Philae entra en hibernación al no disponer de suficiente luz solar para recargar sus baterías.
Y este viaje llegó al fin de su breve pero emocionante camino. O quizás no y en unos meses, a medida que el cometa se vaya aproximando al Sol y la intensidad de la luz disponible aumente, despierte de su profundo sueño ahora aprentemente eterno. Pero por ahora una de las mayores aventuras de la historia de la carrera espacial, en que por primera vez logramos aterrizamos suavemente en un cometa llega a una prematuro pero, viendo las circuntancias, inevitable final.
Es un acontecimiento triste, ciertamente decepcionante al haber esperado que seguiría con nosotros unos meses, pero no fracasada, ya que trabajando sin descanso y desplegando con éxito todos sus intrumentos, en una frenética campaña "express" para aprovechar hasta el último minuto de energía disponible de su bateria primaria no recargable (precisamente diseñada para afrontar situaciones como esta y dar un margen para cumplir unos objetivos mínimos) Philae logró enviar un gran caudal de datos científicos, incluido del penetrómetro MUPUS, y lo que es más importante, siendo capaz de perforar con el taladro SD2 hasta 25 centímetros de profundidad a pesar de su inestable situación y entregar muestras al instrumento COSAC (COmetary SAmpling and Composition), un espectrómetro y cromatógrafo, para un rápido análisis del materiar. También se pudo activar a Ptolemy, un espectrómetro de masas capaz de medir la composición isotópica de los materiales de la superficie, y que representan las "joyas de la corona" de esta misión.
Realizó un trabajo tan excelente, incluso en condiciones tan adversas y corriendo contra el tiempo y la energía menguante, que resulta aún más duro pensar en todo lo que se podría haber logrado si los sistemas de aterrizaje encargados de fijarla en el primer punto de contacto (arpones y propulsores) no hubieran fallado, evitando así que saliera despedida y terminara en una zona tan inclinada y oculta en las sombras, quizás un cráter, un pequeño valle o una fractura del terreno. Pero también es cierto es que esta zona, viendo las imágenes, parece mucho más compleja y extraña que la suave llanura donde debería haber terminado. Veremos si el profundo análisis de los datos recibidos por parte de todos los instrumentos acaban revelando algo más interesante de lo que podríamos esperar, y la desgracia adquiere, sin salir de ella, ligeros tonos de fortuna.
Aunque algunos clasificarán injustamente la misión de fracaso, lo cierto es que desde el principio era un intento con una alta posibilidad de error fatal, un salto al vacío propio de algo que se intentaba por primera vez, y que lo lograra, incluso con tantos condicionantes en contra, no solo los fallos técnicos sino también la inesperada forma del cometa, que pilló a todos por sorpresa, siendo capaz de hacer ciencia desde la superficie durante varios días terrestres, es un éxito del que hay que estar orgulloso. Podría haber sido mucho más, pero eso no debe quitar mérito a lo conseguido.
Philae se encuentra ya profundamente dormida, ahorrando la poca energía
diponible en tal oscuro lugar para mantenerse viva y esperar tiempos
mejores. Quizás algún día la escucharemos de nuevo, despertando de su largo sueño, pero incluso si eso no ocurre y queda como un eterno y mudo testimonio de que un día la Humanidad fue capaz de aterrizar en uno de estos cuerpos primigenios del Sistema Solar, solo podemos estar agradecidos a todos aquellos que lo hicieron posible.
Ojalá un día regreses a nosotros desde el silencio de tu nuevo hogar celeste, pero aunque eso no sea así y realmente nos hayas dejado para siempre, solo podemos darte las gracias por todo.Hasta siempre, pequeña Philae.
El final. Los niveles de energía en las baterias de Philae se desplomaron con rápidez, tal como era inevitable viendo la luz solar disponible, mucho menos de la necesaria para manterlo activo.
El primer punto de impacto de Philae visto por Rosetta, y donde debería haber terminado de no fallar los arpones. De ahí inició un nuevo salto de casi 2 horas de duración, un viaje que la llevó al peor lugar imaginable para un vehículo que depende de la luz solar.
Panorámica creada a partir de imágenes tomadas por las cámaras CIVA, con Philae incluida en ella para terner un contexto de su situación, en lo que parece un valle, una fractura del terreno o un cráter, oculto en las sombras.
Imagen realzada de la cámara CIVA 1, y que correspondería en la panorámica a la de la parte superior izquierda. La idea de que Philae acabó en una sima, grieta o fractura del terreno se hace aquí más aptente. De fondo el iluminado cometa, una luz tan cercana y al mismo tiempo tan fuera del alcance.
Rosetta Blog
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