miércoles, mayo 23, 2018

Abriendo el camino hacia el otro lado

China lanza la Queqiao, que ofrecerá cobertura a la misión Chang’e 4 en su viaje a la cara oculta de nuestra satélite.

Que el gigante asiático tiene grandes planes para afianzarse como una potencia espacial y lanzar una ambiciosa campaña de exploración del Sistema Solar no esa un secreto. Y que La Luna, tan dejada de lado por unas agencias espaciales occidentales que no terminan de dar forma a un plan coherente para retornar a ella, es un objetivo prioritario para ella tampoco. Ya lleva realizadas diversas misiones que demuestran que está completamente comprometida con la exploración lunar, seguramente con los ojos fijos a futuras misiones tripuladas, y en el horizonte ya asoma su siguiente gran reto: Alunizar en la cara oculta. El cráter Von Kármán, en la cuenca Aitken es el objetivo marcado para ello.

Pero para ello se hacía necesario algún tipo de cobertura, una sonda que pudiera ofrecer a la Chang’e 4 la posibilidad de contactar con la Tierra. De lo contrario, una vez desapareciera por detrás de La Luna ya nunca sabríamos nada más de ella. Y este paso intermedio capital es el que China hizo realidad este pasado 20 de Mayo, cuando, mediante un cohete Larga Marcha 4C, lanzaba la sonda Queqiao. Su objetivo, el punto de Lagrange L2 del sistema Tierra–Luna, situado a 64.500 kilómetros sobre la cara oculta de nuestro satélite, desde donde seguirá a la Chang’e 4 es su odisea y le servirá de enlace.

Y esa será su única misión. No está diseñada ni equipada para hacer trabajo científico, sino que está centrada por completo en enlazar con esa futura misión lunar, por lo que incluso la podríamos considerar más un satélite de comunicaciones que una sonda propiamente dicha, aunque una vez en posición se encontrará más allá de la órbita lunar, a unos 455.000 Kilómetros de la Tierra, y ni tan solo en órbita alrededor de ninguno de los dos cuerpos planetarios. Pero es una pieza clave que nos demuestra que China va muy, muy en serio. Mientras otros parecen dudar y no tener ideas claras sobre los siguientes pasos, esta primera para tenerlos muy claros y definidos. Y eso puede marcar la diferencia.

Con la Queqiao ya en camino hacía su posición al otro lado de La Luna, la siguiente en partir deberá ser su razón de ser, la Chang’e 4, una sonda idéntica Chang’e 3, y que como ella transportará un pequeño rover para explorar el entorno inmediato del lugar. Será un momento para la historia, la primera vez que un vehículo terrestre toque tierra en la cara oculta, y en uno de los lugares más interesantes imaginables, la colosal cuenta de impacto Aitken, que podría ser la puerta de acceso a capas profundas de nuestro satélite, inaccesibles desde cualquier otro lugar, y que podrían ofrecer información extraordinaria tanto de su formación como de sus posibles recursos.

Y todo ocurrirá este mismo año, quizás en Verano, quizás en un momento mas tardío. Pero ocurrirá, el despegue de Queqiao así lo anuncia. Y mientras los otros dudas, China sigue su imparable camino lunar.

El lanzamiento de Queqiao.

Desde su privilegiada posición, sobre la cara oculta y orbitando el punto L2, servirá de enlace de comunicaciones entre la Chang’e 4 y la Tierra.

Queqiao, un satélite de comunicaciones al otro lado de La Luna.

China inicia la conquista del lado oculto de la Luna

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