Se cumplen 30 años del encuentro de esta pequeña sonda con el cometa Halley.
La noche del 13 al 14 de Marzo de 1986 se escribió una de las páginas de oro de la exploración espacial. En unas horas de actividad frenética la pequeña Giotto se adentraba en la "cabeza" del cometa más famoso de la historia, cruzándolo de un extremo a otro mientras soportaba toda la furiosa tormenta de partículas que el Halley lanzaba contra ella. De ese encuentro, del que sorprendentemente la sonda sobrevivió a pesar de todos los impactos recibidos, se consiguieron las primeras imágenes del núcleo cometario. Pocas, de una calidad muy pobre si se las compara con las espectaculares imágenes que nos está ofreciendo Rosetta actualmente, o de las que la precedieron, pero eran las primeras, y eran del Halley, el primero del que se descubrió que regresaba de forma periódica. Una combinación imposible de superar, y que hace que aún hoy esa oscura silueta que se intuye en la oscuridad siga fascinando como el primer día.
Para toda una generación el paso Halley, aunque quedó lejos de estar entre los mejores, fue para muchos de nosotros un momento mágico. Poco importaba que apenas fuera visible a simple vista, que fuera necesario prismáticos o un telescopio para ver algún detalle, que las horas para verlo, especialmente si se era un crío, no fueran las mejores. Pero tenía una magia única. Porque era el mítico Halley, y por ello cautivó nuestra imaginación, fuéramos o no capaces de verlo. Recordarlo es transportarnos a tiempo de ensueño, casi legendario.
Y nadie capta mejor la magia que los niños. Con esta idea la ESA, que afrontaba una de sus primeras misiones interplanetarias, organizó un concurso de dibujo infantil. Se recibirían un total de 25. El 15 de junio de 1986 Roger Bonnet, entonces Director del Programa Científico de la ESA, y Reimar Lüst, entonces Director General, recibieron a
los participantes y a sus padres en la sede de la Agencia espacial en París, y les
entregaron un diploma y una maqueta de Giotto. Al final de la ceremonia,
les invitaron a volver en el año 2061.
Estos dibujos, hoy día, siguen transmitiendo la fascinación que muchos vivimos ese 1986. No serán los más precisos científicamente hablando, ni los mejor trazados ni coloreados, pero para muchos de nosotros verlos significa trasladarse de nuevo a esos días de hace 30 años, cuando eramos más jóvenes, muchos niños, y la vida, para la mayoría de nosotros, parecía mucho más sencilla, lejos de las preocupaciones de la vida adulta. Pero por encima de todo, significa recordar uno de esos momentos que nos marcaron para siempre. Al menos a algunos de nosotros.
El Halley y la sonda Giotto, vistos con la mirada de un niño.
El núcleo del Halley visto por Giotto. Para logar estas pocas imágenes la sonda estuvo muy cerca de ser destruida por la tormenta de partículas que lo rodeaba. Aunque pobres en comparación a las conseguidas de otros cometas posteriormente, estas fueron las primeras, a las que se añadió que eran del más famoso de todos.
Que fue de los niños de Giotto?
Giotto aproximándose al Cometa del Halley
En esa fecha yo tenía 10 años. Y este es el 1r "evento" astronómico que recuerdo.
ResponderEliminarNo recuerdo nada de esta sonda. Pero sí, el anuncio de que pasaba el Cometa Halley y que no volvería a pasar hasta al cabo de 76 años, y pensar si llegaría a volver a verlo.
Y seguro que miré al cielo a ver si veía el cometa a simple vista, porque desde siempre el espacio ha atraido mi atención...
Gracias por este bonito Post!
Pues gracias por explicarlo ;). Con un poco de suerte alguien más se animará a contar que hacia esos días
ResponderEliminarYo tenía 10 años, lo recuerdo perfecto, quedarme levantado hasta muy tarde para salir a verlo con los prismáticos (en Uruguay es verano y no tenemos problemas con la temperatura de noche en estos meses). Me encantó el post, me hizo recordar la fascinación que sentía cuando era niño por el Halley.
ResponderEliminarMuchas gracias ;)
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