El 14 de Febrero de 1990 la Voyager 1, ya más allá de la órbita de Neptuno, miró por última vez hacia su hogar y lo inmortalizó en una de las más famosas imágenes de la historia de la carrera espacial, el famoso "punto azul pálido" que tanto nos inspiró y que llevó a Carl Sagan a escribir uno de los mejores y más preclaros textos de su larga carrera en el mundo de la divulgación científica. Y no era para menos. De golpe, todo lo que somos, todo lo que hemos sido, todos nuestros sueños y pesadillas, todas nuestras peleas y conflictos, todo quedó reducido a un punto de luz en la inmensidad. El mensaje era claro.
Desde entonces, y gracias a una actividad de exploración interplanetaria constante, hemos tenido la oportunidad, por no decir el privilegio, de ver a nuestro pequeño planeta azul desde la distancia, mas allá de esa frontera invisible más allá del cual deja de ser especial y se funde en el firmamento como una estrella más. Hasta que pensamos todo lo que representa, en el emocionante hecho de que nos viendo a nosotros mismos, y todo adquiere otra dimensión. Una maravillosa y llena de sabiduría.
OSIRIS-REx, en su viaje al asteroide Bennu, es la última sonda que se añade a la lista de aquellas que nos han ofrecido semejante regalos. En este caso desde una distancia de unos 63 millones de Kilómetros, y a cargo de su NavCam1, que plasmo para la posteridad a nuestro mundo este pasado 17 de Enero. Tanto la Tierra, resplandeciente en la oscuridad, como La Luna, más pequeña y oscura, son claramente visibles, así como algunas estrellas y constelaciones familiares. Las Pléyades, en la constelación de Tauro, son visibles en la esquina superior izquierda, mientras que Hamal, la estrella más brillante de Aries, se encuentra en la esquina superior derecha. El sistema Tierra-Luna se sitúa en el centro de cinco estrellas que comprenden la cabeza de la constelación de Cetus (la Ballena).
Es una fotografía más de una ya larga lista de fotografías inspiradoras, de aquellas que transmiten un importante mensaje para aquellos que estén dispuestos a escucharlo. Y somos afortunados de que así sea, de esta normalidad de lo extraodinario. Una vez más, y quizás ahora más que nunca, debemos recordar lo pequeño y frágil de nuestro hermoso mundo, de ese oásis en la oscuridad del que somos parte.
El 22 de Septiembre de 2017 la OSIRIS-REx sobrevoló nuestro mundo, con el objetivo de adquirir la velocidad y trayectoria necesaria para alcanzar su meta final, el asteroide Bennu. 5 meses y 63 millones de Kilómetros después, miraría de nuevo hacia la Tierra.
NASA’s OSIRIS-REx Captures New Earth-Moon Image
Hola , dirigís un blog de alcance global , quizas estés apurado para escribir :) , escribís menos que yo , pero te siguen millones , incluyéndome , es una referencia en medio muchas veces de un mundo de seudociencia , y es bueno la narración , por eso , es bueno que estén bien los datos como 14 de febrero de 1990 , solo una critica constructiva , y tenemos el mismo pensamiento , de mirarnos desde la distancia y que estamos en un oasis cósmico lejos de todo y que dependemos de nosotros mismo , sos como una vela en medio de la oscuridad , contra la seudociencia y la ignorancia , saludos .
ResponderEliminarCon un "oye, que te has equivocado con la fecha, es 90 y no 91" era suficiente XD Gracias por el aviso!!
ResponderEliminarhugo. tambien seria bueno que aprendieras a expresarte mejor (aunque no dirijas ningun blog) y se escribe "pseudociencia" amigo. saludos.
ResponderEliminargran entrada tokaidin. poetica e inspiradora. gracias!!
ResponderEliminarQue haya paz. Realmente agradezco la ayuda de hugo walter pacilio y cualquier otro lector para corregir fallos como este. No me siento ofendido en absoluto, bien al contrario ;)
ResponderEliminarDe nuevo milmgracias por el articulo, siempre genial
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