sábado, diciembre 31, 2016

Espera un segundo, 2017!!

2016 tendrá un segundo extra, como parte del proceso para compensar el desfase entre los relojes atómicos y la rotación terrestre.

Cada cierto tiempo surge la noticia. Un segundo más será añadido al tiempo oficial para compensar la desaceleración de la rotación terrestre. O al menos así se suele presentan en los medios de información. Es eso cierto? Tanto se está frenando nuestro planeta que es necesario estos ajustes? La respuesta, como suele ser habitual en estos casos, es que no exactamente así. En realidad está bastante lejos de serlo. Incluso hoy día rota algo más rápido que antes. Veamos el motivo de tal este problemático segundo.

Las dos principales escalas de tiempo que utilizamos actualmente es el que marca el propio período de rotación del planeta (día solar y sidéreo) y el llamado Tiempo Universal Coordinado o UTC, en la actualidad generado por los relojes atómicos. Ambos deben ir sincronizados, pero existe un pequeño problema, y es que uno de ellos es del todo menos exacto. La Tierra se nos presenta como un elemento más variable de lo que nos podemos imaginar. Las mareas gravitatorias de La Luna y el Sol, los cambios de estaciones, los terremotos, el avance o retroceso de los hielos, el aumento o disminución del nivel del mar, los movimientos de su núcleo y manto, incluso la forma en que nuestra actividad altera la superficie. Todo influye en su giro. Como resultado existe un desfase que en ocasiones hay que corregir.

¿Corregir con respecto..? El origen de todo es que se utiliza como referencia los 86,400 segundos exactos, que es el tiempo estimado de duración del día solar en 1820, pero actualmente esta cifra es de 86,400.002, con 2 milésimas de segundo extras. Nuestro planeta, más allá de fluctuaciones a lo largo de años o décadas, se está frenando de forma general, aunque como vemos de forma insignificante bajo nuestro punto de vista. Lejos de la sensación de que al mundo se está parando rápidamente, que la noticia del "segundo extra" puede crear entre la gente, la realidad es bien distinta. Solo la tecnología actual, con su sistema de satélites puede medir algo así.

¿Y entonces, por qué se añadan segundos tan a menudo? Que este desfase, aunque pequeño, es acumulativo, y cuando la diferencia entre ambos "relojes" supera los 0.9 segundos, se decide insertar o retirar lo que oficialmente se llama "segundo intercalar". En realidad, desde el inicio de esta práctica, en 1972, todos han sido añadidos, sin ninguno retirado, lo que recuerda el hecho de que la Tierra se está frenando muy lentamente a causa por las mareas lunares. O mejor dicho, gira más lentamente que en 1820. Y que esta operación no se repita de forma automática, sino que se aplique de forma irregular (27 en 36 años) y solo cuando se alcanza esa cifra mágica de 0.9 segundos, nos recuerda que lejos de ser una caída continua, tiene sus pausas, cuando aceleraciones puntuales.

Y aquí vivimos otra paradoja: Hoy día el mundo gira más rápido que hace un par de décadas, quizás a causa del cambio climático y la redistribución de la masa terrestre por la fusión de los hielos polares, pero como sigue por encima de los 86.400 segundos fijados, los ajustes siguen siendo necesarios. Eso genera polémicas sobre su utilidad, y si sería necesario "actualizar" la cifra estándar para medir la duración de un día, en lugar de seguir manteniendo una tan antigua, aunque ciertamente esta tiene la propiedad de ser una cifra redonda, sin milésimas extras, que hace todo más cómodo. Por ello se prefiere mantener las correcciones puntuales, en lugar de actualizar los baremos a medir.

Como conclusión,la Tierra no está cerca de detenerse. En realidad ni tan solo está frenando ahora mismo, aunque si lo haga a escalas mucho mayores, pero nunca hasta el punto de hacerlo por completo. Llegará el momento en que la rotación de nuestro planeta quede sincronizada con el tiempo en que La Luna tarde en girar alrededor de ella, y un día dure 40 o 50 veces lo que dura actualmente. Pero eso queda muy lejos, demasiado para preocuparnos.

La variabilidad de la rotación terrestre desde 1973 hasta 2015. Puede observarse la variabilidad estacional, producto del avance y retroceso de los hielos, así como lo absolutamente cambiante que de su ritmo, que hizo que a principios del siglo XXI su velocidad de rotación llegara casi a situarse al ritmo de 1820, el "punto 0", y que en términos generales indica que lejos de frenarse la tendencia actual es incluso de acelerarse, aunque sin alcanzar marcas de antaño. Se teoriza que esto podría estar relacionado con el retroceso de los hielos polares y el cambio en la distribución de la masa del planeta.  Actualmente el desfase es de 2 milisegundos, pero podría ser más (o menos) en el futuro.

 Feliz 201..?

 "Y dicen que el friki soy yo"

2017: Wait Just a Second

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