martes, diciembre 12, 2017

Las raíces de la tormenta

Desvelando los secretos de la Gran Mancha Roja.

En Julio de 2017 la sonda Juno hizo historia al sobrevolar la que quizás es una de las estructuras planetarias más famosas de la historia, quizás al nivel de los anillos de Saturno. No era la primera vez que la visitábamos, pero nunca habíamos llegado tan cerca de ella, apenas unos miles de Kilómetros por encima de una descomunal tormenta ciclónica del tamaño de nuestro planeta. Era una oportunidad única para estudiarla en profundidad, en el sentido más literal de la palabra, ya que uno de los objetivos era intentar averiguar hasta donde llegaba las raíces de la tormenta. Y el encuentro no defraudó, ya que se obtuvieron evidencias de que no estábamos ante algo relativamente superficial (esto previsible dada su gran longevidad), sino que se adentraba profundamente en el planeta.

"Ahora tenemos ya una cifra más concreta, y podemos decir que la Gran Mancha Roja se extiende bajo las nubes del planeta hasta unos 300 kilómetros de profundidad. Juno descubrió que sus raíces son de 50 a 100 veces más profundas que los océanos de la Tierra y más cálidas en la base que en la cima", explica Andy Ingersoll, profesor de ciencia planetaria en Caltech."Los vientos están asociados con las diferencias de temperatura, y la calidez de la base del lugar explica los vientos feroces que vemos en la parte superior de la atmósfera". Fue el radiómetro de microondas (MWR) el responsable de desvelar hasta donde llegaba la tormenta, mostrando hasta que punto este instrumento es una excelente herramienta para adentrarse en el mundo que existe bajo las nubes.

El futuro de la Gran Mancha Roja aún está en debate. Si bien la tormenta ha sido monitoreada desde 1830, posiblemente haya existido por más de 350 años. En el siglo XIX tenía más de dos Tierras de ancho, pero en los tiempos modernos parece estar disminuyendo en tamaño. En el momento en que los Voyager 1 y 2 cruzaron por el sistema joviano, tenía dos veces el diámetros terrestres. En la actualidad, las mediciones realizadas indican ha disminuido en ancho en un tercio y la altura en un octavo desde tiempos de la Voyager. Aunque eso no indica necesariamente que se esté aproximando a su final, y quizás forma parte de su propio ciclo de actividad, lo cierto es que genera dudas sobre su supervivencia. Mayor motivo para haber podido estudiarla de cerca, antes de que, quizás, sea demasiado tarde.

No es el único descubrimiento ahora presentado. También se detectó una nueva zona de radiación, justo encima de la atmósfera del gigante gaseoso, cerca del ecuador. La zona incluye iones de hidrógeno, oxígeno y azufre moviéndose a velocidades casi lumínicas. "Cuanto más te acercas a Júpiter, más raro se vuelve", explica Heidi Becker, líder de investigación de monitoreo de radiación."Sabíamos que la radiación probablemente nos sorprendería, pero no pensamos que encontraríamos una nueva zona cerca del planeta. Solo la encontramos porque la órbita única de la sonda permite que se acerque mucho a las nubes, y literalmente volamos a través de él". Se cree que estas partículas derivan de átomos neutros energéticos creados en el gas alrededor de Io y Europa. Estos se convierten en iones cuando sus electrones son eliminados por la interacción con la atmósfera superior.

Juno sigue mostrando un mundo asombroso, un coloso que hace honor a su posición como rey de los planetas. El esfuerzo por regresar valió la pena.

La Gran Mancha Roja a través de los seis canales del radiómetro de microondas (MWR). La capa superior es una imagen de la  JunoCam, proporcionada para dar un contexto a los datos. Cada canal del MWR mira progresivamente a capas más profundo, así, mientras el 1 es sensible a longitudes de onda de microondas más largas, cada uno de los otros canales es sensible a longitudes de onda progresivamente más cortas. Eso permite ver como las raíces de esta tormenta centenaria se extiende hasta los 300 kilómetros de altura.

El nuevo campo de radiación de Júpiter, detectado durante los sobrevuelos de Juno y que se extiende justo sobre el ecuador.

Imaginado un vuelo sobre y dentro de la gran tormenta, en una simulación creada a partir de los datos e imágenes recolectados por Juno.

NASA's Juno Probes the Depths of Jupiter's Great Red Spot

3 comentarios:

  1. Pero... 300km de profundidad no es nada para el tamaño de Jupiter!
    Yo imaginé la Gran Mancha Roja mucho mas profunda

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  2. No es nada por el diámetro de Júpiter, pero mucho si se tiene en cuenta que la capa donde se concentra la actividad atmosférica tal y como la entendemos posiblemente no es mucho mayor. A partir de cierta profundidad la presión y temperatura ya lleva a estados diferentes.

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