sábado, marzo 15, 2014

Europa en un laboratorio

Investigadoras del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC) recrean la superficie de esta luna.

Es, desde la misión de la sonda Galileo, uno de los más deseados objetivos de los astrobiólogos, ya sus datos, junto con las que ofrecieron anteriormente las Voyager, indicaron que existe un océano de agua líquida, el elemento esencial para la vida en La Tierra. Sus cámaras mostraron fracturas y caóticos terrenos rojizos que contrastan con el blanco glacial del resto de su superficie, estructuras geológicas que se asocian al ascenso de fluidos procedentes del interior, además de mostrar una composición química donde, aparte de hielo de agua, se detectaron sales (especialmente Sulfato de Magnesio) y compuestos volátiles como el Dióxido de Carbono (CO2), el Dióxido de azufre (SO2) y el agua oxigenada (H2O2).

Aún estamos lejos de aterrizar en ella, y aún más lejos en el futuro se encuentra el poder soñar con alcanzar lo que exista en su interior, por lo que de momento solo podemos intentar simular, con toda esta información, lo que allí está ocurriendo. Y esto es precisamente lo que recientemente se hizo en el Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), donde se intentó recrear los procesos geoquímicos pueden estar teniendo lugar entre el océano y la corteza helada:"Igual que el magma de la Tierra aflora hacia la superficie, en Europa puede suceder un fenómeno parecido, aunque en este caso sería un criomagma acuoso el que asciende desde el gran océano interior hacia afuera", señala Victoria Muñoz Iglesias, una de las autoras de este trabajo.

Para ello los científicos han simulado, en una cámara de alta presión, las condiciones extremas que pueden darse en el interior de Europa, tanto la alta presión (reproduciendo hasta 300 bares) como de baja temperatura (alrededor de –4 ºC). En estas condiciones han observado lo que sucede a una disolución acuosa con Dióxido de Carbono y Sulfato de Magnesio, como se supone encontramos en el océano y los depósitos acuosos de la corteza, cuando asciende y se enfría.

El resultado es una variedad de procesos parecidos al vulcanismo de la Tierra, pero a temperaturas gélidas, formando 3 tipos de minerales: Hielo de agua, clatratos de Dióxido de Carbono y Sulfatos de Magnesio muy hidratados:"Estos procesos de cristalización son exotérmicos (liberan energía) y, además implican cambios de volumen dentro de la corteza, cuando el criomagma se solidifica", explica Muñoz-Iglesias."Si en la asociación mineral final la cantidad de clatratos es menor que la de los sulfatos, aumenta el volumen y se produce una fracturación de la corteza; pero si la proporción de clatratos es mayor que el resto, se reduce el volumen y se desmorona el terreno situado encima. Ciertas fracturas y terrenos caóticos de la superficie de Europa se pudieron generar así".

Otro de los aspectos más destacables de la superficie de Europa es el color rojizo que presentan dichas formaciones, y que podría tener su origen por la alteración de las sales debido a la fuerte irradiación de partículas cargadas de Júpiter (los niveles de radiación alrededor de esta luna son extremadamente altos), dando lugar a compuestos sulfurosos. Otras teorías apuntan a las emisiones volcánicas del vecino satélite Io. "En cualquier caso, nuestros experimentos muestran que a través del sistema Agua-Dióxido de Carbono-Sulfato de Magnesio se pueden explicar ciertas características de la superficie de Europa en cuanto a su composición, morfología y topografía, partiendo de un medio acuoso salino, tan importante para los seres vivos en la Tierra", concluye la investigadora. 

La próxima sonda que visitará Europa es JUICE (JUpiter ICy moons Explorer mission), de la ESA, aunque no despegará hasta 2022 y su objetivo central es Ganímedes, escogida porque parece disponer también de un océano subterráneo y estar rodeado de un ambiente mucho menos hostil en lo que se refiere a la radiación, lo que ayudaría a su supervivencia, aunque como mínimo realizaría varios sobrevuelos de esta última. Por su parte la NASA también quiere lanzar una misión a Europa, pero en estos últimas años su presupuesto para la exploración planetaria no deja de sufrir ataques por parte de la actual administración de la Casa Blanca en forma de recortes continuados, por lo que su futuro sigue, a pesar de unos primeros pasos ya realizados, en el filo del abismo.

Europa es solo el más mediático ejemplo de los maravillosos mundos que se esconden en el Sistema Solar exterior. Encelado, Titán o Tritón, junto con sus compañeras Ganímedes y Calixto (por no hablar de Plutón y Caronte, que la New Horizons visitará en 2015) siguen sus pasos mostrando que las grandes lunas de los gigantes gaseosos, que antes de su exploración se imaginaban como lugares áridos y gélidos, versiones congeladas de nuestra Luna, son quizás los lugares más asombros y potencialmente habitables que conocemos. Algún día tendremos que darles la atención que se merecen.


La agrietada Europa muestra estructuras que parecen indicar la existencia de un océano subterraneo, idea reforzada por la reciente detección de geisers, parecido a lo que ocurre en Encelado.

JUICE es la gran apuesta de la ESA para la exploración de las lunas jovianas. Aunque su objetivo principal es Ganímedes también visitará Europa.

Soñando en un futuro lejano.

Científicas españolas recrean la superficie de la luna Europa

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