Cassini nos ofrece las mejores imágenes de una de las lunas más extrañas y asombrosas del Sistema Solar.
En la mitología griega era, entre otro atributos, el dios de los pastores y los rebaños, por lo que darle su nombre a este pequeña lunita no podía ser más apropiado, ya que es precisamente eso es lo que consigue con su sola presencia: Mantener abierto un hueco de 325 kilómetros de ancho, conocido como División Encke, en el anillo A de Saturno, gracias a que su influencia gravitatoria ejerce una decisiva influencia en su entorno. Literalmente "pastorea" a las incontables partículas de los anillos. De ahí que a este tipo de cuerpos celestes se les llame "lunas pastoras". Ciertamente es un nombre más que adecuado para ella.
Pero Pan es mucho más que eso. Desde la llegada de Cassini sabíamos que era extraña, más concretamente por su forma, ya que desde la distancia parecía el clásico "platillo volante" de tantas historias de marcianos. Habíamos deducido que se trataba del material del anillo A, hielo y polvo que que esta luna había "limpiado" de Encke, y se acumulaba a su alrededor como la ala de un curioso sombrero. Pero posiblemente nadie esperaba lo que nos mostró cuando este paso 7 de Marzo, dentro de esta serie de aproximaciones extremas a los anillos que está viviendo, se aproximó más que nunca a ella y la vimos por fin en todo su esplendor.
Y que esplendor!! Pan se desveló ante nuestros ojos como uno de las lunas más extrañas ya no de Saturno, sino de todo el Sistema Solar. Una disco de material, increíble tanto por lo fino que resulta como por los cráteres que vemos en el, que delata una fortaleza aparentemente en contradicción con su aparente delicadeza, destaca sobre todas las cosas, tan maravilloso que cuesta creer que sea real. ¿Como se formó algo parecido? No lo sabemos. Quizás entre el nacimiento mismo de esta luna y el momento en que esta limpió lo que hoy llamamos división Encke, como creen posible los miembros de la misión Cassini. Pero no deja de ser una suposición.
Y la luna en si misma también es extraña y única, con una falta de cráteres y una densa red de fracturas que sería algo para asombrarnos...si no fuera porque a su alrededor tiene algo aún más asombroso. Puede sonar exagerado, pero estamos ante una de los momentos cumbres de esta veterana sonda. Hoy, más que nunca, su inminente pero inevitable final resulta una idea terrible y dolorosa. Pero al mismo tiempo esto nos recuerda que serán unos últimos meses increíbles, de autentica locura, tanto como la de la propia Pan, que parece burlarse de nuestros intentos de entenderla. Y después llegará el silencio, la larga espera, la anhelada esperanza, de que alguien, en algún momento, en algún lugar, de luz verde a una nueva misión a Saturno. Tiene que llegar. Tarde o temprano.
La locura de Pan: Un anillo de partículas de hielo y polvo que la envuelve como si fuera una fina bufanda de tela o una corona real, aparentemente frágil pero con señales de cráteres en ella. Al mismo tiempo la luna apenas tiene huellas de impactos y esta recorrida por innumerables fracturas.
Una imágen sin tratar, tal cual llega de la Cassini. Y aún así ya resulta increíble, con Pan y su fina corona situada en plena División de Encke. No es casualidad, ya que es ella la que lo causó y mantiene abierto.
Increíble pero quizás no única. Atlas, otra luna pastora, también parece tener una corona o anillo de partículas.
Cassini Reveals Strange Shape of Saturn's Moon Pan
Como dices, es un final glorioso, pero nos entristece que sea un final.
ResponderEliminarDisfrutemos de este momento, que pasarán muchos años hasta que alguna otra nave llegue tan lejos