la llegada de la nueva sonda de la Agencia Espacial Europea, especialmente preparada para analizar la atmósfera del planeta rojo, se esperaba con grandes expectativas. Ciertamente las está cumpliendo, pero de una forma inesperada, ya que en lugar de desvelar el misterio lo acaba de agrandar aún más.
Y es que los primeros resultados presentados por el equipo de ExoMars, obtenidos por sus dos espectrómetros, NOMAD y ACS (Atmospheric Chemistry Suite), han dado una sorpresa inesperada. No han detectado ni rastro del metano, ni tan solo a proporciones muy inferiores a las que si detectó Curiosity recientemente. Y ese es el gran misterio ahora generado, ya que los datos de ambos vehículos parecen sólidos más allá de toda duda razonable. Como se encajan ambas visiones contradictorias? Ciertamente es todo un desafío.
El equipo de Curiosity tardó 6 meses en detectar picos de metano en la atmósfera marciana, y años en detectar un ciclo de fondo. Por tanto Chris Webster, científico planetario del Jet Propulsion Laboratory, cree que por ello es cuestión de tiempo encontrarlo."El metano no viene de arriba. Ese es un gran resultado". Webster y su equipo sospechan que viene en forma de "microfiltracions" de fuentes subterráneas (biológicas o geológicas) y no de fuera del planeta. Los resultados de la ExoMars podrían verse también como una validación de esa idea, ya que no encontraron rastro de este elemento cayendo a través de la atmósfera.
¿Podría ser el cráter Gale el único lugar donde se están produciendo estas posibles filtraciones? Es bastante improbable, pero incluso si existieran varios miles de dichas fuentes, todas ellas al nivel de las detectadas por Curiosity, el resultado medio global sería extremadamente bajo, quizás por debajo incluso de la capacidad de detección de ExoMars, al menos en sus primeras exploraciones. Al menos así lo cree John Moores, científico planetario de la York University. Si esta es la respuesta, quizás las futuras observaciones, más sistemáticas y profundas, podrían finalmente tocar las campanas de la victoria.
De momento lo único cierto es que el misterio del metano, lejos de aclararse, se profundiza, con diversas fuentes, todas igualmente creíbles, poro que dan resultados opuesto. Marte no nos quiere poner las cosas sencillas.
ExoMars y sus instrumentos. NOMAD y ACS son los responsables de analizar la composición de la atmósfera marciana y de los que se esperaba que midieran las concentraciones de metano en ella. Pero sus primeros resultados han sido un desconcertante vacío.
Las fuentes teorizadas como fuente de metano. Su ausencia en los primeros datos de ExoMars podría, en una interpretación optimista de los resultados, que este no llega desde el exterior del planeta.
Martian methane—spotted in 2004—has mysteriously vanished
El misterio se profundiza. Desde 2003, momento de su primera posible detección, a la que siguieron las confirmaciones de Mars Express y Curiosity, muchas son las teorías y discusiones que ha generado entre los científicos planetarios, y la llegada de la nueva sonda de la Agencia Espacial Europea, especialmente preparada para analizar la atmósfera del planeta rojo, se esperaba con grandes expectativas. Ciertamente las está cumpliendo, pero de una forma inesperada, ya que en lugar de desvelar el misterio lo acaba de agrandar aún más.
Y es que los primeros resultados presentados por el equipo de ExoMars, obtenidos por sus dos espectrómetros, NOMAD y ACS (Atmospheric Chemistry Suite), han dado una sorpresa inesperada. No han detectado ni rastro del metano, ni tan solo a proporciones muy inferiores a las que si detectó Curiosity recientemente. Y ese es el gran misterio ahora generado, ya que los datos de ambos vehículos parecen sólidos más allá de toda duda razonable. Como se encajan ambas visiones contradictorias? Ciertamente es todo un desafío.
El equipo de Curiosity tardó 6 meses en detectar picos de metano en la atmósfera marciana, y años en detectar un ciclo de fondo. Por tanto Chris Webster, científico planetario del Jet Propulsion Laboratory, cree que por ello es cuestión de tiempo encontrarlo."El metano no viene de arriba. Ese es un gran resultado". Webster y su equipo sospechan que viene en forma de "microfiltracions" de fuentes subterráneas (biológicas o geológicas) y no de fuera del planeta. Los resultados de la ExoMars podrían verse también como una validación de esa idea, ya que no encontraron rastro de este elemento cayendo a través de la atmósfera.
¿Podría ser el cráter Gale el único lugar donde se están produciendo estas posibles filtraciones? Es bastante improbable, pero incluso si existieran varios miles de dichas fuentes, todas ellas al nivel de las detectadas por Curiosity, el resultado medio global sería extremadamente bajo, quizás por debajo incluso de la capacidad de detección de ExoMars, al menos en sus primeras exploraciones. Al menos así lo cree John Moores, científico planetario de la York University. Si esta es la respuesta, quizás las futuras observaciones, más sistemáticas y profundas, podrían finalmente tocar las campanas de la victoria.
De momento lo único cierto es que el misterio del metano, lejos de aclararse, se profundiza, con diversas fuentes, todas igualmente creíbles, poro que dan resultados opuesto. Marte no nos quiere poner las cosas sencillas.
