jueves, noviembre 03, 2016

Soñando con un mundo rojo y azul

Recreando un amanecer en Plutón a partir de los datos de la New Horizons, que este pasado 23 de Octubre completó el envió de toda la información reunida.

El largo encuentro llegó a su fin. Las últimas gotas de información que aún restaban almacenadas en la memoria de la sonda dieron recientemente el salto final hacia la Tierra, y ahora, 15 meses después, podemos ya dar por concluida nuestra apasionada y fugaz cita con el una vez 9º planetas del Sistema Solar, ahora degradado pero pese a todo capaz de conversar la misma capacidad de atracción que antaño. Hay otros como el, más lejos, más en las profundidades de Kuiper, seguramente con sus propias maravillas, sus propias sorpresas reservadas para el día que, en un futuro lejano, quizás llegue su turno. Pero Plutón fue el primero, lo conocimos décadas antes que a todos los demás, y por eso es y será siempre especial. Nada puede cambiar eso.

Todos los datos, todas las imágenes, más de 50 Gigas que son ya un tesoro de valor incalculable, ya que no sabemos cuando regresaremos a Plutón, si es que regresamos algún día. Todo lo que sabemos de este mundo, todo lo que en el futuro iremos aprendiendo a medida que se profundice en el estudio de toda esta información, está ahí. El 23 de Octubre, día en que los últimos bits llegaron a la Tierra, las puertas que abrimos de par en par ese 14 de Julio de 2015 finalmente se cerraron. Ahora todo lo que nos queda es soñar. Como hicimos durante décadas desde ese lejano 1930.

Pero ahora podemos hacerlo sabiendo mucho más de el, con todo lo que New Horizons nos envió. Ya no podemos imaginarlo de forma tan abierta como antes, donde casi todo, a causa del vacío de conocimiento que existía hasta esta momento, estaba permitido y era plausible. Ahora tenemos una imagen clara de como es Plutón, y podemos, como es este caso, recrear escenas de ensueño, como es el lejano Sol emergiendo entre la azulada atmósfera y la rojiza superficie. No es la primera ni posiblemente será la última simulación de esta clase. Tenemos tanto material disponible que el límite es el que imponga nuestra propia capacidad. Una vez esta pequeña sonda cumplió su cometido dando lo mejor de ella misma, ahora nos toca a nosotros.

Y soñar con el día, aún lejano, en que podamos regresar.
 
Amanecer en Plutón. Soñando con un pequeño mundo rojo y azul. 

He visto amanecer en Plutón... 

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