Hablar de volcanes es hablar de esta luna de Júpiter. Nada se le puede comparar en este aspecto, y en comparación la actividad terrestre es extremadamente limitada, de lo cual podemos considerarnos afortunados que así sea. Y es que tal furia es la manifestación externa de un mundo torturado, atrapado en unas mareas gravitatorias que no dejan de someterla a una enorme presión, generando calor por la fricción interna. Marte seguramente ya dejó atrás esa etapa, la Tierra quizás lo hará en un futuro remoto, pero para Io nunca habrá descanso. Fue, es y será hasta el fin mismo del Sistema Solar un reino volcánico.
Loki Patera es uno de los ejemplos más espectaculares de la naturaleza de Io, una colosal cuenca volcánica llena de magma de 200 Kilómetros de diámetro,cuya naturaleza fue revelada por las sondas Voyager en 1979, y que desde entonces es seguido desde la Tierra, ya que su resplandor es detectable incluso a tales distancias. Un seguimiento que trae consigo sus propios misterios, ya que Patera experimenta fluctuaciones de su luminosidad, resplandores que ocurren cada 400 o 600 días, cuya explicación nunca estuvo clara, aunque la idea dominante es que se trataban de erupciones periódicas que derraman ríos de lava sobre una extensa área. Ahora, sin embargo, surge una visión alternativa cuanto menos espectacular: Tsunamis de magma.
La historia se remonta varios años atrás: El 8 de marzo de 2015 la luna Europa pasó por delante de Io vistos desde la Tierra, bloqueando su luz. Un eclipse que los astrónomos esperaban con notables ganas, al representar una oportunidad perfecta para estudiar Loki Patera, ya que la helada superficie de Europa es casi invisible en el espectro infrarrojo, a diferencia de la volcánica luna de fuego, que resplandece como una pequeña estrella. Eso implicaba que se la podría examinar con un detalle sin precedentes aprovechando el momento en que la mayor parte de Io estuviera oculta. Para ello se utilizó el Large Binocular Telescope Observatory (LBTO) de Arizona.
Y los resultados, ahora publicados, no podrían ser más espectaculares, ya que mostraron que la temperatura superficial del lago de magma aumentaba rápidamente desde un extremo al otro, lo que sugirió la presencia dos enormes olas que se movían de oeste a este a un ritmo de en torno a un kilómetro por día (terrestre), rodeando la isla central y que terminaron, siguiendo las simulaciones posteriores, colisionando una contra otra. Detrás de todo ello está el repentino hundimiento de zonas de la corteza sólida que cubre el mar de magma, provocando, al arrastrar las zonas circundantes en su caída, que el material fundido emerja al exterior de forma masiva, creando estas ondas que barren toda Patera. Su aparente periodicidad, por tanto, podría estar ligada a las mismas fuerzas de marea que mantienen esta luna en un estado de permanente actividad.
Son muchos los interrogantes que siguen rodeando a los volcanes de Io. Quizás un día llegue la hora de explorarla en toda su extensión, aunque eso forma parte de un posible futuro que hoy día parece muy lejano.
Los datos de temperatura delataron la presencia de ondas en el mar de magma.
Las Voyager y la Galileo nos ofrecieron la mejor visión de Loki hasta la fecha, un mar de magma cubierto por una corteza externa más fría rodando una isla central. Cuando esta se fractura y colapsa, aunque solo sea parcialmente, el material fundido sale al exterior de forma masiva, generando los destellos luminosos vistos desde la Tierra.
Io, el paraíso turístico de todo futuro apasionado a los volcanes.
La luna joviana Io registra vuelcos de lava fundida en su mayor cráter
Q guapo el cartel!
ResponderEliminarHay algún imagen a mayor resolución? molaría para un poster
https://pbs.twimg.com/media/C_jYM9FVYAEEF_D.jpg
ResponderEliminarhttp://www.tylernordgren.com/new-products-1/naas22d3lpizebfqpbh2fjgf3tlljq
Muy guapos!!
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