2016 tendrá un segundo extra, como parte del proceso para compensar el desfase entre los relojes atómicos y la rotación terrestre.
Cada cierto tiempo surge la noticia. Un segundo más será añadido al tiempo oficial para compensar la desaceleración de la rotación terrestre. O al menos así se suele presentan en los medios de información. Es eso cierto? Tanto se está frenando nuestro planeta que es necesario estos ajustes? La respuesta, como suele ser habitual en estos casos, es que no exactamente así. En realidad está bastante lejos de serlo. Incluso hoy día rota algo más rápido que antes. Veamos el motivo de tal este problemático segundo.
Las dos principales escalas de tiempo que utilizamos actualmente es el que marca el propio período de rotación del planeta (día solar y sidéreo) y el llamado Tiempo Universal
Coordinado o UTC, en la actualidad generado por los relojes atómicos. Ambos deben ir sincronizados, pero existe un pequeño problema, y es que uno de ellos es del todo menos exacto. La Tierra se nos presenta como un elemento más variable de lo que nos podemos imaginar. Las mareas gravitatorias de La Luna y el Sol, los cambios de estaciones, los terremotos, el avance o retroceso de los hielos, el aumento o disminución del nivel del mar, los movimientos de su núcleo y manto, incluso la forma en que nuestra actividad altera la superficie. Todo influye en su giro. Como resultado existe un desfase que en ocasiones hay que corregir.
¿Corregir con respecto..? El origen de todo es que se utiliza como referencia los 86,400 segundos exactos, que es el tiempo estimado de duración del día solar en 1820, pero actualmente esta cifra es de 86,400.002, con 2 milésimas de segundo extras. Nuestro planeta, más allá de fluctuaciones a lo largo de años o décadas, se está frenando de forma general, aunque como vemos de forma insignificante bajo nuestro punto de vista. Lejos de la sensación de que al mundo se está parando rápidamente, que la noticia del "segundo extra" puede crear entre la gente, la realidad es bien distinta. Solo la tecnología actual, con su sistema de satélites puede medir algo así.
¿Y entonces, por qué se añadan segundos tan a menudo? Que este desfase, aunque pequeño, es acumulativo, y cuando la diferencia entre ambos "relojes" supera los 0.9 segundos, se decide insertar o retirar lo que oficialmente se llama "segundo intercalar". En realidad, desde el inicio de esta práctica, en 1972, todos han sido añadidos, sin ninguno retirado, lo que recuerda el hecho de que la Tierra se está frenando muy lentamente a causa por las mareas lunares. O mejor dicho, gira más lentamente que en 1820. Y que esta operación no se repita de forma automática, sino que se aplique de forma irregular (27 en 36 años) y solo cuando se alcanza esa cifra mágica de 0.9 segundos, nos recuerda que lejos de ser una caída continua, tiene sus pausas, cuando aceleraciones puntuales.
Y aquí vivimos otra paradoja: Hoy día el mundo gira más rápido que hace un par de décadas, quizás a causa del cambio climático y la redistribución de la masa terrestre por la fusión de los hielos polares, pero como sigue por encima de los 86.400 segundos fijados, los ajustes siguen siendo necesarios. Eso genera polémicas sobre su utilidad, y si sería necesario "actualizar" la cifra estándar para medir la duración de un día, en lugar de seguir manteniendo una tan antigua, aunque ciertamente esta tiene la propiedad de ser una cifra redonda, sin milésimas extras, que hace todo más cómodo. Por ello se prefiere mantener las correcciones puntuales, en lugar de actualizar los baremos a medir.
Como conclusión,la Tierra no está cerca de detenerse. En realidad ni tan solo está frenando ahora mismo, aunque si lo haga a escalas mucho mayores, pero nunca hasta el punto de hacerlo por completo. Llegará el momento en que la rotación de nuestro planeta quede sincronizada con el tiempo en que La Luna tarde en girar alrededor de ella, y un día dure 40 o 50 veces lo que dura actualmente. Pero eso queda muy lejos, demasiado para preocuparnos.
La variabilidad de la rotación terrestre desde 1973 hasta 2015. Puede observarse la variabilidad estacional, producto del avance y retroceso de los hielos, así como lo absolutamente cambiante que de su ritmo, que hizo que a principios del siglo XXI su velocidad de rotación llegara casi a situarse al ritmo de 1820, el "punto 0", y que en términos generales indica que lejos de frenarse la tendencia actual es incluso de acelerarse, aunque sin alcanzar marcas de antaño. Se teoriza que esto podría estar relacionado con el retroceso de los hielos polares y el cambio en la distribución de la masa del planeta. Actualmente el desfase es de 2 milisegundos, pero podría ser más (o menos) en el futuro.
Feliz 201..?
"Y dicen que el friki soy yo"
2017: Wait Just a Second
sábado, diciembre 31, 2016
jueves, diciembre 29, 2016
10 hitos planetarios de 2016
Un repaso a los nuevos mundos descubiertos a lo largo de este año que se termina.
2016 está a punto de terminar, y como en el caso de la exploración interplanetaria y los descubrimientos astronómicos, también la búsqueda de nuevos planetas siguió avanzado a toda máquina, siguiendo el camino abierto los años anteriores. Lejos de detenerse o aminorar su marcha, los descubrimientos se suceden a un ritmo creciente, hasta acumular a día de hoy un resultado de miles de nuevos mundos confirmados, tantos que la misma tarea de estudiarlos en profundidad se esta convirtiendo en todo un desafío. Uno maravilloso, ciertamente. Veamos una selección de los descubrimientos más notables.
1) Un vecino cósmico: Aunque ya mencionado anteriormente, vale la pena regresar a el por todo lo que significa uno de los grandes descubrimiento de 2016, un planeta a solo 4.2 años-luz de la Tierra, solo un poco más masivo que esta y que se desplaza por la zona habitable de su estrella, Próxima Centauri. Eso no significa que lo sea necesariamente, ya que ese es solo un factor más, por importante que sea, entre otros. Venus y Marte, por no hablar de La Luna, nos lo recuerdan constantemente. Pero que tenga tanto potencial ya implica que deben existir millones de Tierras en la Vía Láctea. Incluso ya hay proyectos para enviar un mensaje de radio como saludo. Por si acaso hay alguien ahí que pueda responder.
2) El 9º: No sabemos si existe realmente, ya que se basa en evidencias indirectas a partir de las órbitas de algunos mundos del Cinturón de Kuiper, que parecen estar fuertemente influenciadas por la gravedad de un cuerpo aún desconocido. Al menos así se interpretan esos datos, y ciertamente parecen sólidos. Si finalmente se descubre, 2016 será el año donde todo comenzó, en el que las primeras pistas que nos llevaron a la resolución de este misterio.
3) 1284: Esos fueron los exoplanetas confirmados este año, desvelados por el telescopio Kepler. De ello al menos 9 rocosos potencialmente habitables, y de ellos dos, Kepler-1638b y Kepler-1229b, entre los que tiene mayor posibilidades de que así sea. Eso elevó la cifra a 3.439, una cifra increíble si se tiene en cuenta lo limitadas de las regiones observadas, y especialmente si se recuerda que hasta una fecha tan tardía como la década de los 90 aún se discutía si existían planetas en otras estrellas o eramos algo único.
4) Planeta lejano: 2MASS J2126 rompió todos los récords de distancia con respecto a su estrella, ya que se mueve nada menos que a 7.000 veces la que separa el Sol de la Tierra. Tan lejos que necesita 900.000 años terrestres para completar un solo viaje.
5) 1 Sol, 3 mundos: TRAPPIST-1 es una estrella muy pequeña y fría, 2.000 veces más tenue que el Sol y casi en la frontera donde ya no son posibles las reacciones de fusión en su núcleo. En su formación posiblemente estuvo en el filo de la navaja, entre convertirse en una enana roja o quedar como una enana marrón, algo parecido a lo que es Júpiter. Pero descubrimos que tiene buena compañía, 3 planetas no mayores que el nuestro y potencialmente habitables. La importancia de algo así es que demuestra que incluso estas estrellas diminutas, muy frías pero con una esperanza de vida casi infinita, puedes albergar planetas habitables. Al menos en teoría.
