Mars Express nos regala una inusual y espectacular vista del planeta rojo.
Lleva más de 10 años en órbita marciana, la única sonda, junto con la reciente y aún en activo Mangalyaan, que rompe el "monopolio" que la NASA tiene en este planeta en lo que se refiere a misiones en curso, y aunque suele quedar oculta por el mayor ruido mediático de sus compañeras norteamericanas, su trabajo científico, especialmente gracias a su radar MARSIS, que la convierte en la sonda con la mayor capacidad de estudio del subsuelo marciano de todas ellas, de valor incalculable. Un caudal científico que sigue creciendo, ya que continúa activa y trabajando a toda capacidad a pesar de haber superado hace tiempo sus expectativas de vida estimada.
Puede parecer que Mars Express ya nos mostró Marte de todas las maneras posibles, y que por tanto su capacidad de maravillarnos por lo inusual hace tiempo que está agotada. Pero eso es algo que la experiencia muestra que suele ser una forma de pensar errónea, sea cual sea la misión de la que hablemos. Y en el caso de nuestra protagonista un ejemplo de ello nos llegó el pasado 25 de Febrero en forma de una visión del planeta rojo con una perspectiva tan poco habitual como maravillosamente hermosa.
Durante la fase "normal" de captación de imágenes, la cámara en alta resolución suele apuntar directamente hacia la superficie, y cuando se encuentra en el punto más cercano de su órbita elíptica, a alrededor de unos 300 kilómetros de altura.
Pero en esta observación inusual, Mars Express giro de tal manera que su cámara enfocó hacia la superficie, pero muy por encima del planeta, y cerca de su punto más lejano a lo largo de su órbita, en este caso en torno a 9.900 kilómetros. No es un capricho, sino un sistema que permite a la cámara captar una serie de características de la superficie en las mismas condiciones de iluminación, lo que permite calibrar con más precisión sus sensores, algo esencial para su tarea científica. Pero el resultado, a pesar de que es el resultado de combinar diversas tomas y los datos de los diversos canales de color, es sin duda espectacular, posiblemente una de las más bellas panorámicas logradas por esta sonda en tiempos recientes, y quizás una de las mejores de toda su misión.
¿Que podemos ver en ella? En la parte inferior vemos la capa de hielo del polo sur, que comprende agua congelada y dióxido de carbono hielo. En ese momento era pleno Verano en el hemisferio Sur, por lo que su extensión se encontraba al mínimo, pero durante el invierno se extiende por las regiones lisas que se pueden ver que lo rodean.
La parte central de la imagen corresponde a las antiguas tierras altas del sur del planeta, y están cubiertas por una alta densidad de cráteres de impacto de diferentes tamaños y estados de la erosión, con muchos cráteres superpuestos.
Las primeras fotografías tomadas desde corta distancia por una sonda especial, la Mariner 4, el 1964, por casualidad correspondieron a esta región, lo que hizo pensar erróneamente que Marte era como La Luna, lo que supuso una enorme decepción (aún se soñaba con un mundo habitable, aunque fuera para la vida menos evolucionada) y una pérdida de interés que retrasó su exploración. Numerosos patrones de oscuras y polvorientas dunas también son visibles, arrastradas por el viento y que se depositan en vales y los cráteres de impacto.
Hacia la parte superior izquierda de la imagen se observa parte de la gigantesca cuenca Hellas Planitias, de más de 2200 km de diámetro y que se sumerge unos 8 km por debajo de la superficie. Se cree que es lo que queda de un colosal impacto ocurrido durante los primeros cientos de millones de años de vida de Marte.
Dos prominentes canales - Dao Vallis y Níger Vallis - se pueden ver rebasando el borde de la cuenca como oscuras líneas onduladas. También son visibles, cerca del horizonte, lo que parecen formaciones nubosas, mientras que la delicada silueta de la tenue atmósfera se dibujo sobre el oscuro fondo del espacio.
Más de una década con nosotros, y aún capaz, como podemos ver, de dejarnos maravillados.
Las principales características geográficas observadas en esta panorámica.
La imagen en contexto.
Mars Express, una veterana aún capaz de sorprendernos.
Sweeping over the south pole of Mars
domingo, septiembre 30, 2018
sábado, septiembre 29, 2018
En los orígenes del viajero
Gaia señala 4 posibles estrellas candidatas como lugar de procedencia de Oumuamua.
El viajero interestelar sigue su camino de regreso hacia las profundidades del espacio interestelar, dejado atrás no pocos descubrimientos (como su naturaleza cometaria) y aún más enigmas. Entre ellos su procedencia, algo en lo que muchos astrónomos han trabajado y lo siguen haciendo actualmente, ya que una vez delimitado ese punto clave nuestro entendimiento de las condiciones en que nació y los motivos por el que fue expulsado será mucho más clara. Y a la inversa, lo que ya sabemos de Oumuamua podría aplicarse al sistema de procedencia, del que habríamos tenido la suerte de examinar un fragmento de forma tan cercana.
Gaia es una herramienta clave en este esfuerzo. Su colosal catálogo de estrellas, donde se determina tanto su posición como trayectoria y velocidad radial (su movimiento con respecto al Sol), es un tesoro para este tipo de búsqueda, y eso es lo que hizo recientemente un equipo de astrónomos liderado por Coryn Bailer-Jones, del Instituto Max Planck de Astronomía de Heidelberg (Alemania), que se adentrado entre los datos del segundo lanzamiento de Gaia, publicado en abril. Especialmente un grupo de siete millones de estrellas que se alejan de nosotros, y de las cuales es posible reconstruir su trayectoria pasada.
El resultado de este esfuerzo son 4 estrellas, 4 posibles candidatos a ser el "hogar" de Oumuamua. Todas ellas se situaron en algún momento (entre 1 y 7 millones de años) cerca de el, y sus respectivas velocidades relativas fueron lo suficientemente bajas para encajar con los mecanismos de eyección propuestos.
Por un lado tenemos a HIP 3757, una enana roja, que hace un millón de años aproximadamente estaba a solo 1,96 años de luz en Oumuamua, en encuentro más cercano de todas ellas, pero en su contra está la velocidad relativa entre ambos (25 km/s) no apoya la posibilidad de que sea el hogar buscado. En el otro encontramos a HD 292249, una estrella similar al Sol, y con una velocidad relativa (10 km/s) mucho más acorde con lo buscado, pero en su contra pasó mucho más lejos. Las otras dos tiene cifras que se mueven entre ambas.¿Alguna de ellas es el punto de origen? Ninguna tiene sistemas planetarios conocidos (el encuentro con un planeta gigante es una de las posibilidades para explicar su expulsión), aunque es cierto también que aún no se han explorado, por lo que este aspecto concreto sigue siendo una incógnita.
Ninguna de ellas tiene necesariamente que ser el lugar de origen, y bien podrían ser solo lugares de paso, como lo fue el propio Sol, al cual se aproximó mucho más que en todos estos casos, aunque a velocidades ciertamente excesivas para engañar a hipotéticos astrónomos alienigenas. El examen en más profundidad de estas candidatas, más la publicación de nuevos y más amplios catálogos por parte de la misión Gaia, que podría llevar a localizar de nuevas, quizás nos de la respuesta definitiva.
Mirando atrás en el tiempo a través de los datos de Gaia, vemos como Omuamua (punto azul), paso cerca de estas 4 estrellas ahora señaladas (puntos rojos). El panel izquierdo muestra la vista desde el plano de nuestra galaxia, mientras que el panel derecho muestra la visión desde un punto de vista perpendicular al dicho plano. Ambos están en coordenadas galácticas, con el centro galáctico ubicado en (0,0,0).
Gaia, una auténtica revolución en nuestro conocimiento galáctico, en el espacio y en el tiempo.
