Cancelado el lanzamiento de la sonda InSight.
No tendremos una nueva sonda viajando al planeta rojo este 2016. No al menos por parte de la NASA, que a 3 meses de la fecha marcada para iniciar su nueva aventura marciana y después de una lucha tan intensa como infructuosa, ha tenido que suspenderla de forma indefinida. En el mejor de los casos deberá esperar 26 meses para poder despegar, el tiempo que tardarán la Tierra y Marte en encontrarse en posiciones adecuadas para realizar el salto de uno a otro. Es lo que se conoce como Ventana de Lanzamiento. Será la de 2018. La actual está ya perdida.
El problema que finalmente llevó a la NASA a tomar esta siempre dificil decisión no está en la sonda en si misma, que ya estaba lista y preparada para el viaje, sino en uno de sus instrumentos, SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure), un sismógrafo construido por el francés CNES (Centre National d'Études Spatiales), y que por la naturaleza de la misión, que es precisamente estudiar la actividad sísmica y el flujo de calor llegado desde el corazón de Marte, es una pieza fundamental. Dotado de una sensibilidad sin precedentes, capaz de detectar movimientos a escala atómica,
el instrumento requiere que existe un completo vacío en torno a sus tres sensores principales para soportar las duras condiciones del entorno marciano. Una esfera de metal sellada se encarga de ello. O debería haberlo hecho.
A principios de este año se detecto una filtración de aire, que impedía a SEIS mantener las condiciones de vacío. Se reparó y el equipo de la misión esperaba que la nueva revisión se superaría con éxito. Sin embargo, durante las pruebas de este pasado 21 de Diciembre, sometido a condiciones de frío extremo (-45 grados Celsius), nuevamente sufrió una filtración. Los sensores funcionan sin problemas, pero sin poder asegurar que se mantendrían en las condiciones de vacío requeridas una vez estuvieran en Marte, realizar el lanzamiento no tendría sentido. Y con solo 3 meses por delante era un tiempo demasiado corto para realizar todas las investigaciones, diseño de soluciones y nuevas pruebas que serían necesarias para dar luz verdad. InSight, que ya se encontraba en las instalaciones de la Vandenberg Air Force Base.
¿Y ahora? Aunque lo más probable es que despegue en 2018, lo cierto es que existe el riesgo que no lo haga nunca. El costo total de las misiones de clase Discovery tiene un tope máximo marcado. Para InSight, el presupuesto total, que incluye el costo del cohete, diseño, montaje, dos años de operaciones y el procesamiento de datos, es 675 millones de Dólares, de los cuales, según Jim Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, de momento se han gastado 525. Si el coste de almacenarla y mantenerla están muy por encima del presupuesto previsto, podría ser cancelada. Aunque nuevamente es extremadamente improbable dado que la sonda ya está construida, y que no deja de tener una notable participación internacional. Casos como Curiosity, que perdió la venta de 2009 y afrontó un sobrecoste de cientos de millones, siendo igualmente lanzado en 2011, refuerzan este idea.
Más dudas genera sobre como podrá afectar este retraso, y el gasto por ello generado, en la elección de nuevas misiones de tipo Discovery, previsto para 2016, y que en esta ocasión podría ver a 2 de ellas siendo seleccionadas. Con la carga extra de una InSight "en la nevera" las cosas podrían cambiar. Solo queda esperar.
La suspensión del lanzamiento para 2018 es un duro golpe para todos los que participan en este proyecto, aunque siempre hay que mirar el vaso medio lleno: Si este fallo se hubiera manifestado ya con la sonda en pleno vuelo, no habría habido vuelta atrás. Ahora al menos se tendrá la oportunidad de estudiar el problema y encontrar una solución. No es la primera vez que ocurre, ni será la última. La exploración espacial siempre fue un terreno donde hay que tener siempre paciencia, mucha paciencia. Marte puede esperar un poco más.
SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure), que la Insight deberá depositar en la superficie de Marte mediante su brazo robótico. Su incapacidad de mantener el vacío interior que necesita para que sus 3 sensores, extremadamente precisos, puedan funcionar a plena capacidad, han obligado a la suspensión del lanzamiento de 2016.
"Con lo bien que empezó el día con el aterrizaje del Falcon 9...."
NASA Suspends 2016 Launch of InSight Mission to Mars
Y no sería mejor lanzar esta sonda con un instrumento de menos que el coste de almacenarla o cancelar su vuelo con lo adelantada que esta.
ResponderEliminarSaludos jorge m.g.
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ResponderEliminarEl objetivo principal es el estudio del flujo de calor interno y la actividad sísmica de Marte, por lo que lanzarla sin el sismógrafo sería una pérdida de tiempo, ya que sería como enviarla "capada". Es un instrumento central en su misión.
ResponderEliminarEs que la posibilidad de que vuele en 2018 son escasas
ResponderEliminarEnviarla ahora sería enviarla porque si, casi sin objetivos, lo que no vale la pena. Pero estoy casi seguro que se arreglará el problema y en 2018 volará.
ResponderEliminarPero dicen que a costa de reducir una misión tipo discovery, en vez de elegir dos en septiembre 2016, se elegiría una sola y seria una pena. Lo que no entiendo como es posible fallar cuando han tenido tres años y se dan cuenta ahora del problema, eso deja en mal lugar al cnes.
ResponderEliminarEs un problema que solo salio a la luz una vez estuvo la cápsula completa y se la sometió a las pruebas finales. Ciertamente es un fallo gordo por parte del CNES, el que las filtraciones se repitieran otra vez denota no tanto un fallo puntual como algo estructural.
ResponderEliminarY si, es posible que tenga consecuencias en el programa Discovey, pero eso es inevitable.No enviarán una sonda a Marte que a la práctica sería casi inservible en cuento a los objetivos buscados.