sábado, septiembre 28, 2013

Destellos de una isla fugaz

El satélite de observación terrestre EO-1 ofrece imágenes desde la órbita de la pequeña isla surgida en las costas de Pakistán.

El pasado 24 de Septiembre un terremoto devastador de magnitud 7.7 asoló el Oeste de este país, casuando 350 muertos y dejando unas 100.000 personas sin hogar, un desastre en toda regla que tuvo, sin embargo, un efecto secundario inesperado con el surgimiento, delante de las costas de la región de Gwada, en las costas del Índico, de una nueva y pequeña isla. Un acontecimiento espectacular aunque no único, ya que se trata de un fenómeno observado después de grandes seísmos, con la diferencia de que en esta ocasión ocurrió en aguas poco profundas y delante de una costa relativamente poblada.

"La isla es en realidad una gran acumulación de barro del fondo marino que fue empujada hacia arriba", explica Bill Barnhart, geólogo del Servicio Geológico de EE.UU., que estudia los terremotos en Pakistán e Irán. "Esta zona del mundo parece ser testigo de muchas de estas formaciones, ya que la geología es la correcta para su formación. Necesitas una capa relativamente superficial de gas metano, dióxido de carbono, o algo más, y fluidos bajo presión. Cuando esa capa se altera por las ondas sísmicas (como un terremoto), los gases y fluidos se vuelven boyantes y se precipitan hacia la superficie, arrastrando roca y barro con ellos".

Y ciertamente este parece ser le caso, ya que en esta nueva isla."Hay un escape continuo del gas metano altamente inflamable a través de un número de orificios de ventilación". Las costas de Makran, donde se engloba Gwada, es un lugar de intensa actividad sísmica, ya que aquí es donde la placa tectónica Arábiga colisiona y se mete por debajo de la placa continental euroasiática, lo que explica que este tipo de formaciones geológicas, fruto de la acumulación, compresión y, bajo los efectos de potentes ondas sísmicas, ascenso de gas, barro y rocas hacia la superficie, aunque habitualmente no tan visibles como este caso.

En las imágenes obtenidas por el satélite de observación terrestre EO-1 (Earth Observing-1) los tonos más claros de verde y marrón en el agua revelan lecho marino poco profundo o sedimentos en suspensión. La profundidad del agua alrededor de la nueva isla es de aproximadamente 15 a 20 metros, según el geólogo marino Asif Inam del Instituto Nacional de Oceanografía de Pakistán. "El suelo en esa zona es generalmente plano, pero la pendiente de esta zona cambia de forma abrupta", dijo Inam. Laa imágenes son lo suficientemente claras para mostrar incluso las ondulaciones paralelas de las olas que se mueven hacia la orilla.

Aunque algunos puedan pensar que Pakistán acaba de ganar nuevos territorios, lo cierto es que la vida de esta pequeña isla posiblemente será corta, ya que con el tiempo el gas subterráneo se enfriará, comprimirá o escapará, haciendo que la superficie colapse y regrese de nuevo bajo las aguas. Igualmente las condiciones meteorológicas y mareas del Mar de Arabia también irán desgastándola con relativa rapidez. A escala geológica su tiempo, al igual que la de los humanos que la visiten, no será más que un destello fugaz y apenas perceptible en la larga historia de nuestro planeta.


Vista aerea de esta pequeña isla de apenas 600 metros de diámetro, y que permite apreciar mejor su naturaleza de barro y piedras.

Una visita directa permite apreciar las fuertes emanaciones de gas, el motor del surguimiento de esta isla.

Las placas tectonicas en las que está dividida la corteza terrestre, En la parte derecha, en amarillo, podemos ver la placa Arábica, cuyo movimiento y colisión con la Euroasiática es el origen de la intensa actividad de la región.

EO-1, parte del New Millennium Program de la NASA.

Earth Observatory

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