ExoMars y sus instrumentos. NOMAD y ACS son los responsables de analizar la composición de la atmósfera marciana y de los que se esperaba que midieran las concentraciones de metano en ella. Pero sus primeros resultados han sido un desconcertante vacío.
Las fuentes teorizadas como fuente de metano. Su ausencia en los primeros datos de ExoMars podría, en una interpretación optimista de los resultados, que este no llega desde el exterior del planeta.
Martian methane—spotted in 2004—has mysteriously vanished
viernes, diciembre 21, 2018
El primer misterio de Ultima Thule
La falta de variaciones en su brillo sorprende a los científicos de la misión.
Las distancias se van reduciendo rápidamente, y ante los ojos de la sonda un punto de luz se va haciendo más y más brillante, anticipando un encuentro largamente deseado. Y lejos de esperarse a que este pequeño visitante lo sobrevuelo y estudie en detalle, este pequeño y gélido mundo del Cinturón de Kuiper ya nos está lanzando el primer desafío, escondido precisamente en ese resplandor. O mejor dicho, en la aparente ausencia de cambios a medida que rota sobre si misma, lo que se llama su curva de luz.
Desde 2017 sabemos, gracias a varias ocultaciones estelares, de que no estamos ante un cuerpo esférico, cosa esperable teniendo en cuenta su pequeño tamaño. Su aspecto, alargado como el de un cacachuete, podría incluso ser debido a dos cuerpos diferentes unidos por el destino, lo que debería generar notables variaciones en su luminosidad a medida que gira sobre si mismo. Y eso es lo que no está detectando la New Horizons, que lo lleva monitorizando desde hace semanas."Es realmente un puzzle", dijo el investigador principal Alan Stern."Llamo a eso el primer puzzle de Ultima:¿Por qué tiene una curva de luz tan pequeña que ni siquiera podemos detectarla? Espero que las imágenes detalladas del sobrevuelo vengan pronto para darnos muchos más misterios, pero no esperaba esto, y tan pronto".
Varias son las ideas que manejan en el equipo de misión de New Horizons como posibles explicaciones. Podría tener su eje de rotación orientado hacia el Sol y la sonda que se aproxima, quizás está rodeado de una nube de polvo, como un cometa, o incluso, en la explicación más extraña, podría tener una inmensa familia de diminutas lunas que la rodean, generan, en su conjunto, una curva de luz estable. Un misterio notable, aunque por suerte, a diferencia de otros, destinados a permanecer sin resolverse años y décadas, en este caso la solución llegará en menos de dos semanas.
"Es difícil decir cuál de estas ideas es la correcta", dijo Stern."Quizás sea algo que ni siquiera hayamos pensado. En cualquier caso, llegaremos al fondo de este misterio pronto. New Horizons se lanzará sobre Ultima y tomará imágenes de alta resolución el 31 de diciembre y el 1 de enero. Y la primera de esas imágenes estará disponible en la Tierra solo un día después. Cuando las veamos, sabremos la respuesta al primer enigma. ¡Manténganse atentos!".
Ocultación estelar de Ultima, observada en 2017. Aunque fugaces, este tipo de eventos, observados desde diversos puntos del planeta, permitió determinar la forma de este lejano habitante de la frontera. De ahí la sorpresa por la ausencia de una curva de luz digna de mención.
Ultima Thule's First Mystery
Las distancias se van reduciendo rápidamente, y ante los ojos de la sonda un punto de luz se va haciendo más y más brillante, anticipando un encuentro largamente deseado. Y lejos de esperarse a que este pequeño visitante lo sobrevuelo y estudie en detalle, este pequeño y gélido mundo del Cinturón de Kuiper ya nos está lanzando el primer desafío, escondido precisamente en ese resplandor. O mejor dicho, en la aparente ausencia de cambios a medida que rota sobre si misma, lo que se llama su curva de luz.
Desde 2017 sabemos, gracias a varias ocultaciones estelares, de que no estamos ante un cuerpo esférico, cosa esperable teniendo en cuenta su pequeño tamaño. Su aspecto, alargado como el de un cacachuete, podría incluso ser debido a dos cuerpos diferentes unidos por el destino, lo que debería generar notables variaciones en su luminosidad a medida que gira sobre si mismo. Y eso es lo que no está detectando la New Horizons, que lo lleva monitorizando desde hace semanas."Es realmente un puzzle", dijo el investigador principal Alan Stern."Llamo a eso el primer puzzle de Ultima:¿Por qué tiene una curva de luz tan pequeña que ni siquiera podemos detectarla? Espero que las imágenes detalladas del sobrevuelo vengan pronto para darnos muchos más misterios, pero no esperaba esto, y tan pronto".
Varias son las ideas que manejan en el equipo de misión de New Horizons como posibles explicaciones. Podría tener su eje de rotación orientado hacia el Sol y la sonda que se aproxima, quizás está rodeado de una nube de polvo, como un cometa, o incluso, en la explicación más extraña, podría tener una inmensa familia de diminutas lunas que la rodean, generan, en su conjunto, una curva de luz estable. Un misterio notable, aunque por suerte, a diferencia de otros, destinados a permanecer sin resolverse años y décadas, en este caso la solución llegará en menos de dos semanas.