Gaia encuentra candidatos para el origen interestelar de Oumuamua
El origen del asteroide 'Oumuamua se reduce a cuatro estrellas
El viajero interestelar sigue su camino de regreso hacia las profundidades del espacio interestelar, dejado atrás no pocos descubrimientos (como su naturaleza cometaria) y aún más enigmas. Entre ellos su procedencia, algo en lo que muchos astrónomos han trabajado y lo siguen haciendo actualmente, ya que una vez delimitado ese punto clave nuestro entendimiento de las condiciones en que nació y los motivos por el que fue expulsado será mucho más clara. Y a la inversa, lo que ya sabemos de Oumuamua podría aplicarse al sistema de procedencia, del que habríamos tenido la suerte de examinar un fragmento de forma tan cercana.
Gaia es una herramienta clave en este esfuerzo. Su colosal catálogo de estrellas, donde se determina tanto su posición como trayectoria y velocidad radial (su movimiento con respecto al Sol), es un tesoro para este tipo de búsqueda, y eso es lo que hizo recientemente un equipo de astrónomos liderado por Coryn Bailer-Jones, del Instituto Max Planck de Astronomía de Heidelberg (Alemania), que se adentrado entre los datos del segundo lanzamiento de Gaia, publicado en abril. Especialmente un grupo de siete millones de estrellas que se alejan de nosotros, y de las cuales es posible reconstruir su trayectoria pasada.
El resultado de este esfuerzo son 4 estrellas, 4 posibles candidatos a ser el "hogar" de Oumuamua. Todas ellas se situaron en algún momento (entre 1 y 7 millones de años) cerca de el, y sus respectivas velocidades relativas fueron lo suficientemente bajas para encajar con los mecanismos de eyección propuestos.
Por un lado tenemos a HIP 3757, una enana roja, que hace un millón de años aproximadamente estaba a solo 1,96 años de luz en Oumuamua, en encuentro más cercano de todas ellas, pero en su contra está la velocidad relativa entre ambos (25 km/s) no apoya la posibilidad de que sea el hogar buscado. En el otro encontramos a HD 292249, una estrella similar al Sol, y con una velocidad relativa (10 km/s) mucho más acorde con lo buscado, pero en su contra pasó mucho más lejos. Las otras dos tiene cifras que se mueven entre ambas.¿Alguna de ellas es el punto de origen? Ninguna tiene sistemas planetarios conocidos (el encuentro con un planeta gigante es una de las posibilidades para explicar su expulsión), aunque es cierto también que aún no se han explorado, por lo que este aspecto concreto sigue siendo una incógnita.
Ninguna de ellas tiene necesariamente que ser el lugar de origen, y bien podrían ser solo lugares de paso, como lo fue el propio Sol, al cual se aproximó mucho más que en todos estos casos, aunque a velocidades ciertamente excesivas para engañar a hipotéticos astrónomos alienigenas. El examen en más profundidad de estas candidatas, más la publicación de nuevos y más amplios catálogos por parte de la misión Gaia, que podría llevar a localizar de nuevas, quizás nos de la respuesta definitiva.
Mirando atrás en el tiempo a través de los datos de Gaia, vemos como Omuamua (punto azul), paso cerca de estas 4 estrellas ahora señaladas (puntos rojos). El panel izquierdo muestra la vista desde el plano de nuestra galaxia, mientras que el panel derecho muestra la visión desde un punto de vista perpendicular al dicho plano. Ambos están en coordenadas galácticas, con el centro galáctico ubicado en (0,0,0).
Gaia, una auténtica revolución en nuestro conocimiento galáctico, en el espacio y en el tiempo.
Gaia encuentra candidatos para el origen interestelar de Oumuamua
El origen del asteroide 'Oumuamua se reduce a cuatro estrellas
viernes, septiembre 28, 2018
Disfrutando de un nuevo mundo
Nuevas imágenes de los rovers Minerva.
La aventura acaba de comenzar, los "premios gordos", como Mascot y Minerva-II2, aún esperan en la Hayabusa 2 que les llegue su momento de aterrizar en Ryugu, y por encima de todo aún estamos a meses de que la misma sonda se lance a la caza de su más preciado objetivo, el tomar muestras directas del material del asteroide para su posterior transporte de la Tierra. En cierta forma estamos ahora viviendo solo prólogo de la gran aventura, pero estos primeras páginas están siendo tan maravillosas que no podemos sino intentar imaginar lo que será el futuro.
Porque lo que están logrando los dos pequeños rovers Minerva, que nunca debemos olvidar que son realmente diminutos, apenas de 18 centímetros de diámetro, 7 de altura y una masa de 1,1 kg, es extraordinario. Lo fueron sus primeras imágenes, publicadas hace varios días, y aún lo son más las que recientemente han salido a la luz, y que nos muestran en todo su esplendor este diminuto mundo alienigena que ambos vehículos están recorriendo, no desplazándose como un rover clásico, sino dando largos saltos de unos 15 metros. El resultado, especialmente cuando las imágenes corresponden a esos momentos, minutos en realidad, que permanecen en el "aire", no podría ser más hipnótico.
"Por favor, tómense un momento para disfrutar 'de pie' en este nuevo mundo", decían los miembros de la JAXA ante estos resultados, especialmente ante un vídeo compuesto de 15 tomas realizadas a lo largo de más de una hora terrestre, y que permite ver al Sol moverse sobre la bóveda celeste de Ryugu. O más exactamente, ser conscientes de la rotación del propio asteroide. Razón no les falta. Hayabusa 2 y su flota de compañeras de viaje están literalmente asaltando un pequeño y nuevo mundo, recorriéndolo de un extremo a otro. Cuando su viaje concluya y llegue la hora de regresar a la Tierra, Ryugu será el objeto celeste de cuya superficie más proporción habremos explorado de forma directa. Los dos pequeñas Minerva apenas son el comienzo.
Tres imágenes tomadas el 23 de Setiembre por Minerva 1B mientras daba su primer salto, y que permitió comprobar que esta había ocurrido como estaba previsto.
Imágen tomada justo antes de que 1B diera su salto.
Y una vez concluído este. Un nuevo paisaje ante los ojos de 1B.
La sombra proyectada por el propio 1A y captada por sus cámaras.
Las 15 tomas realizadas a lo largo de algo más de una hora por parte de 1B permitió dar forma a esta película, con el Sol moviéndose sobre el horizonte de Ryugu. Increíble.
No solo Minerva está brillando. La propia Hayabusa 2 nos deslumbró con su cámara ONC-T (Optical Navigation Camera - Telescopic).
MINERVA-II1: Images from the surface of Ryugu
Nuevas imágenes desde la superficie de Ryugu
La aventura acaba de comenzar, los "premios gordos", como Mascot y Minerva-II2, aún esperan en la Hayabusa 2 que les llegue su momento de aterrizar en Ryugu, y por encima de todo aún estamos a meses de que la misma sonda se lance a la caza de su más preciado objetivo, el tomar muestras directas del material del asteroide para su posterior transporte de la Tierra. En cierta forma estamos ahora viviendo solo prólogo de la gran aventura, pero estos primeras páginas están siendo tan maravillosas que no podemos sino intentar imaginar lo que será el futuro.
Porque lo que están logrando los dos pequeños rovers Minerva, que nunca debemos olvidar que son realmente diminutos, apenas de 18 centímetros de diámetro, 7 de altura y una masa de 1,1 kg, es extraordinario. Lo fueron sus primeras imágenes, publicadas hace varios días, y aún lo son más las que recientemente han salido a la luz, y que nos muestran en todo su esplendor este diminuto mundo alienigena que ambos vehículos están recorriendo, no desplazándose como un rover clásico, sino dando largos saltos de unos 15 metros. El resultado, especialmente cuando las imágenes corresponden a esos momentos, minutos en realidad, que permanecen en el "aire", no podría ser más hipnótico.
