Nuevo espaldarazo a la hipótesis del Planeta Nueve.
¿Existen planetas aún no descubiertos más allá de Neptuno, otra Tierra o otro gigante gaseosos sumido en la gélida oscuridad de las fronteras del Sistema Solar? El péndulo que señala hacia donde se inclinan las posibilidades no deja de moverse, primero a favor con el anuncio pruebas sobre la existencia de un gran mundo a una distancia estimada de 700 UA y 10
veces la masa de del nuestro, y recientemente en contra cuando científicos del proyecto canadiense OSSOS detectaron sesgos en sus propias observaciones de las órbitas de los TNO, que era la base en que se sostenía esta hipótesis. Básicamente, de forma involuntaria, las observaciones se centraron de forma sistemática hacia las mismas regiones del cielo, encontrando lo que se quería encontrar. No desacreditaba al 9º por completo conjunto, pero si que ponía las apuestas en contra.
Ahora, dos astrónomos de la Universidad Complutense de Madrid han empujado de nuevo al péndulo hacia el lado contrario, dando nuevas energías a la idea de otro planeta aún por descubrir y que tan tocada había quedado. En su caso se centraron en los llamados ETNO (extreme trans-Neptunian objects), miembros del Cinturón de Kuiper situados a más de 150 Unidades Astronómicas y que nunca cruzan la órbita de Neptuno, y estudiaron sus respectivos nodos, los dos puntos en que sus órbitas cruzan el plano del Sistema Solar. Y lo que hallaron nuevamente señala la presencia de algo que los afecta.
"Si no hay nada que los perturbe, los nodos de estos objetos
transneptunianos deberían estar uniformemente espaciados, ya que no hay
nada de lo que huir, pero si hay uno o más perturbadores se pueden
producir dos situaciones", explica Carlos de la Fuente Marcos,
uno de los autores."Una posibilidad es que los ETNO sean estables, y en
este caso tenderán a tener sus nodos alejados de la presencia de
posibles perturbadores, pero si son inestables se comportarán
como lo hacen, por ejemplo, los cometas que interactúan con Júpiter:
tienden a tener uno de los nodos próximo a la órbita del hipotético
perturbador". Lo que han encontrado los dos astrónomos españoles es que estos se concentran en determinados rangos
de distancias al Sol, y además con una correlación (cuando no
debería existir ninguna) entre las posiciones de los nodos y la
inclinación, uno de los parámetros que define la orientación de las
órbitas de estos gélidos objetos en el espacio.
"Suponiendo que los ETNO son dinámicamente análogos a los cometas que
interactúan con Júpiter, interpretamos estos resultados como
indicativos de la presencia de un planeta que está interactuando
activamente con ellos en un rango de distancias de entre 300 y 400 UA",
destaca De la Fuente Marcos."Creemos que lo que
detectamos aquí no puede atribuirse a la presencia de sesgos
observacionales". La utilización de los nodos para intentar entender sus dinámicas orbitales, algo que no se había hecho hasta ahora, ofrece mediciones más sólidas y libres de posibles errores observacionales, aunque al conocerse solo 28 ETNO no permite precisar más donde podría encontrarle ese esquivo 9º. Nuevos hallazgos de este tipo de cuerpos celestes reforzarían las opciones de encontrarlo.
Nada de esto es definitivo, y el 9º seguirá apareciendo y desapareciendo, marchándose y regresando.Su larga historia, exista o no, justo acaba de comenzar.
Los "jovianos"son una familia de cometas cuyas órbitas han sido alteradas por la gravedad joviana. A causa de ello todos tiene órbitas parecidas, con su Afelio cerca de la órbita del gigante gaseoso. El nuevo estudio parece haber encontrado un comportamiento parecido en una serie de cuerpos transneptunianos.
Y el péndulo del 9º sigue moviéndose.
Nuevo espaldarazo a la hipótesis del Planeta Nueve
tambien hay un estudio que responsabiliza al hipotético planeta 9 de una extraña inclinación de 6 º del eje de rotación del sol, son más las pruebas a favor que en contra de la existencia de un noveno planeta a las afueras del sistema solar.
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