Después de 8 años de misión y con sus reservas de combustible extremadamente bajas llega la hora de que escribir las últimas páginas de esta historia. Y lejos de afrontar un final tranquilo y aburrido, lo está haciendo de la forma más espectacular posible, digno de esta sonda, ofreciendo a los astrónomos la posibilidad de explorar zonas hasta ahora desconocidas del planetas, convirtiéndose ella misma en el instrumento a partir del cual, observando sus reacciones ante el medio que la rodea, podemos develar nuevos misterios.
Así son las últimas semanas vividas por la Venus Express, afrontando su fase final antes de desvanecerse por completo en la atmósfera de Venus con una serie de viajes a sus capas más profundas, hasta solo 129 Kilómetros por encima de la superficie. Inmersiones casi suicidas pero a las que está veterana sonda pudo sobrevivir, y que ahora están a punto de terminar. "Hemos explorado un territorio desconocido, buceando profundamente en ambientes hasta ahora desconocidos", dice Håkan Svedhem, científico de la ESA. Ahora llega la hora de elevarse de nuevo, algo que completará, si el combustible restante lo permite, en una serie de 15 maniobras, que le permitirán ir elevando la órbita hasta unos mucho más tranquilos 460 Kilómetros, desde donde, una vez agotadas sus reservas de combustible, descenderá lentamente hasta adentrarse de nuevo en ella, esta vez de forma definitiva.
A lo largo de este último Venus Express, en forma de rápidas entradas y salidas de la atmósfera venusiana, experimentó sobre si misma el efecto del rozamiento atmósférico, tanto en forma de cambios en su aceleración, incluida una disminución de su periodo orbital de hasta una hora a causa del frenado generado por esta. "Hemos medido los efectos de la fricción atmosférica en la nave espacial, que nos enseñará cómo la densidad de la atmósfera varía en escalas locales y globales". También se registraron aumentos notables en la temperatura en algunas partes de la sonda, como es el caso de los paneles solares, que llegaron a superar los 100 Cº durante estos viajes a las profundidades de alrededor de 100 segundos."El análisis de la respuesta de la nave espacial que tal calentamiento rápido será útil para para la planificación de futuras misiones ", concluye Svedhem.
Venus Express pone así un epílogo de oro a su magnífico trabajo en Venus, aportando una nueva y profunda visión sobre su atmósfera además de una experiencia tecnológica de gran valor de cara a futuros exploradores, que un día, tanto aquí como en otros mundos, puedan sacar partido a lo ahora aprendido.
Venus Express rises again
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