"Por favor, tómense un momento para disfrutar 'de pie' en este nuevo mundo", decían los miembros de la JAXA ante estos resultados, especialmente ante un vídeo compuesto de 15 tomas realizadas a lo largo de más de una hora terrestre, y que permite ver al Sol moverse sobre la bóveda celeste de Ryugu. O más exactamente, ser conscientes de la rotación del propio asteroide. Razón no les falta. Hayabusa 2 y su flota de compañeras de viaje están literalmente asaltando un pequeño y nuevo mundo, recorriéndolo de un extremo a otro. Cuando su viaje concluya y llegue la hora de regresar a la Tierra, Ryugu será el objeto celeste de cuya superficie más proporción habremos explorado de forma directa. Los dos pequeñas Minerva apenas son el comienzo.
Tres imágenes tomadas el 23 de Setiembre por Minerva 1B mientras daba su primer salto, y que permitió comprobar que esta había ocurrido como estaba previsto.
Incluso en un mundo tan pequeño hay sitios para lo sorprendente. El 23 de Septiembre Minerva 1A tomaba esta espectacular instantánea, donde se plasmaba formaciones geológicos no menos llamativos.
Y una vez concluído este. Un nuevo paisaje ante los ojos de 1B.
La sombra proyectada por el propio 1A y captada por sus cámaras.
Las 15 tomas realizadas a lo largo de algo más de una hora por parte de 1B permitió dar forma a esta película, con el Sol moviéndose sobre el horizonte de Ryugu. Increíble.
No solo Minerva está brillando. La propia Hayabusa 2 nos deslumbró con su cámara ONC-T (Optical Navigation Camera - Telescopic).
MINERVA-II1: Images from the surface of Ryugu
Nuevas imágenes desde la superficie de Ryugu
jueves, septiembre 27, 2018
Allí donde duermen los sueños
Mars Reconnaissance Orbiter se reencuentra con Opportunity.
El silencio sigue, el tiempo pasa y las esperanzas disminuyen. Aunque todos estamos deseando con todas nuestras fuerzas que de nuevamente señales de vida, de escuchar su "voz", por tenue que esta sea, la realidad no tiene la obligación de ser amable con nosotros. Y esta dice que han pasado ya más de 100 días sin saber nada de el, que soportó una de las más intensas y letales tormentas vistas en el planeta rojo en años y que llevaba sobre sus espaldas el peso de 15 años aguantando el paso del tiempo y las condiciones extremas que le rodeaban. Una combinación letal.
Aún no es hora de dar por cerrada esta historia maravillosa, y la NASA sigue adelante con su campaña activa por intentar despertarlo, dentro de esos 45 días "de gracia" otorgados a este veterano explorador. Días que van cayendo uno a uno. Pero mientras estamos entrando en lo que podría ser el epílogo final para Opportunity, más allá del polvo y las tenues nubes marcianas, una vieja compañera no se olvida de el.
Y es que el pasado 20 se Septiembre la Mars Reconnaissance Orbiter fotografió a Opportunity donde ahora descansa, dentro de Marathon Valley, el pequeño valle que se adentra en el cráter Endeavour y por el que estaba descendiendo cuando la tormenta se le hecho encima y lo sumió en una oscuridad jamás experimentada. No es la primera vez que esta sonda capta al rover en su viaje, pero si la primera vez desde que ocurrió ese evento climático, y aunque no se puede extraer demasiada información sobre su estado, su que nos permite definir dos puntos importantes: No está enterrado por el polvo y que, aún más importante, los cielos ya se han limpiado lo suficiente como para que la luz llegue casi sin limitaciones a la superficie, y por ello a los paneles solares.
Si aún late una chispa de vida (si se me permite la licencia poética) en el corazón de Opportunity, actualmente debería estar recargándose y podría despertar en cualquier momento. Y si no es así, si su tiempo ya pasó, siempre nos quedará contemplarlo en su lugar de descanso eterno, como un pequeño, pero al mismo tiempo enorme, monumento a una de las aventuras más maravillosas jamás vividas.
Nunca te olvidaremos, pequeño amigo. Pase lo que pase.
Mars Reconnaissance Orbiter acompañó a Opportunity casi desde el inicio de su aventura. Y quizás lo habrá hecho hasta el mismísimo final.
El hibernado rover Opportunity, avistado desde la órbita de Marte
El silencio sigue, el tiempo pasa y las esperanzas disminuyen. Aunque todos estamos deseando con todas nuestras fuerzas que de nuevamente señales de vida, de escuchar su "voz", por tenue que esta sea, la realidad no tiene la obligación de ser amable con nosotros. Y esta dice que han pasado ya más de 100 días sin saber nada de el, que soportó una de las más intensas y letales tormentas vistas en el planeta rojo en años y que llevaba sobre sus espaldas el peso de 15 años aguantando el paso del tiempo y las condiciones extremas que le rodeaban. Una combinación letal.
Aún no es hora de dar por cerrada esta historia maravillosa, y la NASA sigue adelante con su campaña activa por intentar despertarlo, dentro de esos 45 días "de gracia" otorgados a este veterano explorador. Días que van cayendo uno a uno. Pero mientras estamos entrando en lo que podría ser el epílogo final para Opportunity, más allá del polvo y las tenues nubes marcianas, una vieja compañera no se olvida de el.
Y es que el pasado 20 se Septiembre la Mars Reconnaissance Orbiter fotografió a Opportunity donde ahora descansa, dentro de Marathon Valley, el pequeño valle que se adentra en el cráter Endeavour y por el que estaba descendiendo cuando la tormenta se le hecho encima y lo sumió en una oscuridad jamás experimentada. No es la primera vez que esta sonda capta al rover en su viaje, pero si la primera vez desde que ocurrió ese evento climático, y aunque no se puede extraer demasiada información sobre su estado, su que nos permite definir dos puntos importantes: No está enterrado por el polvo y que, aún más importante, los cielos ya se han limpiado lo suficiente como para que la luz llegue casi sin limitaciones a la superficie, y por ello a los paneles solares.
Si aún late una chispa de vida (si se me permite la licencia poética) en el corazón de Opportunity, actualmente debería estar recargándose y podría despertar en cualquier momento. Y si no es así, si su tiempo ya pasó, siempre nos quedará contemplarlo en su lugar de descanso eterno, como un pequeño, pero al mismo tiempo enorme, monumento a una de las aventuras más maravillosas jamás vividas.
Nunca te olvidaremos, pequeño amigo. Pase lo que pase.
Mars Reconnaissance Orbiter acompañó a Opportunity casi desde el inicio de su aventura. Y quizás lo habrá hecho hasta el mismísimo final.
El hibernado rover Opportunity, avistado desde la órbita de Marte
martes, septiembre 25, 2018
La imagen del éxito
MAVEN celebra su 4º aniversario con un "selfie".
La moda de los autoretratos, conocidos ya universalmente por su denominación inglesa, parece haber llegado para quedarse. En la Tierra y en el espacio. Pero mientras muchos de los "selfies" terrestres son de gracia discutible, cuando los protagonistas son sondas interplanetarias la cosa es bien diferente, ya que esa imagen no es solo inspiradora, sino fruto del trabajo incesante de muchísima gente, que a lo largo de los años hicieron posible su existencia, su lanzamiento y, al fin y al cabo, que haya llegado hasta ahí. Por eso es emocionante, especialmente para cualquier apasionado por la exploración espacial, cuando alguna de ellas nos hace un regalo de esta clase.
