lunes, mayo 25, 2015

El monstruo escondido

Siloe Patera, un extraño cráter que podría ser una gigantesca caldera volcánica?

En la Tierra, un supervolcán se define como aquel que puede producir como mínimo 1.000 kilómetros cúbicos de materiales volcánicos durante una erupción, miles de veces más que lo podría expulsar una erupción "normal", y lo bastante potentes como para producir alteraciones climáticas a gran escala y de forma global. Un ejemplo perfecto de este tipo de fenómenos geológicos es la caldera de Yellowstone en Estados Unidos, famosa por sus géisers, tan admirados y fotografiados, pero que tiene su fuente de energía en una gigantesca acumulación de manga que permanece por debajo de la superficie, una amenaza latente frenada en parte por dicha actividad hidrotermal, que funciona como una válvula de escape. Al menos de momento.

Precisamente por su naturaleza, en que la presión acumulada por la llegada masiva de manga, que queda atrapado bajo la superficie, termina desencadenado una erupción explosiva y devastadora, no generan conos volcánicos reconocibles, como si ocurre con los volcanes tradicionales. Eso dificulta su identificación, especialmente cuando han pasado cientos de miles, o millones de años, ya que no hay señales de su existencia más allá de una posible actividad hidrotermal cuando el magma se acumula de nuevo. Nuevamente Yellowstone es el ejemplo paradigmático de ello, ya que su auténtica personalidad, por no decir su extensión, no fue reconocida hasta mucho después de que los primeros exploradores lo descubrieran.

¿Existen o han existido este tipo de monstruos geológicos en Marte? Sabemos de la existencia de volcanes, como el Olimpus Mons, pero cuando hablamos de supervolcanes la cosa no parece tan clara. Aunque ahora nuevas imágenes de la Mars Express parecen reforzar la idea de que también en el planeta rojo ocurrieron este tipo de erupciones colosales.

Siloe Patera consiste en lo que parecen dos grandes cráteres superpuestos. El borde exterior mide 40 x 30 kilómetros aproximadamente, y en su punto más profundo la depresión se hunde 1750 m por debajo de la llanura circundante. A primera vista podrían parece simplemente fruto de impactos meteóricos, pero algunos científicos creen que esta y otras estructuras similares en la misma región son calderas, o volcanes colapsados. Y no unos cualquiera, sino súpervolcanes marcianos. Su forma irregular podría delatar su auténtica naturaleza.

Las dos depresiones tiene paredes muy inclinadas, rasgos propias de los colapsos y un bajo relieve topográfico. Podrían incluso representar dos episodios eruptivos distintos, debidos al hundimiento del terreno producido una vez que la presión remitió, o cuando la cámara magmática migró bajo la superficie.

En comparación, los cráteres de impacto incluyen un pico central, bordes del cráter elevados y capas de material eyectado depositado a su alrededor. Un cráter de impacto con una relación entre profundidad y diámetro comparables a la de Siloe Patera debería tener estos rasgos, a menos que hubiera sufrido una intensa erosión o alteraciones. Pero no las muestra. Además, Arabia Terra tiene llanuras de material constituido por capas de finos granos con sulfatos y yeso. El origen de ese material se ha debatido mucho, y una de las opciones con mayor fuerza es que fuera producto  de la lava y el polvo de las erupciones.

¿Estamos por tanto ante un ejemplo de supervolcán marciano? Nuevas observaciones con mayor resolución deberán ayudar en la búsqueda de una respuesta, aunque quizás solo la exploración in situ del lugar pueda ofrecer una que sea definitiva. Algo que sería importante responder si tenemos en cuenta el efecto global que este tipo de eventos en un momento en que estamos intentado reconstruir la historia de Marte, cada vez más próxima a la idea de un mundo capaz de soportar vida en el pasado, pero también sacudido por una actividad geológica que podría haber cortado de raíz esa misma posibilidad. O quizás reforzarla creando una atmósfera más densa.

Siloe Patera en una vista más perpendicular con respecto a la superficie.

Mapa topográfico de Siloe Patera, en que resalta más su extraña naturaleza, diferente a los cárteres de impacto que lo rodean.

La caldera de Yellowstone es el más famoso ejemplo de Supervolcán, con una actividad hidrotermal alimentada por la gran concentración de manga que existe bajo la superficie. Su última erupción conocida, aunque de magnitud relativamente modesta, ocurrió hace 70.000 años, pero existen registros geológicos de otras anteriores, como una ocurrida hace 670.000 años, que lanzo 1000 Kilómetros cúbicos de magma y cenizas, y otra aún más colosal, hace 2.3 millones de años, que lanzó 2450 Kilómetros cúbicos de material, y es la más potente conocida. 

¿Crater de impacto o caldera de un supervolcan?

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