6) Nubes de joyas: Este año que nos deja fuimos capaces de detectar el exótico clima de un gran exoplaneta, HAT-P-7b, un 40 por ciento más grande que Júpiter y se encuentra a 1.040 años luz de la Tierra, tan cerca de su Sol que su año apenas dura 2.2 días y las mareas gravitatorias mantienen un hemisferio siempre orientado hacia el y el otro siempre en la sombra, de forma parecido a nuestra Luna. La atmósfera superior de este mundo extraterrestre cuenta con fuertes vientos y nubes compuestas, al menos parcialmente de corindón, el mineral que forma los zafiros y rubíes. Un cielo lleno de joyas. Literalmente.
7) Atmósferas: El telescopio espacial Hubble nos permitió levanta el mapa de la atmósfera de un exoplaneta, 55 Cancri e, una "SuperTierra" dos veces más ancho y ocho veces más masivo que nuestro planeta, tan cerca de su estrella que su año solo dura 18 horas y sufre temperaturas estimadas de 2.000 Cº. Se detectaron Hidrógeno y Helio, pero no vapor de agua.
8) Un mundo complejo: Uno de los mundos más curiosos desvelados de 2016 fue HD 131399Ab, ya que nos recordó que estos parecen existir en casi cualquier circunstancias. El sistema que forma es realmente extraño: El exoplaneta orbita una estrella grande y brillante (Estrella A) , que a su vez son orbitados por un par de estrellas conocidas como Estrella B y Estrella C. Este sistema estelar fue el primero encontrado con una configuración tan exótica.
9) K2: Kepler dejó de ser funcional al fallar dos de sus cuatro giroscopios, que le permitían la exactitud en su movimiento necesaria para mantener una observación continúa de la misma zona a lo largo del año. Pero los ingenieros de la NASA desarrollaron una alternativa, donde el uso de los dos giroscopios, los impulsores y la presión ejercida por la luz solar permitió reiniciar la caza de exoplanetas, aunque de forma más limitada y con campañas de observación más dispersas. Aún así K-2, como se conoce esa nueva etapa, ha descubierto 127 exoplanetas. Eso incluye dos mundos rocosos llamados K2-72c y 72e, que orbitan dentro de la zona habitable de su estrella anfitriona (localizada a unos 181 años luz de la Tierra).
10) 3 Soles: Todos recordamos Tatooine, el mundo del universo ficticio de Star Wars, con su atardecer con 3 soles. En su momento sonaba a algo absolutamente de ciencia-ficción, ya que en 1997 aún faltaban dos décadas para saber a ciencia cierta de que había planetas en otras estrellas. KELT-4Ab se añadió a los que demostraron no solo que la obra de Gorge Lucas había acertado, sino que incluso se quedaba corta. Este orbita la estrella KELT-A una vez cada tres días. A su vez, las estrellas gemelas, KELT-B y KELT-C, orbitan entre sí una vez cada 30 años, y juntas viajan alrededor de KELT-A y su planeta cada 4.000 años más o menos.
Hay otros muchos descubrimientos, pero hay que hacer una selección y estos son los más notables. Y el futuro promete cosas mucho mayores, con la llegada de nuevos observatorios, como el James Webb. Estos solo son el aperitivo del futuro.
TRAPPIST-1, una tenue estrella ultra-fría rodeada de 3 planetas potencialmente habitables.
Proxima b, el planeta quizás habitable más cercano a la Tierra.
HD 131399Ab, un planeta en un sistema estelar de configuración extraña.
El hipotético 9º planeta, ahora mismo solo supuesto a partir de evidencias indirectas. Así y todo muchos astrónomos creen que en poco más de un año a partir de ahora lo encontraremos.
2MASS J2126, el planeta más lejano a su Sol conocido.
HAT-P-7b, un cielo lleno de joyas.
55 Cancri e, del que el Hubble pudo extraer la composición de su atmósfera, compuesta de Hidrógeno y Helio, pero sin rastro de Vapor de Agua.
Wildest Alien Planet Discoveries of 2016
2016 está a punto de terminar, y como en el caso de la exploración interplanetaria y los descubrimientos astronómicos, también la búsqueda de nuevos planetas siguió avanzado a toda máquina, siguiendo el camino abierto los años anteriores. Lejos de detenerse o aminorar su marcha, los descubrimientos se suceden a un ritmo creciente, hasta acumular a día de hoy un resultado de miles de nuevos mundos confirmados, tantos que la misma tarea de estudiarlos en profundidad se esta convirtiendo en todo un desafío. Uno maravilloso, ciertamente. Veamos una selección de los descubrimientos más notables.
1) Un vecino cósmico: Aunque ya mencionado anteriormente, vale la pena regresar a el por todo lo que significa uno de los grandes descubrimiento de 2016, un planeta a solo 4.2 años-luz de la Tierra, solo un poco más masivo que esta y que se desplaza por la zona habitable de su estrella, Próxima Centauri. Eso no significa que lo sea necesariamente, ya que ese es solo un factor más, por importante que sea, entre otros. Venus y Marte, por no hablar de La Luna, nos lo recuerdan constantemente. Pero que tenga tanto potencial ya implica que deben existir millones de Tierras en la Vía Láctea. Incluso ya hay proyectos para enviar un mensaje de radio como saludo. Por si acaso hay alguien ahí que pueda responder.
2) El 9º: No sabemos si existe realmente, ya que se basa en evidencias indirectas a partir de las órbitas de algunos mundos del Cinturón de Kuiper, que parecen estar fuertemente influenciadas por la gravedad de un cuerpo aún desconocido. Al menos así se interpretan esos datos, y ciertamente parecen sólidos. Si finalmente se descubre, 2016 será el año donde todo comenzó, en el que las primeras pistas que nos llevaron a la resolución de este misterio.
3) 1284: Esos fueron los exoplanetas confirmados este año, desvelados por el telescopio Kepler. De ello al menos 9 rocosos potencialmente habitables, y de ellos dos, Kepler-1638b y Kepler-1229b, entre los que tiene mayor posibilidades de que así sea. Eso elevó la cifra a 3.439, una cifra increíble si se tiene en cuenta lo limitadas de las regiones observadas, y especialmente si se recuerda que hasta una fecha tan tardía como la década de los 90 aún se discutía si existían planetas en otras estrellas o eramos algo único.
4) Planeta lejano: 2MASS J2126 rompió todos los récords de distancia con respecto a su estrella, ya que se mueve nada menos que a 7.000 veces la que separa el Sol de la Tierra. Tan lejos que necesita 900.000 años terrestres para completar un solo viaje.
5) 1 Sol, 3 mundos: TRAPPIST-1 es una estrella muy pequeña y fría, 2.000 veces más tenue que el Sol y casi en la frontera donde ya no son posibles las reacciones de fusión en su núcleo. En su formación posiblemente estuvo en el filo de la navaja, entre convertirse en una enana roja o quedar como una enana marrón, algo parecido a lo que es Júpiter. Pero descubrimos que tiene buena compañía, 3 planetas no mayores que el nuestro y potencialmente habitables. La importancia de algo así es que demuestra que incluso estas estrellas diminutas, muy frías pero con una esperanza de vida casi infinita, puedes albergar planetas habitables. Al menos en teoría.
6) Nubes de joyas: Este año que nos deja fuimos capaces de detectar el exótico clima de un gran exoplaneta, HAT-P-7b, un 40 por ciento más grande que Júpiter y se encuentra a 1.040 años luz de la Tierra, tan cerca de su Sol que su año apenas dura 2.2 días y las mareas gravitatorias mantienen un hemisferio siempre orientado hacia el y el otro siempre en la sombra, de forma parecido a nuestra Luna. La atmósfera superior de este mundo extraterrestre cuenta con fuertes vientos y nubes compuestas, al menos parcialmente de corindón, el mineral que forma los zafiros y rubíes. Un cielo lleno de joyas. Literalmente.
7) Atmósferas: El telescopio espacial Hubble nos permitió levanta el mapa de la atmósfera de un exoplaneta, 55 Cancri e, una "SuperTierra" dos veces más ancho y ocho veces más masivo que nuestro planeta, tan cerca de su estrella que su año solo dura 18 horas y sufre temperaturas estimadas de 2.000 Cº. Se detectaron Hidrógeno y Helio, pero no vapor de agua.
8) Un mundo complejo: Uno de los mundos más curiosos desvelados de 2016 fue HD 131399Ab, ya que nos recordó que estos parecen existir en casi cualquier circunstancias. El sistema que forma es realmente extraño: El exoplaneta orbita una estrella grande y brillante (Estrella A) , que a su vez son orbitados por un par de estrellas conocidas como Estrella B y Estrella C. Este sistema estelar fue el primero encontrado con una configuración tan exótica.