Y la más reciente en hacerlo es MAVEN, que coincidiendo con el 4º aniversario desde su llegada a Marte, nos acaba de ofrecer lo más cercano a un "selfie". Utilizando su espectrógrafo ultravioleta (IUVS), que normalmente analiza las emisiones ultravioletas de la atmósfera superior marciana, y haciendo que gire alrededor del brazo robótico de 1.2 metros en el que está instalado y mirando hacia atrás, pudo captar partes de la propia sonda. Un "selfie" que es en realidad una combinación de 21 imágenes tomadas desde diferentes ángulos. No es el más espectacular jamás realizado, ya que los increíbles autoretratos de Curiosity son infinitamente superiores, pero si se tiene en cuenta que, a diferencia de este último, no se diseñó para algo así, el resultado es más remarcable.
Llegada a órbita marciana el 21 de Septiembre de 2013, MAVEN ya cumplió todos sus objetivos científicos principales, y entre sus hallazgos están las evidencias de la pérdida de gran parte de su antigua atmósfera a causa del viento solar, lo que está directamente relacionado con su evolución climática, que las tormentas solares aumentas en nivel de pérdida por un factor de 10, la existencia de dos nuevos tipos de auroras marcianas, difusa y protónica, ninguna de las cuales tiene una conexión directa con el campo magnético local o global, como ocurre con las auroras en la Tierra, y la detección de una capa de iones metálicos en la ionosfera, la primera detección directa en cualquier planeta que no sea la Tierra. Igualmente demostró que la mayoría del CO2 en el planeta se ha perdido en el espacio y que no queda lo suficiente para terraformar el planeta calentándolo, incluso si todo el que queda pudiera liberarse y regresar a la atmósfera.
Y aún tiene mucho trabajo por delante. El próximo año, los ingenieros iniciarán una maniobra de aerofrenado para desacelerarla y reducir el punto más alto de su órbita, mejorando así su capacidad de servir como un relé de comunicaciones para los datos de los exploradores en la superficie. Ya lo hace actualmente, pero después de este cambio realizará esta función más a menudo. Todo ello sin abandonar su campaña científica, que una vez con todos los objetivos alcanzados, sigue para profundizar más en lo logrado.
En definitiva, esta imagen es la visualización del éxito, de una sonda que logró todo lo que buscaba y que ahora, mientras se prepara para nuevos retos, nos hace este pequeño pero maravillos regalo.
Esta imagen identifica las diversas partes del selfie deMAVEN, con un boceto de la nave espacial para comparar.
Esta imagen muestra parte deMAVEN con Marte de fondo. Esta es una de las imágenes individuales que componen la selfie, que muestra el magnetómetro y el sensor solar en el extremo del panel solar. La mancha oscura en la parte superior de la imagen es el volcán Olympus Mons.
NASA’s MAVEN Selfie Marks Four Years in Orbit at Mars
La moda de los autoretratos, conocidos ya universalmente por su denominación inglesa, parece haber llegado para quedarse. En la Tierra y en el espacio. Pero mientras muchos de los "selfies" terrestres son de gracia discutible, cuando los protagonistas son sondas interplanetarias la cosa es bien diferente, ya que esa imagen no es solo inspiradora, sino fruto del trabajo incesante de muchísima gente, que a lo largo de los años hicieron posible su existencia, su lanzamiento y, al fin y al cabo, que haya llegado hasta ahí. Por eso es emocionante, especialmente para cualquier apasionado por la exploración espacial, cuando alguna de ellas nos hace un regalo de esta clase.
Y la más reciente en hacerlo es MAVEN, que coincidiendo con el 4º aniversario desde su llegada a Marte, nos acaba de ofrecer lo más cercano a un "selfie". Utilizando su espectrógrafo ultravioleta (IUVS), que normalmente analiza las emisiones ultravioletas de la atmósfera superior marciana, y haciendo que gire alrededor del brazo robótico de 1.2 metros en el que está instalado y mirando hacia atrás, pudo captar partes de la propia sonda. Un "selfie" que es en realidad una combinación de 21 imágenes tomadas desde diferentes ángulos. No es el más espectacular jamás realizado, ya que los increíbles autoretratos de Curiosity son infinitamente superiores, pero si se tiene en cuenta que, a diferencia de este último, no se diseñó para algo así, el resultado es más remarcable.
Llegada a órbita marciana el 21 de Septiembre de 2013, MAVEN ya cumplió todos sus objetivos científicos principales, y entre sus hallazgos están las evidencias de la pérdida de gran parte de su antigua atmósfera a causa del viento solar, lo que está directamente relacionado con su evolución climática, que las tormentas solares aumentas en nivel de pérdida por un factor de 10, la existencia de dos nuevos tipos de auroras marcianas, difusa y protónica, ninguna de las cuales tiene una conexión directa con el campo magnético local o global, como ocurre con las auroras en la Tierra, y la detección de una capa de iones metálicos en la ionosfera, la primera detección directa en cualquier planeta que no sea la Tierra. Igualmente demostró que la mayoría del CO2 en el planeta se ha perdido en el espacio y que no queda lo suficiente para terraformar el planeta calentándolo, incluso si todo el que queda pudiera liberarse y regresar a la atmósfera.
Y aún tiene mucho trabajo por delante. El próximo año, los ingenieros iniciarán una maniobra de aerofrenado para desacelerarla y reducir el punto más alto de su órbita, mejorando así su capacidad de servir como un relé de comunicaciones para los datos de los exploradores en la superficie. Ya lo hace actualmente, pero después de este cambio realizará esta función más a menudo. Todo ello sin abandonar su campaña científica, que una vez con todos los objetivos alcanzados, sigue para profundizar más en lo logrado.
En definitiva, esta imagen es la visualización del éxito, de una sonda que logró todo lo que buscaba y que ahora, mientras se prepara para nuevos retos, nos hace este pequeño pero maravillos regalo.
Esta imagen identifica las diversas partes del selfie deMAVEN, con un boceto de la nave espacial para comparar.
Esta imagen muestra parte deMAVEN con Marte de fondo. Esta es una de las imágenes individuales que componen la selfie, que muestra el magnetómetro y el sensor solar en el extremo del panel solar. La mancha oscura en la parte superior de la imagen es el volcán Olympus Mons.
NASA’s MAVEN Selfie Marks Four Years in Orbit at Mars
domingo, septiembre 23, 2018
Post Vintage (285): El exótico mundo de las estrellas
Un curiosa conjunto de 5 componentes muestra la complejidad de los sistemas estelares.
El Sol es, por lo que sabemos, una estrella solitaria, y en eso forma parte de un grupo selecto. Y que se estima que los sistemas estelares múltiples ganan en número a los simples por una proporción de dos a uno, siendo estos últimos, por tanto, casi la excepción que confirma la regla. Son diversos los ejemplos que tenemos en nuestro vecindario, como Alfa Centauri, la estrella más cercana, un sistema estelar triple, o la brillante Castor, en la constelación de Géminis, nada menos que con 6 integrantes, todo un "peso pesado". Y se conocen muchos más. El realidad están ante nuestros ojos, aunque desde la distancia, y a simple vista, parecen estrellas individuales.
Ahora, el observatorio robótico SuperWASP-North (Wide Angle Search for Planets), situado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de Palma, las Canarias, nos descubre el sistema estelar 1SWASP J093010.78+533859.5 (este largo nombre indica a este observatorio como el responsable, además su posición en el firmamento terrestre, hacia la constelación de la Osa Mayor), una extraordinaria, aunque no única, familia estelar de 5 miembros.