"Es difícil decir cuál de estas ideas es la correcta", dijo Stern."Quizás sea algo que ni siquiera hayamos pensado. En cualquier caso, llegaremos al fondo de este misterio pronto. New Horizons se lanzará sobre Ultima y tomará imágenes de alta resolución el 31 de diciembre y el 1 de enero. Y la primera de esas imágenes estará disponible en la Tierra solo un día después. Cuando las veamos, sabremos la respuesta al primer enigma. ¡Manténganse atentos!".
Ocultación estelar de Ultima, observada en 2017. Aunque fugaces, este tipo de eventos, observados desde diversos puntos del planeta, permitió determinar la forma de este lejano habitante de la frontera. De ahí la sorpresa por la ausencia de una curva de luz digna de mención.
Ultima Thule's First Mystery
jueves, diciembre 20, 2018
Una belleza que se desvanece
Los anillos de Saturno están desapareciendo rápidamente.
Desde la primera vez que alcanzamos a verlos, rodeando al planeta como una hermosa corona planetaria, y aún más cuando lo visitamos gracias a diversas sonda y pudimos apreciar su asombrosa complejidad y delicadeza, varias preguntas surgieron rápidamente. La primera de ellas es como se formaron, y la segunda su edad, cuanto tiempo llevaban existiendo, lo que a su vez podría dar una posible respuesta a la primera. Y con las Voyager 1 y 2 se abrieron, aunque solo fuera un poco, las puertas a la solución definitiva.
Estas nos asombraron con sus imágenes, pero también ofrecieron pistas de lo que estaba sucediendo. Detectaron variaciones peculiares en las cargas eléctricas de la ionosfera, variaciones de densidad en los anillos de Saturno y un trío de bandas oscuras y estrechas que rodean el planeta en las latitudes medias del norte. En 1986 se publicó un artículo en Geophysical Research Letters que vinculaba esas estrechas bandas oscuras a la forma del enorme campo magnético de Saturno, y proponía que las partículas de hielo cargadas eléctricamente de los anillos fluían por las líneas magnéticas, y que donde estas se precipitaban en la atmósfera generaban esas oscuras líneas, el efecto de la descarga de grandes cantidades de agua, que eliminaba la neblina estratosférica, generando zonas más oscuras en luz visible. En definitiva, los anillos, lejos de ser estables en el tiempo, estaban sometidos a un proceso de desgaste progresivo.
Todo ello fue se confirma ahora por los datos de Cassini, cuando en sus órbitas finales pasó a través del vacío que se extiende entre la parte interna de los anillos y el planeta, registrando una "lluvia" de material de los primeros al segundo tan intensa los cálculos nos llevan al "peor" escenario posible: Quizás no lo queden más de 100 millones de años de existencia, una eternidad para nosotros pero una etapa relativamente corta para Saturno. Y posiblemente, a partir de esa misma estimación, no tiene más de 100 millones de años. Dicho de otra manera, tenemos la fortuna de vivir cuando esta maravilla celeste está al mitad de su vida. El ahora tenue anillo C quizás fue en su juventud tan denso como sus hermanos A y B, y es un adelanto del futuro que les espera a estos últimos.
¿Que mecanismo está detrás de su desgaste? Los anillos de Saturno están formados en su mayoría trozos de hielo de agua que varían en tamaño, desde granos de polvo microscópicos hasta de varios metros de diámetro. Se mueven en órbita alrededor del planeta, en un equilibrio entre el tirón de la gravedad, que quiere atraerlas, y su velocidad orbital, que quiere arrojarlas al espacio. Pero las partículas diminutas pueden cargarse eléctricamente por la luz ultravioleta del Sol o por las nubes de plasma que emanan del bombardeo de micrometeoritos. Cuando esto sucede, las partículas sienten el tirón del campo magnético, y empiezan a caer, empujadas por la gravedad y siguiendo las líneas magnéticas que llevan hasta la atmósfera. Una combinación de fuerzas letal.
El futuro de Saturno quizás lo vemos hoy día en Júpiter, Urano y Neptuno. Los 3 tienen anillos, pero son muy tenues, formados por materiales oscuros, tanto que hasta la llegada de las primeras sondas interplanetarias no se descubrieron. Más bien parecen restos de algo mucho mayor, quizás lo que queda de tiempo más gloriosos, cuando todos ellos dispusieron de brillantes sistemas de anillos. Si es así podemos consideranros afortunados de haber tenido la oportunidad de disfrutalos, ser testigos de una belleza que se está desvaneciendo.
La Cassini, en sus últimas órbitas, cruzó el espacio entre los anillos y el planeta, registrando una lluvia de materia entre los primeros y el segundo. El ritmo detectado implica que se están agotando rápidamente a una escala temporal cósmica.
Una belleza que se desvanece.
NASA Research Reveals Saturn is Losing Its Rings at “Worst-Case-Scenario” Rate
Desde la primera vez que alcanzamos a verlos, rodeando al planeta como una hermosa corona planetaria, y aún más cuando lo visitamos gracias a diversas sonda y pudimos apreciar su asombrosa complejidad y delicadeza, varias preguntas surgieron rápidamente. La primera de ellas es como se formaron, y la segunda su edad, cuanto tiempo llevaban existiendo, lo que a su vez podría dar una posible respuesta a la primera. Y con las Voyager 1 y 2 se abrieron, aunque solo fuera un poco, las puertas a la solución definitiva.
