martes, septiembre 20, 2016

Allí donde respiran las estrellas

Las sondas STEREO nos llevan al origen del viento solar.

Es un flujo de partículas cargadas que se extienden más allá de Plutón, hasta que se debilita lo suficiente como para que la presión del medio interestelar la frene por completo, dando lugar a una burbuja conocida como Helioesfera. Es el reino del Sol propiamente dicho, el espacio donde la "respiración" de esta estrella domina y determina el medio que la alrededor. Y por ello, en una era como la que vivimos, donde el espacio, en forma de redes de satélites de todo tipo que son la base de nuestra actual civilización tecnológica, es ya una parte vital de nuestra existencia, conocerlo en profundidad es básico. Al fin y al cabo es, en forma de tormentas repentinas, la mayor amenaza que pende sobre ellos.

Y podemos imaginar que por todo ello, y por saber la existencia del viento solar desde los años 50, conocemos ampliamente todo lo que concierne a este fenómeno. Pero nada más lejos de la realidad. Siguen existiendo enigmas, entre ellos su propio nacimiento, de como pasa de ser el flujo de plasma controlado por el campo magnético solar, al viento solar tal y como lo conocemos, en que punto ocurre esa transición. Una laguna que dificulta su compresión global, y el predecir su comportamiento. Pero hoy estamos más cerca de tener una respuesta, gracias a los datos de los observatorios STEREO-A y STEREO-B.

"A medida que te alejas del Sol, la intensidad del campo magnético cae más rápido que no la presión del material", explica Craig DeForest, autor principal del artículo y físico solar en el Instituto de Investigación del Suroeste en Colorado."Con el tiempo, comienza a actuar más como un gas, y menos como un plasma magnéticamente estructurado". Aunque los científicos ya habían supuesto previamente que las fuerzas magnéticas son dominantes en el borde de la corona, esta es la primera vez que realmente lo han visto. El efecto era muy difícil de atrapar en la cámara, ya que el plasma es débil y dispersa la luz solar, pero procesando sus imágenes, eliminando toda "contaminación lumínica" (como la de las estrellas de fondo o la luz zodiacal), ahora hemos visto como y donde se produce esta transición. 

Esto no solo representa añadir nuevos trazos al cuadro global del viento solar, con todo lo que representa en el estudio de nuestra estrella y su relación con la Tierra, sino que serán importantes para la futura sonda Solar Probe Plus, que en 2018 iniciará un largo viaje hasta situarse más cerca del Sol de lo que haya estado nunca ninguna otra, observando la Corona con un detalle nunca antes logrado. Y con ello se adentrará aún más en los orígenes de la respiración de nuestra estrella, cuyas puertas los datos de las STEREO han abierto por fin.

La Corona Solar y el viento solar. La transición entre una y otra sigue siendo un proceso no del todo bien entendido, que ahora hemos visto por primera vez.

El viento solar, en imágenes procesadas al máximo para hacerlo destacar, dando como resultado una imagen espectacular del vendaval que nuestra estrella.

Esta corriente de partículas cargadas se extienden hasta más allá de Plutón, hasta que pierde fuerza y se frena por la presión del medio interestelar. El resultado es una burbuja conocida como Helioesfera, que nos aísla y protege hasta cierto punto del exterior. Aunque la fuerza gravitatoria del Sol sigue dominando hasta distancias mucho mayores, se considera el punto donde esto ocurre como la frontera del Sistema Solar.

Solar Probe Plus, una sonda al encuentro del Sol.

NASA Probe Sees the Edge of the Sun, Birthplace of the Solar Wind

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