En ella encontramos una pareja de binarios en contacto de 0,9 y 0,3 masas solares respectivamente, en un apretado abrazo cuya órbita completan una vez cada 6 horas. Están tan cerca que se distorsionan por su gravedad mutua, hasta el punto de que sus Fotosferas se tocan, como indica su nombre. La otra pareja del sistema, con 0,8 y 0,7 masas solares, orbitan una alrededor de la otra a unos 21.000 millones de kilómetros de la primera, suficiente distancia para que pudiera caber todo el Sistema Solar Plutón y Eris. Y para completar la familia, utilizando una técnica conocida como espectroscopia para desentrañar las firmas individuales de los espectros de luz en binarias, reveló la presencia de una quinta estrella, en órbita alrededor de esta segunda pareja a una distancia de 2.000.000.000 de kilómetros (algo más que la distancia de Saturno al Sol). La solitaria de la familia.
"Es un sistema estelar verdaderamente exótico", explicó Marcus Lohr, uno de los descubridores. "En principio, no hay razón para que no podrían existir planetas en órbita alrededor de cada una de las parejas de estrellas". De existir, la "noche" sería un concepto raro, exótico, ya que para se ocurriera las 5 estrellas tendrían que en una conjunción muy cerca cerca, algo que sólo sucedería una vez cada órbita. Tal planeta es un elemento básico de la ciencia ficción, incluyendo Tatooine de Star Wars (que órbita una binaria), o el sistema estelar múltiple de la serie Firefly. Aunque lo más parecido sería el que vemos en la serie Battlestar Galactica, que existen en una configuración de doble pareja similar.
Para los astrónomos este sistema estelar es sorprendente, no tanto por su complejidad, ya que existen otros con tantos e incluso más estrellas, como por el hecho de que ambas parejas de binarias se eclipsan una a la otra a lo largo de nuestra línea de visión, algo que hemos visto en contadas ocasiones, como en los sistemas BV / BW Draconis y V994 Herculis. El hecho mismo de que las órbitas de los dos pares de estrellas están en inclinaciones similares proporcionará información clave a los investigadores que les ayude a suponer cómo se formó este sistema.
El observatorio automatizado SuperWASP-North, en La Palma. Junto con el SuperWASP-South, situado en Sudáfrica, rastrea el firmamento buscando exoplanetas a través del método del tránsito astronómico.
La estrella más cercana al Sol es un sistema estelar triple, con dos parecidas al Sol y una tenue Enana Roja, señalada con un círculo. No es algo excepcional, ya que estadísticamente existen más sistemas múltiples que astros solitarios, como es la nuestra.
Tatooine parecía, cuando se mostró en la primera película de Star Wars, algo extremadamente exótico, algo que solo podía existir en la fantasía. Hoy día parece ampliamente superado.
En la nueva versión de la serie Galáctica encontramos un sistema de 4 estrellas. La realidad, como vemos, siempre acaba igualando y superando la ficción.
Astronomers Spot a Intriguing ‘5-Star’ Multiple System
El Sol es, por lo que sabemos, una estrella solitaria, y en eso forma parte de un grupo selecto. Y que se estima que los sistemas estelares múltiples ganan en número a los simples por una proporción de dos a uno, siendo estos últimos, por tanto, casi la excepción que confirma la regla. Son diversos los ejemplos que tenemos en nuestro vecindario, como Alfa Centauri, la estrella más cercana, un sistema estelar triple, o la brillante Castor, en la constelación de Géminis, nada menos que con 6 integrantes, todo un "peso pesado". Y se conocen muchos más. El realidad están ante nuestros ojos, aunque desde la distancia, y a simple vista, parecen estrellas individuales.
Ahora, el observatorio robótico SuperWASP-North (Wide Angle Search for Planets), situado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de Palma, las Canarias, nos descubre el sistema estelar 1SWASP J093010.78+533859.5 (este largo nombre indica a este observatorio como el responsable, además su posición en el firmamento terrestre, hacia la constelación de la Osa Mayor), una extraordinaria, aunque no única, familia estelar de 5 miembros.
En ella encontramos una pareja de binarios en contacto de 0,9 y 0,3 masas solares respectivamente, en un apretado abrazo cuya órbita completan una vez cada 6 horas. Están tan cerca que se distorsionan por su gravedad mutua, hasta el punto de que sus Fotosferas se tocan, como indica su nombre. La otra pareja del sistema, con 0,8 y 0,7 masas solares, orbitan una alrededor de la otra a unos 21.000 millones de kilómetros de la primera, suficiente distancia para que pudiera caber todo el Sistema Solar Plutón y Eris. Y para completar la familia, utilizando una técnica conocida como espectroscopia para desentrañar las firmas individuales de los espectros de luz en binarias, reveló la presencia de una quinta estrella, en órbita alrededor de esta segunda pareja a una distancia de 2.000.000.000 de kilómetros (algo más que la distancia de Saturno al Sol). La solitaria de la familia.
"Es un sistema estelar verdaderamente exótico", explicó Marcus Lohr, uno de los descubridores. "En principio, no hay razón para que no podrían existir planetas en órbita alrededor de cada una de las parejas de estrellas". De existir, la "noche" sería un concepto raro, exótico, ya que para se ocurriera las 5 estrellas tendrían que en una conjunción muy cerca cerca, algo que sólo sucedería una vez cada órbita. Tal planeta es un elemento básico de la ciencia ficción, incluyendo Tatooine de Star Wars (que órbita una binaria), o el sistema estelar múltiple de la serie Firefly. Aunque lo más parecido sería el que vemos en la serie Battlestar Galactica, que existen en una configuración de doble pareja similar.
Para los astrónomos este sistema estelar es sorprendente, no tanto por su complejidad, ya que existen otros con tantos e incluso más estrellas, como por el hecho de que ambas parejas de binarias se eclipsan una a la otra a lo largo de nuestra línea de visión, algo que hemos visto en contadas ocasiones, como en los sistemas BV / BW Draconis y V994 Herculis. El hecho mismo de que las órbitas de los dos pares de estrellas están en inclinaciones similares proporcionará información clave a los investigadores que les ayude a suponer cómo se formó este sistema.
El observatorio automatizado SuperWASP-North, en La Palma. Junto con el SuperWASP-South, situado en Sudáfrica, rastrea el firmamento buscando exoplanetas a través del método del tránsito astronómico.
La estrella más cercana al Sol es un sistema estelar triple, con dos parecidas al Sol y una tenue Enana Roja, señalada con un círculo. No es algo excepcional, ya que estadísticamente existen más sistemas múltiples que astros solitarios, como es la nuestra.
Tatooine parecía, cuando se mostró en la primera película de Star Wars, algo extremadamente exótico, algo que solo podía existir en la fantasía. Hoy día parece ampliamente superado.
En la nueva versión de la serie Galáctica encontramos un sistema de 4 estrellas. La realidad, como vemos, siempre acaba igualando y superando la ficción.
Astronomers Spot a Intriguing ‘5-Star’ Multiple System
sábado, septiembre 22, 2018
Saltando sobre un asteroide
La primera Hayabusa dejó para la posteridad una historia de éxito final, pero también no pocas frustraciones y objetivos que no pudieron cumplirse tal como se esperaba. Uno de ellos fue el fracaso de su intento de hacer aterrizar a la pequeña Minerva en el asteroide Itokawa, que terminó perdiéndose en el espacio. Era una cuenta pendiente para la JAXA, y hoy podemos decir que finalmente esta dolorosa página en la historia de la Agencia Espacial Japonesa puede darse por cerrada y superada. Los sucesores han vengado a su predecesora.
Han sido horas de incertidumbre, ya que la falta de noticias sobre lo ocurrido con los dos rovers MINERVA-II (MIcro Nano Experimental Robot Vehicle for Asteroid) una vez separadas de la Hayabusa 2 hacia pensar lo peor. Finalmente no hubo problema alguno en esta delicada operación, solo con la capacidad de comunicación de la JAXA, que sigue a años luz por detrás de la NASA. La realidad, como se confirmó recientemente, es que ambos vehículos, habían aterrizado con éxito sobre el asteroide Ryugu, enviando los primeros datos e imágenes, y en el caso de MINERVA-II1A, ya había realizado su primer salto, la forma con la que, sacando partido a la ínfima gravedad del asteroide, se irán desplazando para alcanzar otras regiones.