Estas nos asombraron con sus imágenes, pero también ofrecieron pistas de lo que estaba sucediendo. Detectaron variaciones peculiares en las cargas eléctricas de la ionosfera, variaciones de densidad en los anillos de Saturno y un trío de bandas oscuras y estrechas que rodean el planeta en las latitudes medias del norte. En 1986 se publicó un artículo en Geophysical Research Letters que vinculaba esas estrechas bandas oscuras a la forma del enorme campo magnético de Saturno, y proponía que las partículas de hielo cargadas eléctricamente de los anillos fluían por las líneas magnéticas, y que donde estas se precipitaban en la atmósfera generaban esas oscuras líneas, el efecto de la descarga de grandes cantidades de agua, que eliminaba la neblina estratosférica, generando zonas más oscuras en luz visible. En definitiva, los anillos, lejos de ser estables en el tiempo, estaban sometidos a un proceso de desgaste progresivo.
Todo ello fue se confirma ahora por los datos de Cassini, cuando en sus órbitas finales pasó a través del vacío que se extiende entre la parte interna de los anillos y el planeta, registrando una "lluvia" de material de los primeros al segundo tan intensa los cálculos nos llevan al "peor" escenario posible: Quizás no lo queden más de 100 millones de años de existencia, una eternidad para nosotros pero una etapa relativamente corta para Saturno. Y posiblemente, a partir de esa misma estimación, no tiene más de 100 millones de años. Dicho de otra manera, tenemos la fortuna de vivir cuando esta maravilla celeste está al mitad de su vida. El ahora tenue anillo C quizás fue en su juventud tan denso como sus hermanos A y B, y es un adelanto del futuro que les espera a estos últimos.
¿Que mecanismo está detrás de su desgaste? Los anillos de Saturno están formados en su mayoría trozos de hielo de agua que varían en tamaño, desde granos de polvo microscópicos hasta de varios metros de diámetro. Se mueven en órbita alrededor del planeta, en un equilibrio entre el tirón de la gravedad, que quiere atraerlas, y su velocidad orbital, que quiere arrojarlas al espacio. Pero las partículas diminutas pueden cargarse eléctricamente por la luz ultravioleta del Sol o por las nubes de plasma que emanan del bombardeo de micrometeoritos. Cuando esto sucede, las partículas sienten el tirón del campo magnético, y empiezan a caer, empujadas por la gravedad y siguiendo las líneas magnéticas que llevan hasta la atmósfera. Una combinación de fuerzas letal.
El futuro de Saturno quizás lo vemos hoy día en Júpiter, Urano y Neptuno. Los 3 tienen anillos, pero son muy tenues, formados por materiales oscuros, tanto que hasta la llegada de las primeras sondas interplanetarias no se descubrieron. Más bien parecen restos de algo mucho mayor, quizás lo que queda de tiempo más gloriosos, cuando todos ellos dispusieron de brillantes sistemas de anillos. Si es así podemos consideranros afortunados de haber tenido la oportunidad de disfrutalos, ser testigos de una belleza que se está desvaneciendo.
La Cassini, en sus últimas órbitas, cruzó el espacio entre los anillos y el planeta, registrando una lluvia de materia entre los primeros y el segundo. El ritmo detectado implica que se están agotando rápidamente a una escala temporal cósmica.
NASA Research Reveals Saturn is Losing Its Rings at “Worst-Case-Scenario” Rate
miércoles, diciembre 19, 2018
Luz verde al encuentro de la historia
Ninguna amenaza detectada en la vecindad de Ultima Thule.
Horizonte despejado y sin amenazas a la vista. Este es la conclusión final de semanas de exploración a distancia de la vecindad de este lejano cuerpo celeste, buscando señales de restos, lunas, anillos o cualquier otro elemento que pudiera representar un peligro para la sonda en su rápido sobrevuelo. Existían, como en el caso de Plutón, diversas rutas preparadas por si la más próxima resultaba demasiado arriesgada y era necesario elegir otro camino más seguro y lejano. Y como con Plutón, podemos decir con alegría que no será necesario.
"Todo despejado". Así lo anunciaba el investigador principal de la misión New Horizons. Era el resultado de semanas de trabajo por parte del conocido como equipo de observación de amenazas, un equpo de 12 personas formado en 2011 como parte de la preparación para el encuentro con Plutón, y que ahora abrodó nuevamente la misma tarea, en este caso, utilizando la cámara LORRI (Long Range Reconnaissance Imager), monitorizando el espacio alrededor de Ultima Thule. Era algo crítico estar seguros de que nada la amenazaba, ya que a la velocidad a la que se mueve cualquier obstáculo, por pequeño que fuera, podría generar daños graves, cuando no la pérdida completa de la sonda. Y el resultado es que el camino está abierto.