9) K2: Kepler dejó de ser funcional al fallar dos de sus cuatro giroscopios, que le permitían la exactitud en su movimiento necesaria para mantener una observación continúa de la misma zona a lo largo del año. Pero los ingenieros de la NASA desarrollaron una alternativa, donde el uso de los dos giroscopios, los impulsores y la presión ejercida por la luz solar permitió reiniciar la caza de exoplanetas, aunque de forma más limitada y con campañas de observación más dispersas. Aún así K-2, como se conoce esa nueva etapa, ha descubierto 127 exoplanetas. Eso incluye dos mundos rocosos llamados K2-72c y 72e, que orbitan dentro de la zona habitable de su estrella anfitriona (localizada a unos 181 años luz de la Tierra).
10) 3 Soles: Todos recordamos Tatooine, el mundo del universo ficticio de Star Wars, con su atardecer con 3 soles. En su momento sonaba a algo absolutamente de ciencia-ficción, ya que en 1997 aún faltaban dos décadas para saber a ciencia cierta de que había planetas en otras estrellas. KELT-4Ab se añadió a los que demostraron no solo que la obra de Gorge Lucas había acertado, sino que incluso se quedaba corta. Este orbita la estrella KELT-A una vez cada tres días. A su vez, las estrellas gemelas, KELT-B y KELT-C, orbitan entre sí una vez cada 30 años, y juntas viajan alrededor de KELT-A y su planeta cada 4.000 años más o menos.
Hay otros muchos descubrimientos, pero hay que hacer una selección y estos son los más notables. Y el futuro promete cosas mucho mayores, con la llegada de nuevos observatorios, como el James Webb. Estos solo son el aperitivo del futuro.
TRAPPIST-1, una tenue estrella ultra-fría rodeada de 3 planetas potencialmente habitables.
Proxima b, el planeta quizás habitable más cercano a la Tierra.
HD 131399Ab, un planeta en un sistema estelar de configuración extraña.
El hipotético 9º planeta, ahora mismo solo supuesto a partir de evidencias indirectas. Así y todo muchos astrónomos creen que en poco más de un año a partir de ahora lo encontraremos.
2MASS J2126, el planeta más lejano a su Sol conocido.
HAT-P-7b, un cielo lleno de joyas.
55 Cancri e, del que el Hubble pudo extraer la composición de su atmósfera, compuesta de Hidrógeno y Helio, pero sin rastro de Vapor de Agua.
Wildest Alien Planet Discoveries of 2016
miércoles, diciembre 28, 2016
En los albores de la tempestad
Gliese 710, nuestra futura vecina más cercana.
Vivimos en un enorme río de estrellas en constante movimiento. Nuestro limitado marco temporal humano hace que tengamos la falsa sensación de que son algo inmóvil en el firmamento (de ahí el nombre), pero en realidad es como si miráramos un fotograma individual de una larga película sin saberlo, o sin querer tenerlo en cuenta. Exactamente como pasa con la historia de nuestro planeta y la vida. Los progresos en astronomía, por suerte, han cambiado a lo largo de los siglos esa percepción, aún tan arraigada en la mentalidad popular.
Eso nos permite hoy día hacer estimaciones bastante ajustadas de como serán los movimientos de las estrellas más cercanas, cuales se aproximarán a nosotros en algún momento y cuales abandonarán nuestra vecindad en el futuro. Próxima Centauri es la más cercana actualmente, pero representa una circunstancia puntual. Otras tomarán su lugar. Entre ellas la pequeña Gliese 710, una rojiza estrella con poco más de la mitad de la masa del Sol, actualmente situada a unos 63 años-luz, pero de la que sabemos desde hace tiempo que en 1.37 millones de años pasará muy cerca del Sistema Solar antes de alejarse de nuevo. Hasta ahora se estimaba la distancia mínima en 0,68 años-luz, prácticamente a las puertas de casa. Pero ahora los datos de GAIA, el más reciente observatorio espacial europeo, nos muestra que la visita podría ser incluso más cercana.
Así al menos lo afirman los astrónomos polacos Filip Berski y Piotr Dybczynski, que basándose en los primeros y valiosos datos de GAIA, han estimado que Gliese 710 se aproximará mucho más, hasta apenas 0.21 años-luz (13.365 unidades astronómica), tan cerca que se convertirá en la más brillante del firmamento (-2.7), además de experimentar el movimiento aparente de mayor magnitud. Existe, y eso es inevitable, un margen de error a tener en cuenta, pero podemos estar seguros hasta un grado notablemente alto, que esa será la distancia aproximada. Quizás algo menos, puede que un poco más, pero nunca alejándonos en exceso de estas cifras.
Ni está en trayectoria de colisión, ni pasara por dentro del Sistema Solar causando un caos gravitatorio. En realidad no afectará en nada a los planetas, incluida la Tierra. Al menos no directamente. Pero se adentrará profundamente en el interior de la Nube de Oort, la hipotética, pero cuya existencia parece sostenerse en evidencias sólidas, nube de cometas que rodea los bordes más externos de nuestro sistema planetario, enviados a esa especie de exilio en la oscuridad por la migración de Urano y Neptuno a sus posiciones orbitales actuales. Se estima que pueden residir varios cientos de miles de millones de cometas, una reserva inmensa de la que puntualmente, a causa de alguna leve perturbación gravitatoria, se desprenden algunos en dirección al Sol. Eso explica que sigan apareciendo cometas a pesar de los 4.500 millones de años transcurridos desde el nacimiento de nuestro mundo.
Pero Gliese 710 pasará directamente a través de ella. Y eso implicará algo de mucha mayor magnitud. Como sacudir un avispero, si se acepta esa comparación. El 0.1% de los habitantes de Oort podrían salir despedidos hacia el espacio interestelar, y una proporción menor empezar su caída hacia el Sistema Solar. Parecen cifras pequeñas, pero teniendo en cuenta que hablamos de cientos de miles de millones, implica un auténtico temporal de cometas . No todos de golpe, pero si protagonizando un aumento exponencial de la presencia de cometas activos anuales. Hasta unos 10 de ellos al año durante varios millones de años. Parecen pocos, pero extendiéndolo a lo largo del tiempo, implica millones de recién llegados en un periodo temporal que, a escala cósmica, es fugaz.
Un escenario espectacular, pero evidentemente también con riesgos, ya que las posibilidades de que alguno impacte contra la Tierra durante esta "tormenta" cometaria no sería despreciable. En realidad quizás otras tormentas en tiempos pasados (ya que Gliese 710 no es la primera ni será la última que se aproxime tanto) están detrás de algunas de las grandes extinciones sufridas por nuestro planeta. De ahí nace la hipótesis de Némesis, la idea nunca demostrada de que el Sol tiene una pequeña compañera enana roja, que cada cierto tiempo se acerca lo suficiente para provocar el caos en Oort. Gliese 710 podría adoptar ese papel, aunque fuera de forma puntual.
Aunque nada de esto debe preocuparnos ahora ni en un futuro a largo plazo, aquellos que vivan dentro de 1.5 millones de años afrontarán un espectaculo celeste increíble, aunque también tendrán que hacer frente al inicio de una tormenta cometaria que significará una amenaza evidente y potencialmente letal. Pero claro, si dentro de 1.5 millones de años seguimos sin ser capaces de hacer algo más que simplemente observar, permanecemos únicamente en un planeta en lugar de habernos expandido por otros mundos, y no tenemos la tecnología para desviar los que sean más peligrosos, es que quizás hemos perdido mucho el tiempo.
Gliese 710, como el resto de estrellas de nuestra galaxia, se mueven siguiendo su propio camino dentro de la corriente general. Y por eso las distancias entre ellas varían. Esta estrella rojiza no es una excepción, y dentro de 1.37 millones de años se aproximará mucho, en realidad incluso más de lo que indica este esquema, realizado con datos previos a GAIA.
GAIA está levantado un mapa de aproximadamente 1000 millones de estrellas, determinando su posición y movimiento con respecto a la Tierra. Sus datos con respecto a Gliese 710 han permitido determinar mejor su trayectoria.
El futuro encuentro de Gliese 710 con el Sol: una lluvia de cometas durante tres millones de años
Gliese 710 will pass the Sun even closer
martes, diciembre 27, 2016
Las credenciales de un nuevo jugador
China presenta sus planes espaciales a medio y largo plazo.
