jueves, diciembre 10, 2015

El mundo de Akatsuki

Confirmada la órbita alrededor de Venus y primeras imágenes del planeta.

Akatsuki está en Venus y vino para quedarse de forma definitiva. Después de su exitosa maniobra de frenado utilizando cuatro de los motores de maniobra RCS (Reaction Control System) en sustitución del ya fuera de servicio impulsor principal, quedaba saber cual era exactamente la órbita alcanzada, de la que se sabía que sería muy elíptica pero de la que faltaba conocer los parámetros exactos. Varios días después de este hazaña, de rescatar del olvido a una sonda que parecía condenada a perderse en la oscuridad, la JAXA nos confirma que se encuentra en órbita, presenta cuales son son sus parámetros, así como las primeras imágenes, aún lejos de lo que nos ofrecerá una vez entre en plena actividad científica, entrado 2016, pero que suponen no solo un adelanto de lo que está por venir, sino el retorno a un mundo que parecía que habíamos perdido con el final de la misión de la Venus Express.

En la rueda de prensa realizada recientemente por la JAXA para explicar el estado de la misión Chikako Hirose, que lideró al equipo de navegación, anunció la forma de la nueva órbita: Un perigeo de 400 kilómetros, un apogeo de 440.000 kilómetros, un período de 13 días y 14 horas, y una inclinación de 3 grados. Lejos del máximo de 79.000 kilómetros y un periodo de 30 horas que se buscaba durante el intento de 2010, con el objetivo de sincronizar el movimiento orbital de Akatsuki con el flujo de vientos de nivel superior de Venus durante aproximadamente 20 horas de cada órbita, pero mejor que la que se había previsto solo unos días antes, que situaba un punto de máxima distancia de 490.000 Kilómetros.

Esto se atribuye a que los impulsores tuvieron un mejor rendimiento de lo esperado. Las próximas semanas la órbita se irá ajustando, reduciendo el apogeo hasta poco más de 300.000 Kilómetros, el periodo a 9 días y aumentando la inclinación hasta los 25º, lo que le permitirá además escapar de la sombra del planeta, siempre peligrosa para un vehículo que depende de la luz solar.

El director del proyecto, Masato Nakamura, explicó que el equipo en tierra dispondrá de 3 meses pare realizar una revisión completa del estado de la nave, sus instrumentos y el plan de operaciones que se afrontará una vez la sonda inicie su actividad científica a pleno rendimiento, algo que posiblemente llegará en Abril de 2016. Una exploración planetaria cuya órbita, tan diferente a la que se buscaba inicialmente, representa una desventaja, pero al mismo tiempo ofrece nuevas posibilidades: Aunque la mayor parte de los datos e imágenes tendrán menos resolución espacial de lo esperado, en realidad será superior en resolución temporal que el plan original, al permitir tomar mas datos de forma continua. Por otro lado la cantidad de estos últimos en mayor resolución, tomadas durante el perigeo, será menor, ya que hablamos de una órbita de 9 días en lugar de las 30 horas originales, por lo que el equipo científico se centrará más en fenómenos específicos.

En conjunto, y como es fácil suponer, el resultado final de una misión como Akatsuki, que está diseñada para  estudiar cómo Venus cambia con el paso del tiempo, lo marcará el tiempo que sea capaz de permanecer en activo. Ciertamente llega 5 años tarde, pero también es cierto que se tomaron todas las medidas posibles para reducir el desgaste de sus equipos e instrumentos durante esta medida década de espera. Ahora mismo la sonda parece estar en buen estado de salud, y se espera que como mínimo su misión pueda extenderse 2 años terrestres, aunque tanto Masato Nakamura como Takeshi Imamura, del equipo científico, expresaron su esperanza de que podría extenderse más allá de eso.

Durante la rueda de prensa se presentaron  las primeras imágenes de Venus tomadas por Akatsuki desde su llegada al planeta, tomadas por 3 de sus 6 instrumentos: La cámara infrarroja de onda larga, la ultravioleta (UVI), y la infrarrojo de 1 micra (IR1). Nakamura explicó que estas tres cámaras habían sido protegidos del calor solar excesivo (en su plan de vuelo para atrapar a Venus de nuevo, se aproximó al Sol algo más que para lo que estaba diseñada, recibiendo algo más de calor de lo previsto) girando la sonda de modo que otras parte de ella, incluyendo la antena de alta ganancia, las protegieran de este exceso térmico, salvándoles de quedar fuera de servicio. 

Como resultado estas se encuentran ahora en buen estado  y "no muestran signos de degradación". Los otros tres instrumentos de la que todavía no hemos visto los datos son la cámara de infrarrojos de 2 micras (IR2), la cámara rayo y la luminiscencia atmosférica (LCA), y el oscilador ultraestable, que es parte de un experimento de radio ciencia. Deberemos esperar un poco más para saber si el resto de instrumentos también están en buen estado. Pero eso ya forma parte de un futuro que iremos descubriendo las próximas semanas y meses. De momento solo queda felicitar a todos los implicados por lograr lo imposible, y que esta misión, después de parecer destinada a hundirse en una noche eterna, y haciendo honor a su nombre (Akatsuki es la palabra japonesa para referirse al amanecer) afronte ahora un nuevo día. Uno que esperamos sea largo y fructífero. Después de todo lo ocurrido, de todo lo superado, de su tesón y capacidad de no rendirse nunca, es lo menos que todos ellos se merecen.
 
Desde la izquierda, Masato Nakamura (中村),  Takeshi Imamura (今村), Chikako Hirose (廣瀬), celebrando el éxito de VCO (Venus Climate Orbiter, como también es conocida Akatsuki).

Venus en el infrarrojo en la longitud de onda de 10 micras. Fue adquirida por Akatsuki aproximadamente a las 5:19 UT, aproximadamente 5 horas después de su entrada en órbita y a una distancia de 72.000 kilómetros.

Venus desde 68.000 kilómetros y tomada a las 4:50 UT. La cámara IR1 es sensible a la radiación infrarroja a una longitud de onda de 1 micra. Al mirar al lado nocturno de Venus, será capaz de detectar nubes profundas gracias al calor que irradian.

Venus en el ultravioleta, en una imagen adquirida a las 5:19 UT por la cámara UVI.

Los instrumentos de Akatsuki, de los que de momento hemos visto imágenes de LIR, UVI y IR1. Los próximos días sabremos el estado del resto.

El viaje de Akatsuki, en persecución de Venus después del fracaso de 2010, la llevo más cerca del Sol de lo previsto en al misión original, por lo que aguantó algo más de radiación solar de lo que debería haber soportado. A pesar de ello, y gracias a las maniobras y precauciones tomadas por el equipo en tierra, parece haberlo superado sin daños.

Los japoneses son especialistas en hacer sus versiones "kawaii" de casi todo. Akatsuki (VOC o Planet C, como también se la conoce) no podía ser una excepción.

Akatsuki's new orbit, first images, and science plans

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