Con estos resultados en la mano, New Horizons se dirige ya al encuentro con Ultima siguiendo la trayectoria más cercana, que lo llevará a poco más de 3.000 Kilómetros de distancia, mucho más cerca de lo que jamás estuvo de Plutón, y con ello se lograrán imágenes de resolución incluso superior."Nuestro equipo siente que hemos estado viajando con la sonda, como si fuéramos marineros encaramados en el nido de cuervos de un barco, buscando peligros por delante", dijo el líder del equipo de amenazas Mark Showalter."Llegamos al completo consenso de que la sonda debería permanecer en la trayectoria más cercana, y los jefes de misión adoptaron nuestra recomendación"."New Horizons se dirige ahora hacia sobrevuelo más óptimo, tres veces más cerca de lo que lo hicimos en Plutón", agregó Stern. "¡Ultima, aquí vamos!".
Y así será. Todos listos para el gran momento. Avanzamos a todo máquina al encuentro de la historia.
Esta imagen se creó combinando cientos, tomadas entre agosto y mediados de diciembre por LORRI. Se ha coloreado usando azul profundo para las regiones más oscuras y amarillo para las más brillantes. Ultima Thule es el punto amarillo brillante en el medio. Las dos distancias de sobrevuelo posibles para New Horizons se indican mediante los dos círculos concéntricos. Se ha decidido volar por el camino más cercano, hacia el punto marcado con una X. Las imágenes individuales contienen muchas estrellas de fondo, pero al combinarlas con diversas de ella tomadas a diferentes distancias, la mayoría se pueden identificar y eliminar. Sin embargo, algunos de ellos dejan rastros, que pueden verse como círculos débiles que irradian desde el objetivo.
NASA's New Horizons Spacecraft Takes the Inside Course to Ultima Thule
Horizonte despejado y sin amenazas a la vista. Este es la conclusión final de semanas de exploración a distancia de la vecindad de este lejano cuerpo celeste, buscando señales de restos, lunas, anillos o cualquier otro elemento que pudiera representar un peligro para la sonda en su rápido sobrevuelo. Existían, como en el caso de Plutón, diversas rutas preparadas por si la más próxima resultaba demasiado arriesgada y era necesario elegir otro camino más seguro y lejano. Y como con Plutón, podemos decir con alegría que no será necesario.
"Todo despejado". Así lo anunciaba el investigador principal de la misión New Horizons. Era el resultado de semanas de trabajo por parte del conocido como equipo de observación de amenazas, un equpo de 12 personas formado en 2011 como parte de la preparación para el encuentro con Plutón, y que ahora abrodó nuevamente la misma tarea, en este caso, utilizando la cámara LORRI (Long Range Reconnaissance Imager), monitorizando el espacio alrededor de Ultima Thule. Era algo crítico estar seguros de que nada la amenazaba, ya que a la velocidad a la que se mueve cualquier obstáculo, por pequeño que fuera, podría generar daños graves, cuando no la pérdida completa de la sonda. Y el resultado es que el camino está abierto.
Con estos resultados en la mano, New Horizons se dirige ya al encuentro con Ultima siguiendo la trayectoria más cercana, que lo llevará a poco más de 3.000 Kilómetros de distancia, mucho más cerca de lo que jamás estuvo de Plutón, y con ello se lograrán imágenes de resolución incluso superior."Nuestro equipo siente que hemos estado viajando con la sonda, como si fuéramos marineros encaramados en el nido de cuervos de un barco, buscando peligros por delante", dijo el líder del equipo de amenazas Mark Showalter."Llegamos al completo consenso de que la sonda debería permanecer en la trayectoria más cercana, y los jefes de misión adoptaron nuestra recomendación"."New Horizons se dirige ahora hacia sobrevuelo más óptimo, tres veces más cerca de lo que lo hicimos en Plutón", agregó Stern. "¡Ultima, aquí vamos!".
Y así será. Todos listos para el gran momento. Avanzamos a todo máquina al encuentro de la historia.
Esta imagen se creó combinando cientos, tomadas entre agosto y mediados de diciembre por LORRI. Se ha coloreado usando azul profundo para las regiones más oscuras y amarillo para las más brillantes. Ultima Thule es el punto amarillo brillante en el medio. Las dos distancias de sobrevuelo posibles para New Horizons se indican mediante los dos círculos concéntricos. Se ha decidido volar por el camino más cercano, hacia el punto marcado con una X. Las imágenes individuales contienen muchas estrellas de fondo, pero al combinarlas con diversas de ella tomadas a diferentes distancias, la mayoría se pueden identificar y eliminar. Sin embargo, algunos de ellos dejan rastros, que pueden verse como círculos débiles que irradian desde el objetivo.
NASA's New Horizons Spacecraft Takes the Inside Course to Ultima Thule
martes, diciembre 18, 2018
Una imagen en el mar de luz
Parker nos ofrece la imagen más cercana al Sol jamás tomada.
Hace unas semanas la sonda enviada para explorar nuestra estrella más cerca de lo que nadie haya estado antes, entrando en la Corona, la expansiva atmósfera del Sol, realizó el primero sobrevuelo, pasando a 27 millones de Kilómetros de la Fotosfera. Pulverizó todos los records anteriores, sumergiéndose en la turbulenta atmósfera externa solar y realizando los primeras mediciones directas de esta desconocida región donde nace el viento solar. Es un sueño para todos los especialistas en el estudio del Sol, algo que han esperado con ansias desde el momento mismo en que pusimos el pie en el espacio. Ahora ese sueño se hace realidad de la forma más espectacular posible.