Cada cierto tiempo nuestra mirada se dirige hacia el gigante asiático. Y de forma justificada, ya que su programa espacial, aunque lejos aún de los logros de la NASA o de la desaparecida URSS, sigue avanzando de forma acelerada, cubriendo etapas a un ritmo asombroso sobretodo si se tiene en cuenta que, hasta no hace tanto tiempo, la idea de China en el espacio parecía cosa de broma. La entrada de un nuevo participante en el campo de juego es siempre bienvenida, ya que la competencia es siempre bienvenida, y quizás ayude a despertar de su letargo al programa espacial de los EEUU, lastrado tanto por la auto-complacencia de su hegemonía como por la falta de definición en sus planes a largo plazo, en buena parte esto último por las disputas políticas que siempre los rodean.
Por eso es más que interesante la publicación por parte del gobierno chino de un informe oficial sobre su programa espacial, sus logros este 2016 y, lo que resulta más interesante, sus planes para los próximos. No se trata de elementos desconocidos, ya que algunos de ellos se han mencionado no pocas veces. Entre ellos la Chang'e-5, la primera misión lunar que traerá muestras de la superficie lunar desde las misiones soviéticas de los 70, que se lanzaría a finales de 2017, seguido un año después por un aterrizaje en el otro lado de la Luna, algo en lo que no existe precedente. En Verano de 2020 se procedería al lanzamiento de la primera misión interplanetaria de China, con destino a Marte, y que de forma muy ambiciosa combina un orbitador y un rover. Se confirma también el objetivo de disponer de una estación espacial modular permanentemente habitada para 2022.
También se presetaron toda una serie de misiones científicas, como el satélite meteorológico SMILE y los observatorios WCOM (para el estudio del ciclo del agua), MIT (exploración de la Magnetosfera, Ionosfera y Termosfera terrestre), EP (Astrofísica de alta energía) y ASO-S (Estudio del Sol).
Más notable es el anuncio de que China "realizará también exploración robótica de los polos sur y norte de La Luna dos veces en los próximos cinco y diez años", según afirmó Wu Yanhua, vicepresidente de la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), durante la conferencia de prensa . Igualmente el documento menciona un plan para intentar recolectar y devolver muestras de Marte alrededor de 2030. Si es así, China podría superar a la NASA, cuyos planes para algo así continúan en el limbo de las disputas presupuestarias, y podría tener un profundo impacto científico, dependiendo de sus hallazgos.
Y más allá, Júpiter y sus lunas son objetivos ya declarados, mientras que "otros proyectos relacionados se llevarán a cabo para lograr la investigación de las principales cuestiones científicas como el origen y la evolución del Sistema Solar y búsqueda de vida extraterrestre". En esto último podría integrarse el que la exploración de asteroides esté también incluida en la lista de objetivos ahora presentados.
Estos proyectos se incluyeron en un plan de 20 años para la exploración del espacio lunar y profundo, que ahora aparentemente ha sido aprobado oficialmente. Y una clave es el Larga Marcha 9, un cohete lanzador pesado que podría considerarse el equivalente chino del futuro SLS norteamericano, y cuyo desarrollo se activará en los próximos cinco años.
Menos claro sigue el tema de vuelos tripulados lunares, parta los cuales el desarrollo de dicho cohete es clave para hacerlos realidad. En este aspecto China no está dispuesta a declarar abiertamente este objetivo, y oficialmente solo se están "estudiando la viabilidad de los planes [(de aterrizaje humano) relacionados". Pero hay pocas dudas en cuanto a los eventuales deseos lunares chinos. Los planes militares, o de tecnología que puede también tener un uso militar además del civil, como el sistema de posicionamiento global Beidou, el equivalente del GPS.
En resumen una mirada más que interesante al programa espacial chino y los múltiples campos que esta abordando, ya que las autoridades del gigante asiático consideran el espacio como un terreno vital para el desarrollo económico, científico y tecnológico del país, y por tanto existe la determinación por seguir adelante con su propia carrera espacial, con paso firme y decidido. Y aunque aún está lejos de las capacidades y logros de los EEUU, su programa es sólido y, lo que quizás es más importante, con una línea clara y marcada a corto, medio y, por lo que parece, largo plazo. La voluntad, en ocasiones, es más importante que los medios disponibles. Y esa es, sin lugar a dudas, la mejor credencial de este nuevo jugador.
Marte será escenario de la primera misión interplanetaria de China, completamente independiente. Una gran apuesta, dada la complejidad que tendrá.
La cara oculta de La Luna es uno de los objetivos del programa espacial chino. La cuenca Apolo parece ser, ahora mismo, el lugar más probable para el alunizaje.
Las muestras lunares, replicando los logros soviéticos de la década de los 70, es otra de las metas marcadas.
El Larga Marcha 9 será un coloso a la altura del SLS, y con el se abrirán las puertas a las misiones al espacio profundo. Y las misiones tripuladas a la Luna, aunque de momento China sigue jugando al escondite en este tema.
Júpiter también es una meta para los próximos años, aunque aún no conocemos detalles de como será la misión china, seguramente en una fase muy temprana de desarrollo.
Mientras la ISS podría estar afrontando sus últimas años, con el final marcado en 2024 (o quizás, en el mejor de los casos, en 2028), China podría tener la suya propia operativa y habitada en 2022.
China outlines its space exploration ambitions
Cada cierto tiempo nuestra mirada se dirige hacia el gigante asiático. Y de forma justificada, ya que su programa espacial, aunque lejos aún de los logros de la NASA o de la desaparecida URSS, sigue avanzando de forma acelerada, cubriendo etapas a un ritmo asombroso sobretodo si se tiene en cuenta que, hasta no hace tanto tiempo, la idea de China en el espacio parecía cosa de broma. La entrada de un nuevo participante en el campo de juego es siempre bienvenida, ya que la competencia es siempre bienvenida, y quizás ayude a despertar de su letargo al programa espacial de los EEUU, lastrado tanto por la auto-complacencia de su hegemonía como por la falta de definición en sus planes a largo plazo, en buena parte esto último por las disputas políticas que siempre los rodean.
Por eso es más que interesante la publicación por parte del gobierno chino de un informe oficial sobre su programa espacial, sus logros este 2016 y, lo que resulta más interesante, sus planes para los próximos. No se trata de elementos desconocidos, ya que algunos de ellos se han mencionado no pocas veces. Entre ellos la Chang'e-5, la primera misión lunar que traerá muestras de la superficie lunar desde las misiones soviéticas de los 70, que se lanzaría a finales de 2017, seguido un año después por un aterrizaje en el otro lado de la Luna, algo en lo que no existe precedente. En Verano de 2020 se procedería al lanzamiento de la primera misión interplanetaria de China, con destino a Marte, y que de forma muy ambiciosa combina un orbitador y un rover. Se confirma también el objetivo de disponer de una estación espacial modular permanentemente habitada para 2022.
También se presetaron toda una serie de misiones científicas, como el satélite meteorológico SMILE y los observatorios WCOM (para el estudio del ciclo del agua), MIT (exploración de la Magnetosfera, Ionosfera y Termosfera terrestre), EP (Astrofísica de alta energía) y ASO-S (Estudio del Sol).
Más notable es el anuncio de que China "realizará también exploración robótica de los polos sur y norte de La Luna dos veces en los próximos cinco y diez años", según afirmó Wu Yanhua, vicepresidente de la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA), durante la conferencia de prensa . Igualmente el documento menciona un plan para intentar recolectar y devolver muestras de Marte alrededor de 2030. Si es así, China podría superar a la NASA, cuyos planes para algo así continúan en el limbo de las disputas presupuestarias, y podría tener un profundo impacto científico, dependiendo de sus hallazgos.
Y más allá, Júpiter y sus lunas son objetivos ya declarados, mientras que "otros proyectos relacionados se llevarán a cabo para lograr la investigación de las principales cuestiones científicas como el origen y la evolución del Sistema Solar y búsqueda de vida extraterrestre". En esto último podría integrarse el que la exploración de asteroides esté también incluida en la lista de objetivos ahora presentados.
Estos proyectos se incluyeron en un plan de 20 años para la exploración del espacio lunar y profundo, que ahora aparentemente ha sido aprobado oficialmente. Y una clave es el Larga Marcha 9, un cohete lanzador pesado que podría considerarse el equivalente chino del futuro SLS norteamericano, y cuyo desarrollo se activará en los próximos cinco años.
