El espíritu de la exploración

Opportunity afronta el misterio de la extraña piedra de composición nunca vista antes que "apareció de la nada".

No importa lo mucho que recorras un mundo como Marte, lo mucho que superes las expectativas de duración avanzando durante años y lo numerosos que sean tus descubrimientos. En el momento en que, inevitablemente, llegues al final de tu viaje seguro muchos otros, igual de asombrosos que los que dejaste atrás, se perderán para siempre a no ser que otro tome el relevo. Incluso cuando llevar 10 años moviéndote sin descanso.

Opportunity está afrontando estas últimas semanas la llegada del invierno marciano, posicionado con una inclinación favorable que le permite sacar el máximo partido a la luz solar disponible, lo suficiente para seguir desplazándose, aunque de forma limitada, por las laderas de Solander Point, siguiendo las indicaciones de la presencia de Arcillas suministrada por la Mars Reconnaissance Orbiter. Todo esto mientras que en La Tierra se está celebrando ya, en forma de diversos actos y conferencias el 10º aniversario de su llegada a Marte, todo un hito en la historia de la exploración interplanetaria.

Y como si esta ya legendario rover quisiera poner de su parte para hacer de estas celebraciones algo aún más importante, afronta desde hace unos días un nuevo misterio, algo inesperado que está sorprendiendo (y maravillando) a los científicos de la misión: Pinnacle Island, la extraña piedra de composición nunca vista hasta ahora en Marte que apareció de la nada. Sin duda la mejor manera de recordar como, a pesar del tiempo pasado y las limitaciones inevitables de un vehículo ya tan veterano, sigue siendo el mismo explorador que era el día que puso por primera vez las ruedas sobre la superficie de Meridiani Planum. "Es aproximadamente del tamaño de un donut de jalea",explicó Steve Squyres."Fue una sorpresa total, era como un "espera un segundo, que eso no estaba ahí antes, no puede estar bien. Oh Dios mío! No estaba ahí antes! "Nos quedamos totalmente sorprendidos".

Las imágenes muestran claramente que Pinnacle Island no estaba presente en imágenes tomadas de la misma zona en Sol 3528, pero si pocos días después, en Sol 3540.¿De donde llegó y como? Lo más probable es que fuera el propio rover, al desplazarse, golpeó esta roca, partiéndola o volteándola con su problemática rueda delantera derecha, que conserva la capacidad de rotar sobre si misma pero no puede la de girar (cada una de las 6 del rover lo hace de forma independiente), por lo que cada vez que Opportunity debe cambiar de dirección está barre la superficie. Es solo una hipótesis, pero parece más probable que otras, como que haya ocurrido el impacto de un meteorito cerca de el y esta sea parte del material eyectado.

No solo su apareció es un misterio. Su composición, como delata los análisis realizados en ella por el APXS, lo es aún más:"La parte de jalea no se parece a nada que hayamos visto antes en Marte. Es muy rica en Azufre y Magnesio y tiene el doble de Manganeso como nada que hayamos visto antes. No sé lo que todo esto significa. Estamos completamente confundidos, todo el mundo en el equipo está discutiendo y peleando. Estamos viviendo tiempos maravillosos!". Y realmente, para un explorador, no puede haber nada mejor y más emocionante que encontrarse con misterios como este, que obligan a dar una y mil vueltas a los datos para intentar encontrar una explicación plausible.

Un golpe de suerte maravilloso, ya que significa acceder directamente con material que puede que no ha visto la atmósfera marciana quizás en miles de millones de años, y que recuerda a lo ocurrido con Spirit, cuya también fallida rueda delantera derecha, en este caso totalmente inoperativa, dejó al descubierto, al ser arrastrada por el avance del rover, depósitos de sales que revelaron la antigua presencia de aguas termales, algo que habría sido imposible descubrir sin este fallo técnico. La suerte forma parte de este tipo de misiones, aunque como se suele decir, esta hay que buscarla. Y realmente ambos la buscaron hasta encontrarla.

Dejando de lado los resultados finales del análisis de Pinneacle Island, este descubrimiento nos recuerda que Marte es un planeta lleno de sorpresas, un lugar que no se puede conocer realmente solo con unas pocas misiones exploradoras, y que se siguen necesitando muchas más ahora y en el futuro, por mucho que en ocasiones parezca que ya poco más se puede aprender de el y que quizás deberíamos buscar otros objetivos. Nada hay más falso que esa afirmación. Siempre habrá nuevos descubrimientos, hallazgos reveladores y maravillas ocultas que alcanzar más allá del punto donde una rover haya terminado su viaje. Era cierto cuando perdimos a Spirit, será cierto el día, esperemos que lejano, en que perdamos a Opportunity. Es el auténtico espíritu de la exploración, y comprendelo es el primer paso para impedir que la política, tan ciega como falta de perspectiva, haga que la luz de estos maravillosos momentos se apague para siempre.

Imágenes "en bruto" (tal como llegan desde Marte) de Pancam, que desvelaron la presencia de esta extraña roca donde antes no había ninguna.

Una visión más cercana y clara de Pinneacle Island.

Una vez descubierta Opportunitty centró su atención en ella, mostrando, con su cámara de visión microscópica, la curiosa formación de Pinneacle Island. Parece como si la roca hubiera sido partida, quizás por las ruedas del propio rover, y hubiera dejado al descubierto su interior.

El probable punto de origen de este pequeño misterio.

Dispuesto en una inclinación adecuada para recibir la máxima luz solar posible, Opportunity sigue haciendo ciencia, y como vemos, con sorpresas.

Spirit sufrió problemas aún más graves con su rueda delantera derecha, y como en el caso de Opportunity, esa circunstancia negativa tuvo sus ventajas.  

The Rock that Appeared Out of Nowhere on Mars

Mystery Rock 'Appears' in Front of Mars Rover