Los caudales de datos acumulados durante esta primera zambullida en el ardiente mundo solar ya están en su mayoría transmitidos a La Tierra, siendo analizados por los expertos, y es posible que pronto tengamos los primeros resultados publicados en revistas científicas. Pero mientras eso ocurre, y como un pequeño aperitivo, la WISPR (generador de imágenes de campo amplio para la sonda solar) nos ofreció lo que es la imagen más cercana al Sol jamás tomada. No de la estrella en si misma, ya que de lo contrario directamente se quemaría en un instante, sino mirando de forma perpendicular a ella, por encima de su horizonte, lo que permite apreciar las delicadas estructuras de la Corona, su ardiente atmósfera exterior.
Es solo el inicio. En Abril de 2019 la Parker se precipitará de nuevo en un viaje entre las llamas. Para entonces seguramente ya tendremos los resultados de este primer encuentro, y con ellos las primeras piedras de nuevas teorías, así como nuevos misterios.
Imagen del instrumento WISPR, donde se muestra una corriente coronal, visto sobre el horizonte este del Sol el 8 de noviembre de 2018. Las serpentinas coronales son estructuras de material dentro de la atmósfera del Sol, la corona, que usualmente cubren regiones de mayor actividad solar. La estructura es muy clara, con al menos dos rayos visibles. El objeto brillante cerca del centro de la imagen es Mercury, y los puntos oscuros son el resultado de la corrección de fondo.
Preparing for Discovery With NASA's Parker Solar Probe
Hace unas semanas la sonda enviada para explorar nuestra estrella más cerca de lo que nadie haya estado antes, entrando en la Corona, la expansiva atmósfera del Sol, realizó el primero sobrevuelo, pasando a 27 millones de Kilómetros de la Fotosfera. Pulverizó todos los records anteriores, sumergiéndose en la turbulenta atmósfera externa solar y realizando los primeras mediciones directas de esta desconocida región donde nace el viento solar. Es un sueño para todos los especialistas en el estudio del Sol, algo que han esperado con ansias desde el momento mismo en que pusimos el pie en el espacio. Ahora ese sueño se hace realidad de la forma más espectacular posible.
Los caudales de datos acumulados durante esta primera zambullida en el ardiente mundo solar ya están en su mayoría transmitidos a La Tierra, siendo analizados por los expertos, y es posible que pronto tengamos los primeros resultados publicados en revistas científicas. Pero mientras eso ocurre, y como un pequeño aperitivo, la WISPR (generador de imágenes de campo amplio para la sonda solar) nos ofreció lo que es la imagen más cercana al Sol jamás tomada. No de la estrella en si misma, ya que de lo contrario directamente se quemaría en un instante, sino mirando de forma perpendicular a ella, por encima de su horizonte, lo que permite apreciar las delicadas estructuras de la Corona, su ardiente atmósfera exterior.
Es solo el inicio. En Abril de 2019 la Parker se precipitará de nuevo en un viaje entre las llamas. Para entonces seguramente ya tendremos los resultados de este primer encuentro, y con ellos las primeras piedras de nuevas teorías, así como nuevos misterios.
Imagen del instrumento WISPR, donde se muestra una corriente coronal, visto sobre el horizonte este del Sol el 8 de noviembre de 2018. Las serpentinas coronales son estructuras de material dentro de la atmósfera del Sol, la corona, que usualmente cubren regiones de mayor actividad solar. La estructura es muy clara, con al menos dos rayos visibles. El objeto brillante cerca del centro de la imagen es Mercury, y los puntos oscuros son el resultado de la corrección de fondo.
Preparing for Discovery With NASA's Parker Solar Probe
lunes, diciembre 17, 2018
Fronteras en expansión
Los límites de nuestro sistema planetario no dejan de expandirse. Hace décadas Plutón y sus algo más de 30 Unidades astronómicas de distancia media se nos antojaba como una lejana, gélida y casi inabarcable frontera, el concepto de lejanía por antonomasia. Hoy día ese concepto es un lejano recuerdo, de tiempos más simples. Y es que más allá del una vez noveno planeta sabemos que se extiende un fascinante reino de mundos helados, algunos simples rocas, otros lo suficientemente grandes para recibir la denominación de planetas enanos, que fue una categoría creado precisamente para hacer frente a esa nueva diversidad.
Haumea, Makemake o Eris son solo un ejemplo de estos últimos. Y en el caso de Eris y sus 96 Unidades Astronómicas, que además fue la responsable, por calcularse que era tan grande como Plutón, la que obligó a replantear la definición de planeta, ahí es donde la nueva frontera, el objeto perteneciente al Sistema Solar más lejano conocido. Hasta ahora.