Menos claro sigue el tema de vuelos tripulados lunares, parta los cuales el desarrollo de dicho cohete es clave para hacerlos realidad. En este aspecto China no está dispuesta a declarar abiertamente este objetivo, y oficialmente solo se están "estudiando la viabilidad de los planes [(de aterrizaje humano) relacionados". Pero hay pocas dudas en cuanto a los eventuales deseos lunares chinos. Los planes militares, o de tecnología que puede también tener un uso militar además del civil, como el sistema de posicionamiento global Beidou, el equivalente del GPS.
En resumen una mirada más que interesante al programa espacial chino y los múltiples campos que esta abordando, ya que las autoridades del gigante asiático consideran el espacio como un terreno vital para el desarrollo económico, científico y tecnológico del país, y por tanto existe la determinación por seguir adelante con su propia carrera espacial, con paso firme y decidido. Y aunque aún está lejos de las capacidades y logros de los EEUU, su programa es sólido y, lo que quizás es más importante, con una línea clara y marcada a corto, medio y, por lo que parece, largo plazo. La voluntad, en ocasiones, es más importante que los medios disponibles. Y esa es, sin lugar a dudas, la mejor credencial de este nuevo jugador.
Marte será escenario de la primera misión interplanetaria de China, completamente independiente. Una gran apuesta, dada la complejidad que tendrá.
La cara oculta de La Luna es uno de los objetivos del programa espacial chino. La cuenca Apolo parece ser, ahora mismo, el lugar más probable para el alunizaje.
Las muestras lunares, replicando los logros soviéticos de la década de los 70, es otra de las metas marcadas.
El Larga Marcha 9 será un coloso a la altura del SLS, y con el se abrirán las puertas a las misiones al espacio profundo. Y las misiones tripuladas a la Luna, aunque de momento China sigue jugando al escondite en este tema.
Júpiter también es una meta para los próximos años, aunque aún no conocemos detalles de como será la misión china, seguramente en una fase muy temprana de desarrollo.
Mientras la ISS podría estar afrontando sus últimas años, con el final marcado en 2024 (o quizás, en el mejor de los casos, en 2028), China podría tener la suya propia operativa y habitada en 2022.
China outlines its space exploration ambitions
lunes, diciembre 26, 2016
Astronomía 2016
Los descubrimientos astronómicos más importantes de 2016.
Seguimos adelante con lo que el año a punto de terminar nos deja en el terreno de la astronomía y la exploración interplanetaria. Y después mayores triunfos y fracasos de nuestras enviadas robóticas por todo el Sistema Solar, llega el momento de centrarnos en los mayores descubrimientos realizados en nuestra compresión del Universo. No están todos, pero si los más destacados. Vamos allá:
1) Ondas Gravitacionales: Esta considerado de forma mayoritaria el mayor y más trascendente de todos, y razones no faltan para ello, ya que implica conformar uno de los más importantes aspectos de la Relatividad, la idea de que el tiempo y el espacio están interrelacionados, formando lo que se conoce como tejido espacio-tiempo, siendo la gravedad una manifestación de su distorsión por parte de un cuerpo masivo, como una estrella o planeta, y en realidad de cualquier objeto. Y cuando se produce un fenómeno suficientemente potente, como la colisión entre dos agujeros negros, los efectos se propagan como ondas, auténticas olas que se extienden en todas direcciones fruto de la tormenta gravitatoria generada.
Eso fue precisamente lo que el observatorio LIGO (Laser Interferometer Gravitational Wave Observatory) finalmente pudo captar en Febrero, a lo que siguieron otras detecciones que confirmaron la primera. Se abría así una nueva puerta al Universo, ya que siendo capaces de detectarlas podemos saber de fenómenos que ocurren fuera de nuestra capacidad de observación por otros medios. En términos "terrestres", es como saber que una ruidosa moto está pasando por nuestra calle o una cercana sin verla, precisamente porque podemos oírla. Las ondas gravitacionales son el son sonido del Cosmos.
2) Próxima b: La búsqueda de planetas habitables en otras estrellas es uno de los grandes objetivos de la astronomía moderna, quizás el mayor de todos si tenemos en cuenta las implicaciones, a todos los niveles, que tendría encontrar señales de actividad biológica fuera de la Tierra. Por ello el descubrimiento de una mundo que cumple con todas las condiciones consideradas básicas para considerarlo potencialmente habitable (aunque eso no implica necesariamente que lo sea, como siempre hay que recordar) en la estrella más cercana a nuestro Sistema Solar es trascendental.
Su proximidad implica que, por simple estadística, estos deben ser abundantes en la Vía Láctea, ya que, de lo contrario, las posibilidades de que existiera uno a poco más de 4 años-luz de nosotros eran casi nulas. Y estando en órbita alrededor de la clase de estrella más abundante del Universo, una enana roja, las opciones se disparan de forma exponencial. De ahí la importancia de este hallazgo.
3) Un gigantesco depósito de agua marciana: Cualquier posibilidad realista de colonizar Marte pasa por la capacidad de obtener los recursos necesarios para sobrevivir de forma autónoma, sin necesidad de depender de los envíos de la Tierra. Y nada es más importante que el agua, de donde se pueden extraer además aire y combustible. Por ello encontrar depósitos de hielo que puedan ser facilmente accesible es un paso vital para hacer realidad ese futuro.
Y eso es lo que nos reveló Mars Reconnaissance Orbiter mediante su radar SHARAD, una acumulación de hielo situado apenas a 1-10 metros por debajo de la superficie, y con una cantidad de agua estimada de 12.100 Kilómetros/Cúbicos. No es el único ni el mayor, pero si el más facilmente alcanzable. Está ahí, listo para ser explotado por las potenciales colonias que un día pueden existir en el planeta rojo.
4) Las fuentes de Europa: Esta luna de Júpiter es el objetivo numero 1 de los astrobiólogos, ya que todo indica la existencia de un océano interior con todos los componentes para la vida. Para añadir aún más interés, en 2012 el Hubble detectaba lo que parecían plumas de vapor de agua emergiendo al espacio desde dicho océano, lo que implicaba tener una puerta directa a este, la opción, para una sonda robótica, de analizar su composición y desvelar, de haberlas, huellas biológicas.
Pero después de esa detección toda señal posterior se desvaneció, a pesar de los intentos de encontrarlas de nuevo. Finalmente en 2016 se anunció que se habían detectado de nuevo (en realidad en 2014, aunque hasta entonces no se habían completado el estudio de los datos recibidos y confirmar su naturaleza). Las puertas de Europa están abiertas de nuevo.
5) La estrella desafiante: KIC 8462852 es el nombre oficial de la que popularmente se conoce como Tabby, y cuyas variaciones de brillo siguen siendo un desafío para la astronomía moderna, y un escenario perfecto para las ideas más locas, aunque ciertamente, ahora mismo, todas las opciones están abiertas.
En 2016, la saga de la Estrella de Tabby continuó. Una nueva evidencia mostró que el oscurecimiento esporádico podría haber estado ocurriendo desde hace un siglo. Eso hace improbable que el causante sea un enjambre de cometas, como era la explicación inicial, pero también podría hacer improbable la idea de una mega estructura extraterrestre. Otras observaciones revelaron que no sólo tiene variaciones de brillo puntuales, sino que aparentemente estaba disminuyendo su brillo de forma general. El misterio continúa.
6) Lunas lejanas: El Cinturón de Kuiper, un enorme reino de pequeños cuerpos helados, y entre ellos algunos de tamaño planetario, como Plutón o Eris, se está revelando como la auténtica "3ª región" del Sistema Solar, después del del los planetas rocosos y los gigantes gaseosos. Y a todo ello se le suma que parece contener las posibles huellas de un 9º planeta aún desconocido.
Fruto de ello cada vez se explora con mayor profundidad, y los descubrimientos se suceden. El más notable de ellos el descubrimiento de que también Makemake, otro de los "grandes enanos" dispone de su propia luna, la más lejana jamás descubierta. Y seguramente no será la última. Kuiper promete darnos muchas noticias en el futuro.
