viernes, diciembre 16, 2016

Las últimas palabras

Así fueron los datos científicos finales enviados por Rosetta. 

El 30 de Septiembre, a las11:19:37 GMT, una de las misiones más extraordinarias de los últimos tiempos llegaba a su final. En realidad esto había tenido lugar 40 minutos antes, pero la señal, o más bien su interrupción, tardo este tiempo en recorrer los 720 millones de Kilómetros que separaba el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko de la Tierra. Pero a efectos prácticos la despedida llegó en el momento en que la línea que marcaba la señal de telemetría de la sonda quedaba plana. Un vacío dificil de llenar quedó en el corazones de muchos. 

Pero Rosetta terminó por todo lo alto, enviando información casi hasta el último momento. Y lejos de ser un añadido extra significó la oportunidad de realizar mediciones muy cerca del cometa, hasta pocos metros antes del contacto con la superficie. Veamos ahora como fue este último "cofre del tesoro" por esta misión.

El lugar del aterrizaje se situó dentro de una antigua fosa en la región de Ma‘at, en la "cabeza’" del cometa, conocida como Sais, apenas a 33 metros del punto exacto elegido, lo que demostró la precisión de su trayectoria. Se tomaron numerosas fotografías de la fosa colindante, capturando increíbles detalles de sus paredes estratificadas, que contribuirán a descifrar la historia geológica del cometa. La imagen final fue tomada a unos 20 Metros por encima del punto de impacto, desenfocada porque la cámara OSIRIS, como es lógico, no estaba diseñada para capturar algo tan cercano, pero igualmente interesante. Además, recogieron datos una serie de instrumentos de análisis de polvo, gas y plasma.

Las mediciones del campo magnético, hasta unos 11 metros por encima de la superficie confirmaron las observaciones previas, que indicaban su naturaleza de cuerpo no magnético, y tampoco se recogieron partículas de polvo, mostrando un ambiente parecido a "una habitación limpia", según los investigadores, un resultado realmente interesante, ya que indica que la producción de vapor de agua era demasiado baja para levantar granos de polvo por encima de un tamaño detectable. Algo que apoya las mediciones anteriores, la última de las cuales, el 27 de Septiembre, reflejaron un descenso claro con respecto al momento de máxima actividad. Como comparación para entenderlo mejor, durante estos últimos días el cometa emitía el equivalente a dos cucharadas de agua por segundo, mientras que en agosto de 2015 era equivalente de unas dos bañeras de agua por segundo. 

Igualmente, a medida que la sonda se acercaba a la superficie, se vio cómo aumentaba la presión del flujo de gas. Los diferentes rastreos revelaron temperaturas de entre −190 y −110 ºC a unos pocos centímetros por debajo de la superficie. Es muy probable que esto se debiera a sombras y a la topografía local. Y la densidad del plasma experimento un pico a 2 Kilómetros de altura antes de caer de nuevo. Esto último esperable, ya que el gas neutro cerca de la superficie, recientemente emitido, aún no ha tenido tiempo de ionizarse."Es estupendo contar con estas primeras informaciones procedentes del último conjunto de datos de Rosetta" reconoce Matt Taylor, científico del proyecto."Las operaciones terminaron hace más de dos meses y ahora los equipos de los instrumentos están inmersos en el análisis de los enormes conjuntos de datos recopilados durante los más de dos años junto al cometa".

Rosetta descansa ya en silencio en la superficie del cometa, pero su enorme legado científico sigue ahí, aún mayor porque estuvo trabajando casi hasta los últimos segundos de su vida. Y nada mejor que ese hecho para ejemplificar lo maravillosa que fue esta misión sin igual. Cuanto la echamos de menos...
 
Las últimas tomas de la cámara OSIRIS.

Los últimos datos del Sensor ROSINA, que midió la presión del gas en la vecindad de la sonda durante sus horas finales. Las pequeñas pausas en la línea negra se deben a ajustes internos del instrumento para hacer frente a la presión creciente.

Espectros finales de Alice, mostrando la reflectancia de la superficie a corta distancia con una resolución de ~ 3m.

Yaman Evijarvi, la última partícula capturada por COSIMA, 3 días antes del final de la misión.

La superficie desde 1.2 Kilómetros, a pocas horas del impacto.

La última imagen, a solo 20 metros de altura. OSIRIS no estaba diseñada para observar cosas tan cercanas,motivo por el cual quedó desenfocada. Pero aún así resulta tremendamente emotiva por todo lo que significa.

Rosetta’s last words: science descending to a cometa

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