jueves, diciembre 08, 2016

Fobos lejano

ExoMars fotografía esta pequeña luna marciana.

La nueva y flamante nueva sonda de la ESA en el planeta rojo sigue, paso a paso, "despertándose" y poniendo a prueba todos sus instrumentos, de cara a dejarlos listos para cuando llegue el momento de ponerse a trabajar en serio. Ese momento no llegará hasta finales de 2017 principios de 2018, cuando llegue a su órbita definitiva después de complicadas maniobras, pero a pesar de ello ya tenemos algunas muestras del futuro. Datos e imágenes destinadas a la calibración,  y por tanto lejos del valor científico que tendrán una vez nos lleguen en todo su esplendor, pero aún así no carentes de interés. Ver otros mundos no puede nunca serlo.

El objetivo de ExoMars es Marte, y especialmente su atmósfera. Por ello terminará en una órbita circular muy cercana, solo algo más de 400 Kilómetros por encima de la superficie. Más allá quedarán sus dos pequeñas lunas, fuera de su alcance. Pero aún no. Con una órbita elíptica de 4,2 días, que la lleva a 230-310 km de la superficie en el momento del periastro y a alejarse hasta unos 98.000 km en el apoastro, aún existen oportunidades para poder verlas. Al menos la mayor de ellas, Fobos. Y esto es lo que hizo el 26 de noviembre, cuando pudo capturó imágenes de esta última a una distancia de 7.700 km.

"Aunque otras misiones, como las sondas Mars Express de la ESA y Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA, han aportado imágenes en mayor resolución de Fobos, las capturadas en esta nueva órbita han servido para probar adecuadamente lo que podemos conseguir con nuestros datos en muy poco tiempo", afirma Nick Thomas, investigador principal del equipo de la cámara CaSSIS de la Universidad de Berna, Suiza."Las imágenes nos han proporcionado una gran cantidad de información práctica sobre la calibración del color de la cámara y su temporización interna".

Otros dos instrumentos también aprovecharon para observar este diminuto mundo, y cuyos datos están siendo ya analizados. "Estamos muy satisfechos con los resultados de las dos órbitas científicas de prueba; además, los datos de calibración nos servirán para mejorar las mediciones una vez que comencemos con la misión científica principal el año que viene", añade Håkan Svedhem, científico del proyecto TGO de la ESA. 

Difícilmente veremos nuevas imágenes como esta, puesto que ExoMars ya está centrada en los preparativos para el aerofrenado, necesario para que el satélite entre en su órbita casi circular, y durante el cual realizará una fugaz entrada controlada en las capas más altas de la atmósfera, aprovechando la fricción para frenar lo suficiente para poder situarse finalmente en la posición buscada. Y una vez concluidas estas operaciones, las puertas de Fobos quedarán cerradas para ella. Esa pequeña lunita pertenecerá ya a otros exploradores, presentes y futuros.

La imagen compuesta en color de Fobos fue creada a partir de varias imágenes individuales tomadas con distintos filtros. Estos filtros están optimizado para destacar las diferencias en la composición mineralógica, que en la imagen procesada se ven en tonos más azules o rojos.

La órbita actual está lejos de la que tendrá a finales de 2017, pero aún así permite poner a prueba los diferentes instrumentos de ExoMars. 

El orbitador de ExoMars fotografía Fobos

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