No es ni mucho menos los únicos, ya que las diversas misiones interplanetarias, así como los observatorios terrestres y espaciales, siguen profundizando, cada uno en su terreno, en el conocimiento general del Sistema Solar. Este es el caso de Curiosity, que sigue aportando nuevas evidencias de antiguos ambientes habitables en Marte, New Horizons, que terminó de transmitir unos datos que sigue ofreciendo sorpresas, como es el indicio de un océano subterráneo en Plutón, o Cassini, desvelando como Titán y Encélado, son aún más extraños y maravillosos de lo que creíamos. Pero si quizás los más notables. Y 2017 seguro que nos traerán muchos otros.
Un descubrimiento trascendental, que afianza la concepción del Universo teorizado por Einstein, y que abre las puertas a conocer fenómenos que de otra forma permanecerían desconocidos.
Proxima b es el planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra, en la estrella más cercana. Su hallazgo implica que el número de planetas de este tipo debe ser enorme, más si existen también en las enanas rojas, las más abundantes del Universo.
Makemake y su pequeña compañera. Kuiper sigue expandiéndose y demostrando ser un reino aún por descubrir, apabullante por su inmensidad.
Una gigantesca reserva de agua helada facilmente accesible. Una tierra de promisión para futuros pobladores del planeta.
Aunque con dos años de retraso, por la necesidad de analizar los datos y asegurarse que las señales de agua no tuvieran otro origen, se anunció en 2016 que el Hubble había detectado de nuevo las plumas de vapor en Europa.
La estrella de Tabby es, en su misterio, terreno libre para teorías de todo tipo, incluyendo la de la existencia de enormes estructuras alienígenas detrás de sus cambios de brillo. Hoy día sabemos sin saber lo que está ocurriendo con ella, aunque en 2016 desvelamos que afronta un proceso de atenuación de su de luz que lleva en marcha desde hace al menos un siglo.
Seguimos adelante con lo que el año a punto de terminar nos deja en el terreno de la astronomía y la exploración interplanetaria. Y después mayores triunfos y fracasos de nuestras enviadas robóticas por todo el Sistema Solar, llega el momento de centrarnos en los mayores descubrimientos realizados en nuestra compresión del Universo. No están todos, pero si los más destacados. Vamos allá:
1) Ondas Gravitacionales: Esta considerado de forma mayoritaria el mayor y más trascendente de todos, y razones no faltan para ello, ya que implica conformar uno de los más importantes aspectos de la Relatividad, la idea de que el tiempo y el espacio están interrelacionados, formando lo que se conoce como tejido espacio-tiempo, siendo la gravedad una manifestación de su distorsión por parte de un cuerpo masivo, como una estrella o planeta, y en realidad de cualquier objeto. Y cuando se produce un fenómeno suficientemente potente, como la colisión entre dos agujeros negros, los efectos se propagan como ondas, auténticas olas que se extienden en todas direcciones fruto de la tormenta gravitatoria generada.
Eso fue precisamente lo que el observatorio LIGO (Laser Interferometer Gravitational Wave Observatory) finalmente pudo captar en Febrero, a lo que siguieron otras detecciones que confirmaron la primera. Se abría así una nueva puerta al Universo, ya que siendo capaces de detectarlas podemos saber de fenómenos que ocurren fuera de nuestra capacidad de observación por otros medios. En términos "terrestres", es como saber que una ruidosa moto está pasando por nuestra calle o una cercana sin verla, precisamente porque podemos oírla. Las ondas gravitacionales son el son sonido del Cosmos.
2) Próxima b: La búsqueda de planetas habitables en otras estrellas es uno de los grandes objetivos de la astronomía moderna, quizás el mayor de todos si tenemos en cuenta las implicaciones, a todos los niveles, que tendría encontrar señales de actividad biológica fuera de la Tierra. Por ello el descubrimiento de una mundo que cumple con todas las condiciones consideradas básicas para considerarlo potencialmente habitable (aunque eso no implica necesariamente que lo sea, como siempre hay que recordar) en la estrella más cercana a nuestro Sistema Solar es trascendental.
Su proximidad implica que, por simple estadística, estos deben ser abundantes en la Vía Láctea, ya que, de lo contrario, las posibilidades de que existiera uno a poco más de 4 años-luz de nosotros eran casi nulas. Y estando en órbita alrededor de la clase de estrella más abundante del Universo, una enana roja, las opciones se disparan de forma exponencial. De ahí la importancia de este hallazgo.
3) Un gigantesco depósito de agua marciana: Cualquier posibilidad realista de colonizar Marte pasa por la capacidad de obtener los recursos necesarios para sobrevivir de forma autónoma, sin necesidad de depender de los envíos de la Tierra. Y nada es más importante que el agua, de donde se pueden extraer además aire y combustible. Por ello encontrar depósitos de hielo que puedan ser facilmente accesible es un paso vital para hacer realidad ese futuro.
Y eso es lo que nos reveló Mars Reconnaissance Orbiter mediante su radar SHARAD, una acumulación de hielo situado apenas a 1-10 metros por debajo de la superficie, y con una cantidad de agua estimada de 12.100 Kilómetros/Cúbicos. No es el único ni el mayor, pero si el más facilmente alcanzable. Está ahí, listo para ser explotado por las potenciales colonias que un día pueden existir en el planeta rojo.
4) Las fuentes de Europa: Esta luna de Júpiter es el objetivo numero 1 de los astrobiólogos, ya que todo indica la existencia de un océano interior con todos los componentes para la vida. Para añadir aún más interés, en 2012 el Hubble detectaba lo que parecían plumas de vapor de agua emergiendo al espacio desde dicho océano, lo que implicaba tener una puerta directa a este, la opción, para una sonda robótica, de analizar su composición y desvelar, de haberlas, huellas biológicas.
Pero después de esa detección toda señal posterior se desvaneció, a pesar de los intentos de encontrarlas de nuevo. Finalmente en 2016 se anunció que se habían detectado de nuevo (en realidad en 2014, aunque hasta entonces no se habían completado el estudio de los datos recibidos y confirmar su naturaleza). Las puertas de Europa están abiertas de nuevo.
5) La estrella desafiante: KIC 8462852 es el nombre oficial de la que popularmente se conoce como Tabby, y cuyas variaciones de brillo siguen siendo un desafío para la astronomía moderna, y un escenario perfecto para las ideas más locas, aunque ciertamente, ahora mismo, todas las opciones están abiertas.
En 2016, la saga de la Estrella de Tabby continuó. Una nueva evidencia mostró que el oscurecimiento esporádico podría haber estado ocurriendo desde hace un siglo. Eso hace improbable que el causante sea un enjambre de cometas, como era la explicación inicial, pero también podría hacer improbable la idea de una mega estructura extraterrestre. Otras observaciones revelaron que no sólo tiene variaciones de brillo puntuales, sino que aparentemente estaba disminuyendo su brillo de forma general. El misterio continúa.
6) Lunas lejanas: El Cinturón de Kuiper, un enorme reino de pequeños cuerpos helados, y entre ellos algunos de tamaño planetario, como Plutón o Eris, se está revelando como la auténtica "3ª región" del Sistema Solar, después del del los planetas rocosos y los gigantes gaseosos. Y a todo ello se le suma que parece contener las posibles huellas de un 9º planeta aún desconocido.
Fruto de ello cada vez se explora con mayor profundidad, y los descubrimientos se suceden. El más notable de ellos el descubrimiento de que también Makemake, otro de los "grandes enanos" dispone de su propia luna, la más lejana jamás descubierta. Y seguramente no será la última. Kuiper promete darnos muchas noticias en el futuro.
No es ni mucho menos los únicos, ya que las diversas misiones interplanetarias, así como los observatorios terrestres y espaciales, siguen profundizando, cada uno en su terreno, en el conocimiento general del Sistema Solar. Este es el caso de Curiosity, que sigue aportando nuevas evidencias de antiguos ambientes habitables en Marte, New Horizons, que terminó de transmitir unos datos que sigue ofreciendo sorpresas, como es el indicio de un océano subterráneo en Plutón, o Cassini, desvelando como Titán y Encélado, son aún más extraños y maravillosos de lo que creíamos. Pero si quizás los más notables. Y 2017 seguro que nos traerán muchos otros.
Proxima b es el planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra, en la estrella más cercana. Su hallazgo implica que el número de planetas de este tipo debe ser enorme, más si existen también en las enanas rojas, las más abundantes del Universo.
Makemake y su pequeña compañera. Kuiper sigue expandiéndose y demostrando ser un reino aún por descubrir, apabullante por su inmensidad.
Una gigantesca reserva de agua helada facilmente accesible. Una tierra de promisión para futuros pobladores del planeta.