Se le conoce oficialmente como 2018 VG18, aunque recibe el apodo de "Farout", y fue descubierto por un equipo de búsqueda de cuerpos lejanos liderados por Scott S. Sheppard de Carnegie, David Tholen de la Universidad de Hawái y Chad Trujillo de la Universidad de Arizona del Norte, todo como parte de la amplia campaña para descubrir el hipotético 9º planeta. Y desde hoy es el mundo perteneciente a la familia solar más lejano conocido, ya que se encuentra a nada menos que 120 Unidades Astronómicas."018 VG18 es mucho más distante y lento que cualquier otro objeto observado del Sistema Solar, por lo que tomará algunos años determinar su órbita por completo", explica Sheppard."Pero se encontró en una ubicación similar a los otros objetos extremos conocidos, lo que sugiere que podría tener el mismo tipo de órbita que la mayoría de ellos. Las similitudes orbitales mostradas por muchos de los cuerpos más pequeños y distantes conocidos fueron el catalizador de nuestra afirmación original de que hay un planeta masivo y distante a varios cientos de AU que pastorea estos objetos más pequeños"."
Todo lo que sabemos actualmente acerca de 2018 VG18 es su distancia extrema al Sol, su diámetro aproximado y su color", agregó Tholen."Debido a su distancia, orbita muy lentamente, probablemente tardando más de 1,000 años en completar su viaje". Se necesitarán unos años más de observaciones para determinar con exactitud su órbita, al igual que su tamaño, que ahora mismo, a partir de su luminosidad, se calcula en unos 500 kilómetros, posiblemente esférico y parece tener un tono rosado, algo que parece habitual entre los habitantes de Kuiper. Así es Farout, la nueva y lejana frontera del Sistema Solar. Por ahora.
Un mundo en la distancia.
El telescopio Subaru, situado en Mauna Kea, Hawaii, responsable de este descubrimiento.
Discovered: The Most-Distant Solar System Object Ever Observed
domingo, diciembre 16, 2018
Fuego lunar
La Luna sufre unos 8 impactos por hora.
Se les llama 'fenómenos lunares transitorios', destellos luminosos que aparecen fugazmente y siempre han sido fuente de no pocas ideas "curiosas", desde señales de actividad volcánica residual hasta presencias alienigenas. Su aparición repentina, y su desaparición igual de súbita, reportados por observadores de todo el mundo durante décadas, o incluso más atrás, generó a su alrededor un halo de misterio, aunque para los astrónomos la respuesta más probable era evidente: Impactos de meteoritos, que llegan a la superficie sin obstáculo alguno.
La pregunta clave, sin embargo, era sabes a que ritmo estos ocurren hoy día. Y es aquí donde entró en juego el conocido como NELIOTA (NEO Lunar Impacts and Optical TrAnsients), un programa de monitorizión de La Luna de la ESA, no el primero ni mucho menos, pero si el primero en usar un telescopio de 1,2 m, y como tal es capaz de detectar destellos dos magnitudes más débiles que otros programas de monitoreo lunar, que generalmente usan telescopios de 0,5 m o más pequeños. Otra característica única es su capacidad para observar en dos "bandas fotométricas", que recientemente permitieron determinar la temperatura de los destellos lunares, que van desde los 1300 C a los 2800 Cº, lo que encaja con la idea de los impactos meteóricos a gran velocidad.
En Febrero de 2017 NELIOTA inició UNA prolongada campaña de seguimiento, que se extenderá hasta 2021. Teniendo en cuenta las estrictas condiciones de observación necesarias para poder captar estos destellos luminosos el total de horas acumuladas hasta ahora son solo 90, pero en ellas se captaron hasta 55 impactos, lo que ciertamente es una proporción espectacular. Se estima, a partir de estos datos, que de media deben producirse unos 8 impactos por hora, y eso contando que solo nos referimos a los que son lo suficientemente grandes para generar destellos visibles.
Un asombroso recordatorio de que, ese a todo el tiempo transcurrido, el Sistema Solar sigue lleno de los suficientes restos de su formación como para generar un nivel de impactos tan alto, al mismo tiempo que nos abre una ventana a lo que pudo ser el agitado pasado lejano, cuando estos ocurrían de forma incomparablemente más alta.
Destellos luminosos captados por NELIOTA desde Febrero de 2017 hasta Diciembre de 2018.
El observatorio Kryoneri, cerca de la ciudad griega del mismo nombre, desde donde se realizada el proyecto NELIOTA.
Learning from lunar lights
Se les llama 'fenómenos lunares transitorios', destellos luminosos que aparecen fugazmente y siempre han sido fuente de no pocas ideas "curiosas", desde señales de actividad volcánica residual hasta presencias alienigenas. Su aparición repentina, y su desaparición igual de súbita, reportados por observadores de todo el mundo durante décadas, o incluso más atrás, generó a su alrededor un halo de misterio, aunque para los astrónomos la respuesta más probable era evidente: Impactos de meteoritos, que llegan a la superficie sin obstáculo alguno.
La pregunta clave, sin embargo, era sabes a que ritmo estos ocurren hoy día. Y es aquí donde entró en juego el conocido como NELIOTA (NEO Lunar Impacts and Optical TrAnsients), un programa de monitorizión de La Luna de la ESA, no el primero ni mucho menos, pero si el primero en usar un telescopio de 1,2 m, y como tal es capaz de detectar destellos dos magnitudes más débiles que otros programas de monitoreo lunar, que generalmente usan telescopios de 0,5 m o más pequeños. Otra característica única es su capacidad para observar en dos "bandas fotométricas", que recientemente permitieron determinar la temperatura de los destellos lunares, que van desde los 1300 C a los 2800 Cº, lo que encaja con la idea de los impactos meteóricos a gran velocidad.