Estos diminutos exploradores miden 18 centímetros, con una altura de 7 centímetros, y un peso de 1,1 kilos. Pese a ello están provistos de cámaras (4 el 1A y 3 el 1B) y sensores para medir la temperatura de la superficie. Cubiertos de paneles solares y con la capacidad de saltar grandes distancias, durante los cuales se espera que permanezcan hasta 15 minutos flotando sobre la superficie, podrían permanecer operativas mientras la Hayabusa 2 siga en las cercanías del asteroide. Y en los próximos meses con compañía, ya que Minerva-II 2 un módulo de aterrizaje más completo aunque en este caso inmóvil, y el vehículo Mascot, deberán seguirles en esta aventura. Ryugu será un lugar ciertamente transitado.
Es solo el primer paso de una misión ambiciosa y compleja, pero después de la experiencia de la primera Hayabusa, su éxito implica romper una barrera mental, curar la herida de ese fiasco. El manager del proyecto, Makoto Yoshikawa, seguramente habla en nombre de todos con sus palabras una vez confirmado que todo había concluido con éxito:"Me conmovió ver a estos pequeños rovers explorar con éxito la superficie de un asteroides, porque no lo pudimos lograr con Hayabusa, hace 13 años". Ahora, finalmente, pueden seguir avanzando.El futuro se promete brillante.
Imagen enviada por
Imagen tomada inmediatamente después de la separación de la Hayabusa2, que puede verse en la parte superior. La imagen está borrosa porque la foto fue tomada mientras estaba girando sobre si mismo.
Ryugu desde pocas decenas de metros de altura, tomada por 1B poco después de la separación.
Los dos pequeños rovers MINERVA-II1, ahora ya en Ryugu, junto con el contenedor que las transportada.
MINERVA-II1: Successful image capture, landing on Ryugu and hop!
viernes, septiembre 21, 2018
A la caza de un error
RemoveDEBRIS prueba con éxito su red para atrapar basura espacial.
Es una de los grandes problemas para un escenario cada vez más vital para nuestra civilización y con un tránsito igualmente cada vez más intenso. Y donde hay actividad humana, hay basura, restos desechados y aparatos estropeados. Es una ley que se cumple en tierra, y ahora se cumple igualmente en la órbita terrestre, donde 60 años de actividad aeroespacial desenfrenada han rodeado a la Tierra de un casi invisible anillo de objetos de todo tipo, un río de desechos que obliga hoy día a una vigilancia constante para seguir el rumbo de los más peligrosos. La propia ISS incluso ha debido afrontar maniobras de cambio de trayectoria para reducir riesgos. Es una realidad que obliga a tomar medidas.
Muchas son las propuestas desarrolladas a lo largo de los años, pero pocas llegan poco más allá de la mesa de diseño. Y entre estos pocos se encuentra RemoveDEBRIS, un pequeño satélite británico desarrollado por un consorcio de empresas y instituciones científicas lideradas por el Centro Espacial de la Universidad de Surrey, y que recientemente se convirtió en una fascinante realidad cuando fue lanzado desde la ISS y este pasado 16 de Septiembre realizó con éxito el primer ensayo de su sistema de captura de basura espacial: Lanzado una red para atrapar a un objeto desplegado justo antes para hacer el papel de supuesto fragmento de estos indeseables compañeros orbitales. Las imágenes no puede ser más increíble, apuntando un futuro en que quizás incluso compañías privadas creen su propia flota de limpieza orbital, al igual que existen flotas de caminos de basura recorriendo las calles de las grandes ciudades.
"Estamos absolutamente encantados con el resultado de la tecnología de esta red. Si bien podría parecer una idea simple,la complejidad del uso de una red en el espacio para capturar un pedazo de escombro llevó muchos años de planificación, ingeniería y coordinación entre el Centro Espacial Surrey, Airbus y nuestros socios, pero hay más trabajo por hacer. Estos son tiempos muy emocionantes para todos nosotros", explica Guglielmo Aglietti, Director del Centro Espacial Surrey.
"Para desarrollar esta tecnología de red para capturar desechos espaciales, pasamos 6 años probando vuelos parabólicos, en torres especiales y también en cámaras de vacío térmico. Nuestro pequeño equipo de ingenieros y técnicos han hecho un trabajo increíble acercándonos un paso más a limpiar la órbita baja de la Tierra", concluye Ingo Retat, jefe de proyecto.
Un logro espectacular, pero que solo es el primero de los pasos a seguir, ya que la tecnología ADR (active debris removal) tiene varios elementos más. En los próximos meses se pondrá a prueba un sistema de navegación basado en visión que usa cámaras y tecnología LiDaR para analizar y observar posibles desechos, un innovador sistema de arpones para hacer estas capturas y una vela de arrastre que deberá impulsar al pequeño RemoveDEBRIS hacia la atmósfera para su destrucción final, poniendo así final a su misión. De completarse con éxito todos estos pasos, la lucha contra esta amenaza, fruto inevitable del desarrollo espacial, aunque también en buena parte al hecho de que no se tuvo en cuenta tal circunstancias cuando se planificaban los lanzamientos, habrá dado un paso de gigante. Y nada es más necesario.
RemoveDEBRIS, el primer paso en la lucha contra la basura espacial.
RemoveDEBRIS antes de su lanzamiento a bordo de una Dragon de Space X, el pasado Abril, y después de su llegada a la ISS.
Este pequeño satélite está armado con un pequeño arsenal en su lucha contra la basura espacial. Si éxito podría abrir las puertas a una flota de estos pequeños cazadores.
A la caza de la basura.
Una red atrapa con éxito desechos espaciales
Net successfully snares space debris
Es una de los grandes problemas para un escenario cada vez más vital para nuestra civilización y con un tránsito igualmente cada vez más intenso. Y donde hay actividad humana, hay basura, restos desechados y aparatos estropeados. Es una ley que se cumple en tierra, y ahora se cumple igualmente en la órbita terrestre, donde 60 años de actividad aeroespacial desenfrenada han rodeado a la Tierra de un casi invisible anillo de objetos de todo tipo, un río de desechos que obliga hoy día a una vigilancia constante para seguir el rumbo de los más peligrosos. La propia ISS incluso ha debido afrontar maniobras de cambio de trayectoria para reducir riesgos. Es una realidad que obliga a tomar medidas.
Muchas son las propuestas desarrolladas a lo largo de los años, pero pocas llegan poco más allá de la mesa de diseño. Y entre estos pocos se encuentra RemoveDEBRIS, un pequeño satélite británico desarrollado por un consorcio de empresas y instituciones científicas lideradas por el Centro Espacial de la Universidad de Surrey, y que recientemente se convirtió en una fascinante realidad cuando fue lanzado desde la ISS y este pasado 16 de Septiembre realizó con éxito el primer ensayo de su sistema de captura de basura espacial: Lanzado una red para atrapar a un objeto desplegado justo antes para hacer el papel de supuesto fragmento de estos indeseables compañeros orbitales. Las imágenes no puede ser más increíble, apuntando un futuro en que quizás incluso compañías privadas creen su propia flota de limpieza orbital, al igual que existen flotas de caminos de basura recorriendo las calles de las grandes ciudades.
"Estamos absolutamente encantados con el resultado de la tecnología de esta red. Si bien podría parecer una idea simple,la complejidad del uso de una red en el espacio para capturar un pedazo de escombro llevó muchos años de planificación, ingeniería y coordinación entre el Centro Espacial Surrey, Airbus y nuestros socios, pero hay más trabajo por hacer. Estos son tiempos muy emocionantes para todos nosotros", explica Guglielmo Aglietti, Director del Centro Espacial Surrey.