Aunque con dos años de retraso, por la necesidad de analizar los datos y asegurarse que las señales de agua no tuvieran otro origen, se anunció en 2016 que el Hubble había detectado de nuevo las plumas de vapor en Europa.
La estrella de Tabby es, en su misterio, terreno libre para teorías de todo tipo, incluyendo la de la existencia de enormes estructuras alienígenas detrás de sus cambios de brillo. Hoy día sabemos sin saber lo que está ocurriendo con ella, aunque en 2016 desvelamos que afronta un proceso de atenuación de su de luz que lleva en marcha desde hace al menos un siglo.
domingo, diciembre 25, 2016
Pérdidas, encuentros, inicios y finales
Una visita a algunos de los momentos más intensos de 2016.
Se aproxima el inicio de un nuevo año en este, nuestro pequeño mundo azul, y aunque astronómicamente no tenga ninguna relevancia y sea una fecha aleatoria puramente humana, es un buen momento para realizar una pequeña recopilación de lo que fue, desde el punto de vista espacial, los 12 meses que dejamos atrás. Cuales misiones empezaron su aventura, cuales llegaron a su inevitable final, cuales se perdieron antes de tiempo y cuales fueron encontradas de nuevo. Algo poco habitual esto último, pero que en ocasiones también ocurre.
1) Philae (encontrada): Su existencia fue breve, y aunque nos envió un notable tesoro de datos científicos desde la superficie del cometa Churyumov–Gerasimenk, se prematura pérdida, inevitable dado lo accidentado del aterrizaje, dejó sin lugar a dudas un regusto amargo, aún mayor cuando, meses después y habiendo despertado de la hibernación, de forma fugaz se comunicó de nuevo con nosotros antes de desaparecer de nuevo. Finalmente, poco antes de que ella misma afrontara su propia final, Rosetta logró fotografiarla. Importante porque ofrece un contexto a los datos recibidos de ella, y emotivo por representar la oportunidad de darle el último y merecido adiós.
2) Rosetta (final): El progresivo alejamiento del Sol, siguiendo a Churyumov–Gerasimenko en su viaje, puso a la sonda ante dos opciones: Entrar en una hibernación de la que existían muchas posibilidades de que no despertara, ya que no estaba diseñada para sobrevivir tan lejos del calor solar, o dirigirla directamente a su encuentro, donde se posaría suavemente, no antes de haber recogido toda la información posible desde un ambiente inédito. La elección final, como sabemos, fue esta segunda y Rosetta duerme ya para siempre en la superficie de este cometa.
3) Schiaparelli (pérdida): Era el ensayo final antes de la llegada del rover ExoMars, en 2021, y bajo este prisma el resultado no pudo ser más descorazonador. Después de entrar en la atmósfera y desplegar el paracaídas todo fue mal, aparentemente por un error del sistema que le hizo creer que ya había aterrizado cuando se encontraba aún a varios Kilómetros de la superficie. A pesar de ello el rover está aprobado y se enviará como estaba previsto. Solo queda esperar que lo aprendido, que al fin y al cabo era el objetivo principal, sea suficiente pare evitar otra desastre, que esta vez si que sería terrible para la ESA.
4) ExoMars (Inicio): Pero si Schiaparelli tuvo un destino fatal, justo lo contrario le ocurrió a la sonda ExoMars, que era la que la transportaba. Su maniobra de inserción orbital fue perfecta en todos los aspectos, y ya forma parte de la flota de sondas que estudian el planeta rojo. A finales de 2017 alcanzará su órbita final, después de una larga operación de aerofrenado, dilatada en el tiempo pero que permite ahorra mucho del preciado combustible, y comenzar su exploración marciana, especialmente de su atmósfera y los rastros de Metano que existen en ella, además de ofrecer cobertura de comunicaciones con los rovers de superficie.
5) Hitomi (pérdida): La astronomía japonesa, y por extensión la de todo el mundo, sufrió un duro golpe con la destrucción de este nueva y recién lanzado telescopio de rayos X, que prometía revolucionar nuestro conocimiento del Universo en esa parte del espectro. Una serie de incompresibles fallos de diseño y programación, impropios de un país como Japón, provocó que Hitomi literalmente se autodestruyera al rotar sobre si mismo fuera de control, engañado por unos datos que le indicaban que estaba rotando excesivamente cuando en realidad se encontraba estable. Una desgracia más clara aún cuando se ven las pocas imágenes, tomadas durante las primeras pruebas de sus instrumentos, y que nos mostraron con crudeza lo que pudo ser y no fue.
6) Juno (Inicio): Después de un largo viaje, esta sonda entraba finalmente en órbita alrededor de Júpiter, marcando nuestro retorno al gigante joviano. Se espera de ella que desentrañe los misterios del interior del planeta, aunque actualmente problemas con su impulsor hacen que siga en la órbita de captura, en lugar de la diseñada originalmente. A lo largo de 2017 veremos si se consigue solucionar el problema, lo que determinará si se puede considerar un éxito o, por el contrario, un fracaso, al menos teniendo en cuenta lo que se esperaba de ella.
7) STEREO-B (encontrada y pérdida): Después de 22 meses de silencio, y cuando ya nadie daba nada por este observatorio solar (menos su equipo en tierra, que no cejó en su empeño), se recuperó el contacto, iniciándose así una frenética actividad para conocer su estado y proceder a su recuperación. Sin embargo no parece que sea un cuento de hadas destinado a tener un final feliz, ya que los intentos de estabilizarla fallaron, todo indica que por el malfuncionamiento de un impulsor (posiblemente congelado), y la señal se interrumpió de nuevo el 23 de Septiembre. Los esfuerzos por restablecer el contacto continúan a día de hoy.
8) OSIRIS-Rex (Inicio): En Septiembre se lanzaba la nueva sonda interplanetaria de la NASA, algo notable viviendo en una época limitada en este aspecto. Su objetivo es el asteroide Bennu, del que tomará muestras para llevarlas de nuevo a la Tierra a principios de la próxima década. Tiene en esto mucho parecido con las sondas Hayabusa y Hayabusa 2 japonesas, pero en su caso se espera que pueda capturar una cantidad de material muy superior.
2016 se despide así con un gusto agridulce. ExoMars fue todo un éxito, pero las dudas que rodean a Juno y el final de la misión Rosetta, junto con pérdidas inesperadas como Hitomi y Schiaparelli, además de las esperanzas que rodearon a STEREO-B y no cumplidas, pesan negativamente. Por el contrario las veteranas como Opportunity, Curiosity, Mars Reconnaissance Orbiter, Odyssey, MAVEN, Mars Express, Mangalyaan, Dawn, Akatsuki, LRO o Cassini cumplieron un año plenamente satisfactorio, al igual que los diferentes observatorios espaciales y solares, mientras que New Horizons terminó de enviar todos los datos del encuentro con Plutón y mira ya a su nuevo objetivo, al igual que Hayabusa 2, que recientemente sobrevoló nuestro planeta. De la Chang'e 2 china sabemos menos cosas, excepto que sigue activa.
En resumen, un año con bastantes novedades, aunque con resultados diversos, y despedidas notables, tanto previstas como inesperadas, mientras que las "viejas guerreras" siguen en primera línea un año más.
Así debía haber sido el viaje de Schiaparelli, un suave aterrizaje y unos días de actividad antes de agotar sus baterías. Sin embargo lo hizo a varios cientos de Kilómetros/Hora, dejando solo un oscuro cráter en su lugar. Sus lecciones, aunque sean en estos acontecimientos trágicos, deberán ayudar al rover ExoMars a lograr el aterrizaje.
ExoMars tuvo toda la suerte que le faltó a su pequeña compañera de viaje, y realizó una entrada en órbita perfecta.
Juno también logró entrar en órbita joviana, y algunas de los datos e imágenes son realmente espectaculares. Sin embargo sigue sin entrar en su órbita científica definitiva, lo que limita mucho su capacidad. Solo queda esperar que se superen sus problemas con las válvulas del impulsor.
STEREO-B, la historia que no tuvo, de momento, un final tan feliz como el de los cuentos. Dada por perdida, su recuperación inesperada abrió unas esperanzas que ahora se desvanecen.
Encontrar a Philae era importante, ya que daba un contexto a los datos recibidos de ella. Finalmente Rosetta lo logró, y pudimos despedirnos de ella como se merece.
