Imaginemos la escena. El nuevo coloso enviado a la superficie avanza lentamente, examinando el terreno circundante en busca de nuevos rutas y nuevos objetivos, pero extrañamente no está solo. Un pequeño objeto permanece estático a cierta distancia. Entonces se eleva hacia las alturas, lo sobrevuelo y después de alejarse lo suficiente, desciende de nuevo. Solo han sido unos pocos minutos, pero sin lugar a dudas la escena es enigmática. ¿Acaso "alguien más" explorando Marte? Quizás es un ingenio marciano que mantiene bajo vigilancia al invasor terrestre? La primera evidencia clara de que el planeta rojo no está tan deshabitado como parece? Muchos se harían esas preguntas. Algunos seguramente afirmarían tener la respuesta, que evidentemente sería un gran Si a todas ellas. Algo que la NASA esconde, aunque bastante torpemente todo sea dicho de paso, si es tan sencillo tener acceso a las imágenes reveladoras.
La respuesta, si es que al final se materializa la propuesta, no es tan extraña, pero no por ello menos interesante, a la par que impactante: El rover 2020, que se enviará a Marte ese año, puede que no viaje solo. Con el puede que lo haga un pequeño vehículo, como un explorador que se adelante al explorador principal para examinar el terreno por delante de el, transmitiendo después la información. Y lo haría por aire. Estamos hablando de nada más y nada menos que un helicóptero. Evidentemente uno muy pequeño, no mayor que una caja de pañuelos, pero autónomo y capaz de elevarse a una considerable altura, desde donde tendría una vista privilegiada del entorno, siendo un apoyo extraordinario para el rover. Y por primera vez volaríamos por los cielos marcianos.
Esta es una de las propuestas más innovadoras de las que se están manejando para esta misión, que actualmente va tomando forma. Y lejos de ser una simple idea algo loca, un modelo real ya fue puesto a prueba favorablemente por el JPL. Ahora se encuentra a la espera de ser aprobado. De serlo, acompañaría al rover en el viaje, se separaría de el después del aterrizaje, y desde entonces lo seguiría en su desplazamiento. Alimentado por energía solar y provisto de cámaras GoPro para escrutar las posibles rutas de avance, sus vuelos solo durarían entre dos y tres minutos al día, lo que diera de sí sus reservas de energía. Suficiente para tomar las imágenes que le piedra el equipo en tierra, aunque ese ritmo constante de despegues y aterrizajes es precisamente uno de los desafíos que debe superar.
"Debido a que despegaría todos los días y aterrizaría todos los días, queremos asegurarnos de que tenemos un sistema de aterrizaje a prueba de balas, ya que ese el el momento de mayor peligro es de cualquier misión", explicó Bob Balaram, ingeniero jefe de sistemas de movilidad y robótica en el JPL. Se calcula que el helicóptero podría cubrir tres veces más territorio en un día que si los equipos de control en tierra se basaran únicamente en las cámaras y las imágenes del rover, así como los satélites en órbita, para trazar el camino. "Con este helicóptero, se puede construir rutas de forma mucho más amplia", explica Jim Green, director de la división de Ciencias Planetarias de la NASA.
Y no habría mejores "selfies" que los que este pequeño vehículo volador podría tomar del mismo rover. Una idea fascinante a muchos niveles. ¿Se convertirá en realidad o será una de esas innumerables ideas, entre maravillosas y maravillosamente locas, que se presentan al anunciarse una nueva misión interplanetaria y que terminan quedándose por el camino? Los próximos meses lo sabremos.
"Que lento que eres, rover!! Yo aquí esperando y tu ahí, tomándotelo con calma..."
NASA's Next Mars Rover May Have Flying Sidekick
Me recordó al drone de AMEE, el robot de "Red Planet".
ResponderEliminar