lunes, octubre 23, 2017

Un largo amanecer en el pequeño Ceres

La NASA da luz verde a una segunda extensión en la misión de la sonda Dawn.

La desaparición de la sonda Cassini dejó un vacío en todos nosotros, en aquellos que nos apasiona la exploración de otros mundos. Por ello noticias como esta, el saber que otra de ellas, por el contrario, tendrá asegurada su existencia un poco más, es siempre agradable de recibir, incluso teniendo en cuenta que hasta cierto punto es habitual, además de perfectamente lógico, seguir adelante con aquellas misiones que muestran seguir en plena forma. Este es el caso de Dawn, que acompaña, seguirá acompañando y permanecerá como un pequeño satélite artificial más allá de su final.

Así lo anunció la NASA, que autorizaba así la que será la segunda extensión de su actual misión de exploración. Eso significa que sus responsables tendrán el presupuesto, el equipo y las instalaciones de comunicación necesaria para seguir adelante, pudiendo así afrontar los nuevos restos marcados: Llevar a Dawn más cerca de Ceres de lo que nunca estuvo antes (200 Kilómetros por los 385 que marcaba el récord anterior) y recabar datos con el espectrómetro de rayos gamma y neutrones, que permitirá comprender con un detalle sin precedentes la composición de la capa superior y la cantidad de hielo de agua que contiene. Imágenes de una calidad superior y datos sobre la mineralogía de este planeta enana son otros de los objetivos marcados.

Existe un interés extra en esta prolongación, y es que así podrá presenciar el paso de Ceres por el perihelio, su punto más cercano al Sol, que ocurrirá en Abril de 2018. Existe la posibilidad de que este aumento de la radiación solar implique también la emisión del vapor de agua, formando la tenue atmósfera transitoria intuida en los datos del ya desaparecido observatorio espacial Herschel. Los científicos de la misión han formulado la hipótesis de que el vapor de agua puede producirse en parte a partir de partículas energéticas solares interactuando con hielo situado justo por debajo de la superficie. Sea cual sea la respuesta, Dawn estará ahí para ver lo que ocurre.

Un futuro prometedor, aunque no muy prolongado. Dada sus reservas de combustible se estima que podrá seguir en activo hasta la segunda mitad de 2018. Pero a diferencia de Cassini y otras, no está destinada a la destrucción. Estrellarla no es una opción, por lo se la situará en una órbita estable, donde permanecerá de forma indefinida incluso más allá de su final, cuando las comunicaciones se corten de forma definitiva. Ceres habrá ganado así una pequeña luna, pequeña y metálica, un testimonio mudo de que un día fuimos capaces de llegar hasta ahí.

Deslizamientos en Ceres, que los científicos interpretan desencadenados por la presencia de hielo. Volando más cerca de la superficie que nunca, Dawn intentará ofrecer datos e imágenes que permitan dar con una respuesta.

Una secuencia completa alrededor de Ceres, en una secuencia captada el 29 de Abril, justo en el momento en que este planeta se encontraba justo al otro lado del Sol con respecto a la Tierra.

Ceres tal como lo veríamos con nuestros propios ojos. 

Dawn Mission Extended at Ceres

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