viernes, enero 13, 2017

La estrella que viene

¿Una explosión estelar iluminará los cielos terrestres en 2022?

Conocer el momento exacto de la muerte de una estrella sigue siendo terreno inexplorado. Podemos saber que se aproxima el momento, que puede ser inminente, pero incluso así el abanico temporal puede abarcar miles de años, realmente un instante a escala cósmica, pero una eternidad desde nuestro punto de vista. Por ejemplo, sabemos que Betelgeuse, que conforma la tan familiar constelación de Orión, esta viviendo sus últimos momentos antes de convertirse en una supernova. Pero no exactamente cuando. Puede que podamos verlo pronto. O puede que quede para un futuro lejano. No lo sabemos. Solo queda esperar y estar listos para reaccionar a los acontecimientos.

Sin embargo 2022 podría marcar un hito histórico. Al menos así será si se cumplen las previsiones realizadas por un equipo de astrónomos liderado por Larry Molna, de la Universidad de Calvin. En todo un ejercicio de valentía, ya que si no aciertan no faltaran quienes se lo recuerden, predicen que una estrella binaria (dos estrellas orbitando entre sí) que está monitoreando se fusionará y explotará ese año, aunque marcan un margen de 1 año antes o después de esa fecha. Desde la Tierra eso se traducirá en la aparición en el firmamento de una estrella extremadamente brillante, de las más deslumbrantes de la Bóveda Celeste, integrada dentro de la constelación del Cisne. Los cielos de ese año serán diferentes de la forma más hermosa posible. Si aciertan, claro.

La protagonista es el sistema KIC 9832227, que el mismo equipo de Molna descubrió que se trata de una binario de contacto, dos estrellas que comparten una atmósfera común, y un periodo orbital de apenas 11 horas, el  tiempo en que tardan en girar alrededor de su centro de gravedad común. Y aquí viene lo interesante, ya que se habría reducido ligeramente con respecto a mediciones tomadas anteriormente, todas ellas por el Kepler. Este dato sacó del baúl de los recuerdos el caso de V1309 Scorpii, que estalló inesperadamente en 2008, y cuyos datos previos relevaron la presencia de una binaria en contacto con un periodo orbital que se estaba reduciendo de forma cada vez más acelerada. Que es lo que parece estar ocurriendo ahora con KIC 9832227, quizás a punto de seguir sus mismos pasos.

¿Pueden existir otras explicaciones alternativas? Ese fue el trabajo realizado los dos últimos años, y aparentemente todas las opciones que no fueran la de la binaria en ruta de colisión quedaron descartas, por lo "en conclusión, pensamos que nuestra hipótesis de la estrella de la fusión debe ser tomada en serio en este momento y deberíamos estar usando los próximos años para estudiar esto intensamente para que, en el caso de que explote, sepamos qué llevó a esa explosión". Los próximos años seguirán monitorizando la actividad de KIC 9832227, tanto en ondas de radio como en infrarrojos y rayos-X, ajustando así aún más los cálculos.

Si finalmente son acertados, alrededor del 2022 una nueva estrella, puede que incluso superando en brillo a todas las demás, o al mínimo siendo una de las más resplandecientes. Y por primera vez la astronomía habrá sida capaz de predecir antes de que ocurra este tipo de acontecimientos, señalando un punto en la oscuridad y diciendo "vigilad ese zona y preparados para la detonación", lo que marcará un momento histórico. En apenas 5 años sabremos la respuesta.

Una binaria de contacto, dos estrellas tan cercanas entre ellas que sus capas superiores interaccionan entre ellas.
 
Si los cálculos son correctos, en 2022 aproximadamente una nueva y brillante estrella se añadirá a las que dan forma (en nuestra imaginación, claro) a la constelación del Cisne, que durante unos meses cambiará su apariencia.

LUMINOUS. esperando una nueva estrella.

Astronomy prof, student predict explosion that will change the night sky

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