miércoles, mayo 21, 2014

Un viaje hacia el corazón marciano

Luz verde a la construcción de InSight, la próxima misión de la NASA al planeta rojo. 

"Nuestros socios de todo el mundo han hecho progresos significativos para alcanzar este punto y están completamente preparados para entregar su hardware para la integración de los sistema a partir de este Noviembre, que es el próximo gran hito para nosotros", explica Tom Hoffman, director del proyecto InSight del Jet Propulsion Laboratory, Pasadena, California. "Ahora nos estamos moviendo hacia el diseño y análisis para la construcción y prueba de los equipos y programas que nos llevarán a Marte y permitirán alcanzar los objetivos científicos necesario el éxito de esta aventura". Y es que habiendo superado este pasado Viernes la conocida como Mission Critical Design Review, que determina finalmente si el diseño de una misión presentado por el equipo implicado en ella tiene o no luz verde para seguir defintivamente adelante, la próxima misión de la NASA a Marte es ya una realidad, con la vista puesta en su lanzamiento, previsto para Marzo de 2016.

Basada en el diseño de la Mars Phoenix, y con una misión incialmente prevista de 2 años terrestres de duración, InSight (Interior Exploration Using Seismic Investigations, Geodesy and Heat Transport) tiene como objetivo el estudio del interior de Marte, desde la actividad sísmica hasta el flujo de calor que llega de su interior, permitiendo arrojar luz sobre su estructura interna (núcleo, manto y corteza) y hasta que punto sigue siendo un planeta activo a pesar de todo, y por tanto de las condiciones que podrían existir bajo a superficie, punto más que interesante si se tiene en cuenta que cualquier posible forma de vida marciana que pudiera existir hoy día posiblemente debería hacerlo de forma subterranea, protegida de un medio externo actualmente hostil a ella. 

InSight estará provisto de un brazo robótico, que depositará en la superficie lo que son sus 2 principales instrumentos, ambos llegados desde el viejo continente, principalmente de la mano de las agencias espaciales de Francia (Centre National d'Etudes Spatiales o CNES) y Alemania (Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt o DLR). Así el SEIS (Seismic Experiment for Interior Structure) será construido en un proyecto conjunto entre ambas más la colaboración de las agencias de Suiza y el Reino Unido, y se encargará de medir los movimientos geológicos que ocurran en el interior del planetas, los posible "martemotos" y los impactos de meteoritos. El Heat Flow and Physical Properties Packag, del DLR, medirá el flujo de calor interno que llega hasta la superficie.

"Marte en realidad ofrece una clara ventaja sobre la propia Tierra a la hora deentender cómo se forman las superficies planetarias habitables. Ambos planetas fueron sometidos a los mismos procesos iniciales. Pero Marte, que es más pequeño, se enfríó más rápido y se volvió menos activos, mientras La Tierra seguía agitándose. Por ello conserva mejor evidencia sobre las primeras etapas de desarrollo de los planetas rocosos", explica Bruce Banerdt, investigador principal de InSight.

El despliegue de ambos instrumentos será realmente curioso, ya que la propia sonda, utilizando sus cámaras y brazo robótico, depositará ambos en la superficie. En el caso del sismógrafo SEIS, instalará posteriormente sobre el una cubierta protectora para minimizar los efectos de la temperatura y el viento sobre sus sensibles sensores.

Aunque estos 2 serán las "estrellas" de la misión y motivo que justifica su misma existencia, no serán estos los únicos experimentos que afronte en sus 2 años inicialmente previstos de vida. Así, utilizará el enlace de radio entre ella y las antenas de la Red de Espacio Profundo de la NASA para medir con precisión oscilaciónes en la rotación de Marte que podrían revelar si tiene un núcleo fundido o sólido. Diversos sensores de viento, temperatura (estos primeros construidos por el Centro de Astrobiología español) y presión monitorizarán el clima en la zona de aterrizaje, mientras que un Magnetómetro se encargará de vigilar las perturbaciones magnéticas causadas por la Ionosfera marciana. En resumen, una base estática centrada en el estudio geológico y climático del planeta rojo.

Así es InSight, una Mars Phoenix (aunque diseñada para durar mucho más) que tiene sus ojos puestos en el corazón de Marte. A principios de 2016, si nada retrasa su contrucción, la veremos iniciar su largo viaje hacia su destino.

Los diversos instrumentos y componentes de InSight, con sus 2 intrumentos principales depositados en la superficie. Con la luz verde de la NASA, se inicia ahora el proceso de ensamblaje de todos ellos.

El despliegue de SEIS y el sensor de calor interno.

Esta nueva misión marciana también servirá para conocer mejor los procesos que dieron forma a nuestro mundo, ya que Marte se enfrió y "calmó" mucho más rápido, por lo que podría conservar evidencias de esas fases iniciales. 

Construction to Begin on 2016 NASA Mars Lander

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