"Para desarrollar esta tecnología de red para capturar desechos espaciales, pasamos 6 años probando vuelos parabólicos, en torres especiales y también en cámaras de vacío térmico. Nuestro pequeño equipo de ingenieros y técnicos han hecho un trabajo increíble acercándonos un paso más a limpiar la órbita baja de la Tierra", concluye Ingo Retat, jefe de proyecto.
Un logro espectacular, pero que solo es el primero de los pasos a seguir, ya que la tecnología ADR (active debris removal) tiene varios elementos más. En los próximos meses se pondrá a prueba un sistema de navegación basado en visión que usa cámaras y tecnología LiDaR para analizar y observar posibles desechos, un innovador sistema de arpones para hacer estas capturas y una vela de arrastre que deberá impulsar al pequeño RemoveDEBRIS hacia la atmósfera para su destrucción final, poniendo así final a su misión. De completarse con éxito todos estos pasos, la lucha contra esta amenaza, fruto inevitable del desarrollo espacial, aunque también en buena parte al hecho de que no se tuvo en cuenta tal circunstancias cuando se planificaban los lanzamientos, habrá dado un paso de gigante. Y nada es más necesario.
RemoveDEBRIS, el primer paso en la lucha contra la basura espacial.
RemoveDEBRIS antes de su lanzamiento a bordo de una Dragon de Space X, el pasado Abril, y después de su llegada a la ISS.
Este pequeño satélite está armado con un pequeño arsenal en su lucha contra la basura espacial. Si éxito podría abrir las puertas a una flota de estos pequeños cazadores.
Una red atrapa con éxito desechos espaciales
Net successfully snares space debris
jueves, septiembre 20, 2018
La luz de Parker
Parker Solar Probe envía sus primeros datos e imágenes.
El viajero que tocará el Sol abrió sus ojos y está enviando a la Tierra los primeros datos. Aún nada que ver con lo que nos llegará una vez inicie la serie de sobrevuelos rasantes sobre nuestra estrella, cuando se sumergirá en la Corona Solar y se convertirá en el objeto humano que más cerca habrá estado nunca de ella, pero son importantes al demostrar que después del duro trance del lanzamiento, siempre exigente para cualquier vehículo espacial, sus instrumentos están plenamente operativos. Una sensación de alivio para todos los implicados.
De todos ellos sin duda el que más destaca es WISPR, el sistema óptico de la Parker Solar Probe, compuesto por dos telescopios que se encuentran detrás del escudo térmico entre las dos antenas del conjunto de instrumentos FIELDS. Su objetivo será observar en detalle las estructuras de la Corona y el movimiento del viento solar, que se origina en su interior, pero de momento, una vez liberado de la cubierta que lo protegían durante el lanzamiento, nos ofreció una hermosa visión de la Bóveda Celeste. El punto más brillante es la estrella Antares, que está en la constelación de Scorpius. Júpiter es también visible, así como la Vía Láctea, perfectamente reconocible.
A medida que la Parker Solar Probe se aproxime al Sol, su orientación cambiará, al igual que las imágenes de WISPR. Con cada órbita solar, capturará imágenes de las estructuras que fluyen desde la corona desde su mismo interior, proporcionando así las imagenes más claras y precisas jamás lograda. Al igual que el resto de los instrumentos, que han demostrado también que están listos para la acción. El viaje de la Parker promete darnos muchas alegrías, y por encima de todo, abrir definivamente las puertas del Sol, una estrella tan cercan y pese a ello aún con innumerables secretos que desvelar.
Los instrumentos de Parker, donde podemos ver la posición de WISPR, responsable de estas imágenes.
Los datos recopilados por FIELDS. Los primeros datos son el campo magnético de la nave espacial en sí, a lo que siguió una fuerte caída a medida que la cubierta se alejaba. Después del despliegue, los instrumentos estában ya midiendo el campo magnético del viento solar.
Los primeros datos de SWEAP (Solar Wind Electrons Alphas y Protons), que muestran una ráfaga de viento solar (raya roja).
Primeros datos de luz del instrumento SPAN-A, que forma parte de SWEAP. En ellos se muestran mediciones de iones (arriba) y electrones (abajo) del viento solar.
Parker Solar Probe First Light Data
El viajero que tocará el Sol abrió sus ojos y está enviando a la Tierra los primeros datos. Aún nada que ver con lo que nos llegará una vez inicie la serie de sobrevuelos rasantes sobre nuestra estrella, cuando se sumergirá en la Corona Solar y se convertirá en el objeto humano que más cerca habrá estado nunca de ella, pero son importantes al demostrar que después del duro trance del lanzamiento, siempre exigente para cualquier vehículo espacial, sus instrumentos están plenamente operativos. Una sensación de alivio para todos los implicados.
De todos ellos sin duda el que más destaca es WISPR, el sistema óptico de la Parker Solar Probe, compuesto por dos telescopios que se encuentran detrás del escudo térmico entre las dos antenas del conjunto de instrumentos FIELDS. Su objetivo será observar en detalle las estructuras de la Corona y el movimiento del viento solar, que se origina en su interior, pero de momento, una vez liberado de la cubierta que lo protegían durante el lanzamiento, nos ofreció una hermosa visión de la Bóveda Celeste. El punto más brillante es la estrella Antares, que está en la constelación de Scorpius. Júpiter es también visible, así como la Vía Láctea, perfectamente reconocible.
A medida que la Parker Solar Probe se aproxime al Sol, su orientación cambiará, al igual que las imágenes de WISPR. Con cada órbita solar, capturará imágenes de las estructuras que fluyen desde la corona desde su mismo interior, proporcionando así las imagenes más claras y precisas jamás lograda. Al igual que el resto de los instrumentos, que han demostrado también que están listos para la acción. El viaje de la Parker promete darnos muchas alegrías, y por encima de todo, abrir definivamente las puertas del Sol, una estrella tan cercan y pese a ello aún con innumerables secretos que desvelar.
Los datos recopilados por FIELDS. Los primeros datos son el campo magnético de la nave espacial en sí, a lo que siguió una fuerte caída a medida que la cubierta se alejaba. Después del despliegue, los instrumentos estában ya midiendo el campo magnético del viento solar.
Los primeros datos de SWEAP (Solar Wind Electrons Alphas y Protons), que muestran una ráfaga de viento solar (raya roja).
Primeros datos de luz del instrumento SPAN-A, que forma parte de SWEAP. En ellos se muestran mediciones de iones (arriba) y electrones (abajo) del viento solar.
Parker Solar Probe First Light Data
miércoles, septiembre 19, 2018
El día en que nuestro mundo se convirtió en planeta
Cuatro décadas desde la primera imagen de la Tierra y La Luna juntas en el espacio.
Pasará a la historia como la sonda que cruzo fronteras que nadie antes había cruzado, el primero de nuestros enviados a las estrellas, ofreciendo los primeros datos desde más allá de la burbuja que nos aisla del medio interestelar y transportando en su interior un mensaje por si hipotéticas civilizaciones extraterrestres, o puede que nosotros mismos en un futuro increíblemente lejano, pudiera encontrarla. Pero hace 41 años, justo estaba escribiendo las primas páginas de su leyenda, nos ofreció el primer regalo a la Humanidad, el primer de muchos que vendrían con el tiempo.
Fotografiar a la Tierra y La Luna desde el espacio era algo que ya se había logrado con anterioridad, pero en todos eso casos era desde la vecindad de uno de ellos. No existían desde la distancia, una desde la suficiente para apreciar a ambos como lo que son, dos mundos viajando juntos en la oscuridad. Y entonces llegó la Voyager 1, cuyas miradas apuntaban hacia el exterior, hacia Júpiter, Saturno y más allá, pero que tuvo un momento para mirar atrás, tal como haría casi 20 años después, ya desde más allá de la órbita de Neptuno, para lograr su famosa fotografía en familia del Sistema Solar.