En Febrero de 2017 NELIOTA inició UNA prolongada campaña de seguimiento, que se extenderá hasta 2021. Teniendo en cuenta las estrictas condiciones de observación necesarias para poder captar estos destellos luminosos el total de horas acumuladas hasta ahora son solo 90, pero en ellas se captaron hasta 55 impactos, lo que ciertamente es una proporción espectacular. Se estima, a partir de estos datos, que de media deben producirse unos 8 impactos por hora, y eso contando que solo nos referimos a los que son lo suficientemente grandes para generar destellos visibles.
Un asombroso recordatorio de que, ese a todo el tiempo transcurrido, el Sistema Solar sigue lleno de los suficientes restos de su formación como para generar un nivel de impactos tan alto, al mismo tiempo que nos abre una ventana a lo que pudo ser el agitado pasado lejano, cuando estos ocurrían de forma incomparablemente más alta.
Destellos luminosos captados por NELIOTA desde Febrero de 2017 hasta Diciembre de 2018.
El observatorio Kryoneri, cerca de la ciudad griega del mismo nombre, desde donde se realizada el proyecto NELIOTA.
Learning from lunar lights
viernes, diciembre 14, 2018
Retrato de un recién llegado
Observando la InSight desde la órbita.
Una de las tradiciones recientes de la exploración marciana es que la ya veterana Mars Reconnaissance Orbiter capte, con su potente cámara HiRISE, a los recién llegados a la superficie del planeta. Lo Hizo con Spirit, con Opportunity, con la Mars Phonix y el más reciente Curiosity, sin olvidar la fallida Schiaparelli. Por tanto era cuestión de tiempo que su afilada mirada se centrara en la recién llegada. Como así fue.
El 6 y el 11 de Diciembre la MRO fotografió a la InSight, así como el escudo térmico que la protegió durante la entrada atmosférica y el paracaídas, aún anclado a la parte superior de la "cáscara" que contenía la sonda durante su viaje interplanetario. El resultado, como siempre, es espléndido, aunque la luz reflejada hace que color resultante se sature, dando a la escena este tono verdoso. Por otro lado la fuerza de los retrocohetes removieron mucho polvo, generando en las imágenes de HiRISE esa zona oscura que vemos alrededor de ella. Lo mismo que con el paracaídas y el escudo, aunque en este caso es por el impacto resultante.
Una hermosa tradición, que esperemos se mantenga unos años más. La Mars Reconnaissance Orbiter sigue siendo la mirada más incisiva que tenemos del planeta rojo desde las alturas, y sin planes, al menos de momento, para enviar un remplazo solo podemos desearle que siga operativo muchos años más. Los rovers ExoMars y Mars 2020 esperan ya ser los siguientes en la larga lista de objetos de origen humano captados para la posteridad.
La Insight ya con los paneles solares desplegados.
El paracaídas y la parte superior de la cobertura metálica dentro de la que viajó la sonda.
Punto de impacto del escudo térmico.
Los lugares de descanso de los 3 elementos observados.
InSight haciéndose un autoretrato, a partir de diversas tomas realizadas por la cámara situada en su brazo robótico.
Mars InSight Lander Seen in First Images from Space
Una de las tradiciones recientes de la exploración marciana es que la ya veterana Mars Reconnaissance Orbiter capte, con su potente cámara HiRISE, a los recién llegados a la superficie del planeta. Lo Hizo con Spirit, con Opportunity, con la Mars Phonix y el más reciente Curiosity, sin olvidar la fallida Schiaparelli. Por tanto era cuestión de tiempo que su afilada mirada se centrara en la recién llegada. Como así fue.
El 6 y el 11 de Diciembre la MRO fotografió a la InSight, así como el escudo térmico que la protegió durante la entrada atmosférica y el paracaídas, aún anclado a la parte superior de la "cáscara" que contenía la sonda durante su viaje interplanetario. El resultado, como siempre, es espléndido, aunque la luz reflejada hace que color resultante se sature, dando a la escena este tono verdoso. Por otro lado la fuerza de los retrocohetes removieron mucho polvo, generando en las imágenes de HiRISE esa zona oscura que vemos alrededor de ella. Lo mismo que con el paracaídas y el escudo, aunque en este caso es por el impacto resultante.
Una hermosa tradición, que esperemos se mantenga unos años más. La Mars Reconnaissance Orbiter sigue siendo la mirada más incisiva que tenemos del planeta rojo desde las alturas, y sin planes, al menos de momento, para enviar un remplazo solo podemos desearle que siga operativo muchos años más. Los rovers ExoMars y Mars 2020 esperan ya ser los siguientes en la larga lista de objetos de origen humano captados para la posteridad.
La Insight ya con los paneles solares desplegados.
El paracaídas y la parte superior de la cobertura metálica dentro de la que viajó la sonda.
Punto de impacto del escudo térmico.
Los lugares de descanso de los 3 elementos observados.
InSight haciéndose un autoretrato, a partir de diversas tomas realizadas por la cámara situada en su brazo robótico.
Mars InSight Lander Seen in First Images from Space