Hitomi era una gran apuesta de la astronomía japonesa, pero fue víctima de una serie de errores de base en su diseño y construcción que fueron a la postre fatales.
Rosetta cumplió ampliamente todos los objetivos, por lo que al aproximarse más que un previsible final debido a la disminución de la luz solar se decidió enviarla hacia la superficie del cometa.
OSIRIS-Rex, a la exploración del reino de los asteroides.
Se aproxima el inicio de un nuevo año en este, nuestro pequeño mundo azul, y aunque astronómicamente no tenga ninguna relevancia y sea una fecha aleatoria puramente humana, es un buen momento para realizar una pequeña recopilación de lo que fue, desde el punto de vista espacial, los 12 meses que dejamos atrás. Cuales misiones empezaron su aventura, cuales llegaron a su inevitable final, cuales se perdieron antes de tiempo y cuales fueron encontradas de nuevo. Algo poco habitual esto último, pero que en ocasiones también ocurre.
1) Philae (encontrada): Su existencia fue breve, y aunque nos envió un notable tesoro de datos científicos desde la superficie del cometa Churyumov–Gerasimenk, se prematura pérdida, inevitable dado lo accidentado del aterrizaje, dejó sin lugar a dudas un regusto amargo, aún mayor cuando, meses después y habiendo despertado de la hibernación, de forma fugaz se comunicó de nuevo con nosotros antes de desaparecer de nuevo. Finalmente, poco antes de que ella misma afrontara su propia final, Rosetta logró fotografiarla. Importante porque ofrece un contexto a los datos recibidos de ella, y emotivo por representar la oportunidad de darle el último y merecido adiós.
2) Rosetta (final): El progresivo alejamiento del Sol, siguiendo a Churyumov–Gerasimenko en su viaje, puso a la sonda ante dos opciones: Entrar en una hibernación de la que existían muchas posibilidades de que no despertara, ya que no estaba diseñada para sobrevivir tan lejos del calor solar, o dirigirla directamente a su encuentro, donde se posaría suavemente, no antes de haber recogido toda la información posible desde un ambiente inédito. La elección final, como sabemos, fue esta segunda y Rosetta duerme ya para siempre en la superficie de este cometa.
3) Schiaparelli (pérdida): Era el ensayo final antes de la llegada del rover ExoMars, en 2021, y bajo este prisma el resultado no pudo ser más descorazonador. Después de entrar en la atmósfera y desplegar el paracaídas todo fue mal, aparentemente por un error del sistema que le hizo creer que ya había aterrizado cuando se encontraba aún a varios Kilómetros de la superficie. A pesar de ello el rover está aprobado y se enviará como estaba previsto. Solo queda esperar que lo aprendido, que al fin y al cabo era el objetivo principal, sea suficiente pare evitar otra desastre, que esta vez si que sería terrible para la ESA.
4) ExoMars (Inicio): Pero si Schiaparelli tuvo un destino fatal, justo lo contrario le ocurrió a la sonda ExoMars, que era la que la transportaba. Su maniobra de inserción orbital fue perfecta en todos los aspectos, y ya forma parte de la flota de sondas que estudian el planeta rojo. A finales de 2017 alcanzará su órbita final, después de una larga operación de aerofrenado, dilatada en el tiempo pero que permite ahorra mucho del preciado combustible, y comenzar su exploración marciana, especialmente de su atmósfera y los rastros de Metano que existen en ella, además de ofrecer cobertura de comunicaciones con los rovers de superficie.
5) Hitomi (pérdida): La astronomía japonesa, y por extensión la de todo el mundo, sufrió un duro golpe con la destrucción de este nueva y recién lanzado telescopio de rayos X, que prometía revolucionar nuestro conocimiento del Universo en esa parte del espectro. Una serie de incompresibles fallos de diseño y programación, impropios de un país como Japón, provocó que Hitomi literalmente se autodestruyera al rotar sobre si mismo fuera de control, engañado por unos datos que le indicaban que estaba rotando excesivamente cuando en realidad se encontraba estable. Una desgracia más clara aún cuando se ven las pocas imágenes, tomadas durante las primeras pruebas de sus instrumentos, y que nos mostraron con crudeza lo que pudo ser y no fue.
6) Juno (Inicio): Después de un largo viaje, esta sonda entraba finalmente en órbita alrededor de Júpiter, marcando nuestro retorno al gigante joviano. Se espera de ella que desentrañe los misterios del interior del planeta, aunque actualmente problemas con su impulsor hacen que siga en la órbita de captura, en lugar de la diseñada originalmente. A lo largo de 2017 veremos si se consigue solucionar el problema, lo que determinará si se puede considerar un éxito o, por el contrario, un fracaso, al menos teniendo en cuenta lo que se esperaba de ella.
7) STEREO-B (encontrada y pérdida): Después de 22 meses de silencio, y cuando ya nadie daba nada por este observatorio solar (menos su equipo en tierra, que no cejó en su empeño), se recuperó el contacto, iniciándose así una frenética actividad para conocer su estado y proceder a su recuperación. Sin embargo no parece que sea un cuento de hadas destinado a tener un final feliz, ya que los intentos de estabilizarla fallaron, todo indica que por el malfuncionamiento de un impulsor (posiblemente congelado), y la señal se interrumpió de nuevo el 23 de Septiembre. Los esfuerzos por restablecer el contacto continúan a día de hoy.
8) OSIRIS-Rex (Inicio): En Septiembre se lanzaba la nueva sonda interplanetaria de la NASA, algo notable viviendo en una época limitada en este aspecto. Su objetivo es el asteroide Bennu, del que tomará muestras para llevarlas de nuevo a la Tierra a principios de la próxima década. Tiene en esto mucho parecido con las sondas Hayabusa y Hayabusa 2 japonesas, pero en su caso se espera que pueda capturar una cantidad de material muy superior.
2016 se despide así con un gusto agridulce. ExoMars fue todo un éxito, pero las dudas que rodean a Juno y el final de la misión Rosetta, junto con pérdidas inesperadas como Hitomi y Schiaparelli, además de las esperanzas que rodearon a STEREO-B y no cumplidas, pesan negativamente. Por el contrario las veteranas como Opportunity, Curiosity, Mars Reconnaissance Orbiter, Odyssey, MAVEN, Mars Express, Mangalyaan, Dawn, Akatsuki, LRO o Cassini cumplieron un año plenamente satisfactorio, al igual que los diferentes observatorios espaciales y solares, mientras que New Horizons terminó de enviar todos los datos del encuentro con Plutón y mira ya a su nuevo objetivo, al igual que Hayabusa 2, que recientemente sobrevoló nuestro planeta. De la Chang'e 2 china sabemos menos cosas, excepto que sigue activa.
En resumen, un año con bastantes novedades, aunque con resultados diversos, y despedidas notables, tanto previstas como inesperadas, mientras que las "viejas guerreras" siguen en primera línea un año más.
Así debía haber sido el viaje de Schiaparelli, un suave aterrizaje y unos días de actividad antes de agotar sus baterías. Sin embargo lo hizo a varios cientos de Kilómetros/Hora, dejando solo un oscuro cráter en su lugar. Sus lecciones, aunque sean en estos acontecimientos trágicos, deberán ayudar al rover ExoMars a lograr el aterrizaje.
ExoMars tuvo toda la suerte que le faltó a su pequeña compañera de viaje, y realizó una entrada en órbita perfecta.
Juno también logró entrar en órbita joviana, y algunas de los datos e imágenes son realmente espectaculares. Sin embargo sigue sin entrar en su órbita científica definitiva, lo que limita mucho su capacidad. Solo queda esperar que se superen sus problemas con las válvulas del impulsor.
STEREO-B, la historia que no tuvo, de momento, un final tan feliz como el de los cuentos. Dada por perdida, su recuperación inesperada abrió unas esperanzas que ahora se desvanecen.
Encontrar a Philae era importante, ya que daba un contexto a los datos recibidos de ella. Finalmente Rosetta lo logró, y pudimos despedirnos de ella como se merece.
Hitomi era una gran apuesta de la astronomía japonesa, pero fue víctima de una serie de errores de base en su diseño y construcción que fueron a la postre fatales.
Rosetta cumplió ampliamente todos los objetivos, por lo que al aproximarse más que un previsible final debido a la disminución de la luz solar se decidió enviarla hacia la superficie del cometa.
OSIRIS-Rex, a la exploración del reino de los asteroides.