El 18 de Septiembre de 1977, una joven Voyager 1, que solo llevaba solo 11 días de vuelo, miró hacia La Tierra y La Luna, que se encontraban ya a 11,6 millones de Kilómetros de distancia. Lo suficiente para captar a ambas en una sola y única toma, brillado en la oscuridad como dos hermosas joyas, una blanca y azulada, otra más apagada, de tonos grises y marrones. Llegarían otras de diversas viajeras interplanetarias, mejores y más nítidas, pero esta fue la primera, y es día el primero en que vimos nuestro mundo convertido en un planeta. Pequeño, delicado, hermoso...todas esas cosas que solo una visión desde la distancia y en perspectiva puede ofrecer.
13 años después, y ya desde 6000 millones de Kilómetros de distancia, la Voyager 1 miraría una última vez a la Tierra, ahora convertida en un pálido punto azul.
El inicio del viaje.
La primera foto de la Tierra y la Luna en el espacio cumple 41 años
Pasará a la historia como la sonda que cruzo fronteras que nadie antes había cruzado, el primero de nuestros enviados a las estrellas, ofreciendo los primeros datos desde más allá de la burbuja que nos aisla del medio interestelar y transportando en su interior un mensaje por si hipotéticas civilizaciones extraterrestres, o puede que nosotros mismos en un futuro increíblemente lejano, pudiera encontrarla. Pero hace 41 años, justo estaba escribiendo las primas páginas de su leyenda, nos ofreció el primer regalo a la Humanidad, el primer de muchos que vendrían con el tiempo.
Fotografiar a la Tierra y La Luna desde el espacio era algo que ya se había logrado con anterioridad, pero en todos eso casos era desde la vecindad de uno de ellos. No existían desde la distancia, una desde la suficiente para apreciar a ambos como lo que son, dos mundos viajando juntos en la oscuridad. Y entonces llegó la Voyager 1, cuyas miradas apuntaban hacia el exterior, hacia Júpiter, Saturno y más allá, pero que tuvo un momento para mirar atrás, tal como haría casi 20 años después, ya desde más allá de la órbita de Neptuno, para lograr su famosa fotografía en familia del Sistema Solar.
El 18 de Septiembre de 1977, una joven Voyager 1, que solo llevaba solo 11 días de vuelo, miró hacia La Tierra y La Luna, que se encontraban ya a 11,6 millones de Kilómetros de distancia. Lo suficiente para captar a ambas en una sola y única toma, brillado en la oscuridad como dos hermosas joyas, una blanca y azulada, otra más apagada, de tonos grises y marrones. Llegarían otras de diversas viajeras interplanetarias, mejores y más nítidas, pero esta fue la primera, y es día el primero en que vimos nuestro mundo convertido en un planeta. Pequeño, delicado, hermoso...todas esas cosas que solo una visión desde la distancia y en perspectiva puede ofrecer.
13 años después, y ya desde 6000 millones de Kilómetros de distancia, la Voyager 1 miraría una última vez a la Tierra, ahora convertida en un pálido punto azul.
El inicio del viaje.
La primera foto de la Tierra y la Luna en el espacio cumple 41 años
martes, septiembre 18, 2018
Un lienzo de luz y oscuridad
Observando el cosmos a través de TESS
El nuevo cazador de mundos está ya plenamente operativo, y las primeras imágenes científicas, aquellas que con las cuales espera detectar miles de nuevos planetas en otras estrellas están ya fluyendo a la Tierra. Y su paso a la plena actividad es una buena oportunidad para comprender como exactamente realiza dicha tarea, ya que seguramente no pocos se habrán preguntado como observa el Universo, y como "caza" sus elusivas presas, apenas diminutas sombras que hacen fluctuar la luz estelar de forma igualmente tenue.
La primera imagen "científica", es decir ya como parte de la campaña de observación como tal, nos permite ver lo que los ojos de TESS ven, y comprender con ello como su incisiva mirada, extendida en amplias zonas de la Bóveda Celesta, realiza su trabajo: Monitorizar cientos de miles de estrellas durante un periodo de tiempo concreto, registrando cualquier variación en la luminosidad de alguna de ellas que delate la presencia de compañeros invisibles.
En su misión primeria pasará dos años monitoreando 26 sectores del firmamento durante 27 días cada uno, cubriendo el 85 por ciento del cielo."En un mar de estrellas rebosantes de nuevos mundos, TESS está proyectando una amplia red y cazará una gran cantidad de planetas prometedores para seguir estudiándolos", explica Paul Hertz, director de la división de astrofísica de la NASA. "Esta primera imagen de ciencia muestra las capacidades de las cámaras, y nos muestra el increíble potencial de esta misión en nuestra búsqueda de otra Tierra".
Así es como mira TESS el Universo, como si fuera un experto analizando un cuadro, en este caso un lienzo lleno de luz y oscuridad, con millones de puntos de luz, buscando tenues "guiños", ínfimas fluctuaciones, que indiquen que también ahí se esconden nuevos mundos.
El TESS capturó esta franja de estrellas y galaxias en el cielo meridional durante un período de 30 minutos el martes 7 de agosto. Creada combinando la vista de las cuatro cámaras, esta es la primera que se usará para identificar planetas alrededor de otras estrellas. Se pueden observa las Nubes de Magallanesy un cúmulo globular llamado NGC 104, también conocido como 47 Tucanae. Las estrellas más brillantes de la imagen, Beta Gruis y R Doradus, saturaron una columna completa de pixeles del detector de cámara en la segunda y la cuarta cámara del satélite. Las líneas negras en la imagen representan el espacios que existe entre los diversos detectores.
Así se caza nuevos mundos.
NASA’s TESS Shares First Science Image in Hunt to Find New Worlds
El nuevo cazador de mundos está ya plenamente operativo, y las primeras imágenes científicas, aquellas que con las cuales espera detectar miles de nuevos planetas en otras estrellas están ya fluyendo a la Tierra. Y su paso a la plena actividad es una buena oportunidad para comprender como exactamente realiza dicha tarea, ya que seguramente no pocos se habrán preguntado como observa el Universo, y como "caza" sus elusivas presas, apenas diminutas sombras que hacen fluctuar la luz estelar de forma igualmente tenue.
La primera imagen "científica", es decir ya como parte de la campaña de observación como tal, nos permite ver lo que los ojos de TESS ven, y comprender con ello como su incisiva mirada, extendida en amplias zonas de la Bóveda Celesta, realiza su trabajo: Monitorizar cientos de miles de estrellas durante un periodo de tiempo concreto, registrando cualquier variación en la luminosidad de alguna de ellas que delate la presencia de compañeros invisibles.
En su misión primeria pasará dos años monitoreando 26 sectores del firmamento durante 27 días cada uno, cubriendo el 85 por ciento del cielo."En un mar de estrellas rebosantes de nuevos mundos, TESS está proyectando una amplia red y cazará una gran cantidad de planetas prometedores para seguir estudiándolos", explica Paul Hertz, director de la división de astrofísica de la NASA. "Esta primera imagen de ciencia muestra las capacidades de las cámaras, y nos muestra el increíble potencial de esta misión en nuestra búsqueda de otra Tierra".
Así es como mira TESS el Universo, como si fuera un experto analizando un cuadro, en este caso un lienzo lleno de luz y oscuridad, con millones de puntos de luz, buscando tenues "guiños", ínfimas fluctuaciones, que indiquen que también ahí se esconden nuevos mundos.
NASA’s TESS Shares First Science Image in Hunt to Find New Worlds