jueves, septiembre 28, 2017

El viajero del fuego

La Parker Solar Probe se "prueba" por primera vez su futuro escudo térmico.

El 31 de Julio de 2018 la Humanidad, como el Ícaro de la mitología, iniciará su vuelo para intentar rozar el Sol. O al menos entrar de lleno en su atmósfera exterior, aproximándonos más de lo que jamás lo hemos hecho a nuestra estrella, y quizás más de lo que nunca haremos de nuevo en un futuro previsible. Un viaje al centro de nuestro Sistema Solar, a través del calor más inimaginable, entrando donde nunca nadie había soñado hacerlo y que hasta hace poco no disponía de la tecnología necesaria para lograrlo. Todo para intentar comprender mejor como funciona, iluminar (nunca mejor dicho) los puntos oscuros que aún se nos escapan.

No es dificil entender que su escudo térmico, el escudo que protegerá a la sonda durante los momentos de máxima aproximación al Sol, esos 11,5 centímetros que la separarán de la completa incineración, de los más de 1.300 grados Centígrados que soportará cuando se situé a poco más de 5 Millones de Kilómetros de la superficie solar, es la clave de todo. Si este resiste lo que nuestra estrella le lance, la misión será un éxito. No olvidemos que literalmente entrará en la Corona, la región donde se desencadenan algunas de las grandes tormentas que azotan la Tierra y que tan letales pueden resultar para los sistemas electrónicos y de comunicación en que se asientan las bases de nuestra civilización. De ahí el interés por alcanzar la fuente última donde nacen y entender lo que las desata. De ahí su importancia.

Y con el momento del despegue a menos de un año vista, el pasado 25 de Septiembre la NASA abrió sus puertas a los medios para presentar a la Parker Solar Probe. Una ocasión especial, ya que 4 días antes, el día 21, se había instalado por primera vez y de forma temporal el oscuro y revolucionario escudo que la protegerá en su camino a través del Sol. Fue una oportunidad única de verla ya completa, con este crítico sistema de protección incluido, que no se repetirá hasta poco antes del lanzamiento, cuando se instale de nuevo, esta ves de forma ya definitiva. Será el momento en que este moderno Ícaro iniciará su vuelo hacia el Sol, esta vez con el escudo que le falto al desdichado hijo de Dédalo.

El viajero solar recibe su escudo.
Una misión para tocar el Sol. 

La primera misión espacial al Sol recibe su poderoso escudo térmico

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