miércoles, julio 24, 2013

Pequeñas gigantes

WX UMa, una estrella que multiplicó su brillo casi 15 veces durante un periodo de apenas 3 minutos.

La mayor parte de las estrellas que conforman nuestra galaxia son pequeñas, débiles, con apenas una fracción de la masa solar y su resplandor, cuya existencia se extiende casi hasta el infinito al consumir sus reservas de Hidrógeno de forma extremadamente lenta. En ocasiones pueden protagonizar erupciones de grandes proporciones en relación a su tamaño, pero en general son astros tenues, discretos, que suelen pasar desapercibidos entre la luz de aquellas que, como el Sol y otras de mayor tamaño aún, brillan con intensidad. Pero no todas aceptan ese papel secundario.

Y es que entre ellas encontramos las llamadas fulgurantes, una reducida clase de estrellas variables que muestran un aumento repentino e irregular, prácticamente aleatorio, de su brillo hasta cien o más veces en unos pocos segundos o minutos. Después, vuelven a su estado normal en unas decenas de minutos.


Los científicos desconocen los mecanismos que las desencadenan, pero conocen como evoluciona una vez desatada: "Por algún motivo surge un pequeño foco de inestabilidad dentro del plasma de la estrella, lo que genera una turbulencia en su campo magnético. Se produce entonces la reconexión magnética, una transformación de energía del campo magnético en cinética, para recuperar la estabilidad del flujo, de forma parecida a lo que ocurre en una descarga eléctrica" explica el astrofísico Vakhtang Tamazian, profesor de la Universidad de Santiago de Compostela. Después, esa misma energía cinética del plasma se convierte en energía térmica en las capas altas de la atmósfera y en la corona estelar, generando un gran aumento de la temperatura y el brillo de la estrella.

Unos de los ejemplos más recientes y espectaculares de estas estrellas fulgurantes se detectó recientemente en una pequeña estrella situada ea 15.6 años-luz en la constelación de la Osa Mayor y conocida como WX UMa, la más pequeña de un sistema binario donde su compañera suele brillar 100 veces más...excepto en los momentos en que WX decide explotar con toda su furia. Es algo que ocurre varias veces al año, pero nunca se la había visto desatando una emisisón de energía de tal magnitud, multiplicando su luminosidad casi por 15 durante un periodo de 160 segundos antes de apagarse nuevamente.

Tamazian y otros investigadores detectaron, desde el Observatorio de Byurakan, en Armenia, este fenómeno excepcional. "Además, durante esos menos de 3 minutos la estrella experimentó un cambio brusco del espectro tipo M al B, es decir, pasó de una temperatura de unos 2.800 K a otra seis o siete veces superior"  Las estrellas se clasifican en una escala de letras, donde las del tipo M presentan una temperatura en superficie de entre 2.000 y 3.700 K, y las de tipo B entre 10.000 y 33.000 K). Literalmente WX UMa se disfrazó durante unos segundos, fruto de esta emisión de energía colosal, de una clase estelar superior a la real.

Las fulgurantes representan uno de los mayores enigmas dentro de la gran familia estelar, con un comportamiento extremo, extraño y del que desconocemos su origen último, dando lugar a una de las piezas más complicadas de encajar dentro de nuestra compresión actual sobre la vida y evolución de las estrellas. Pequeñas y oscuras, perdidas en la noche cósmica, pero que en ocasiones, como si quisieran hacer notar su existencia, brillan durante unos instantes con una intensa luz,.

Una simulación de lo que podríamos haber visto de estar cerca de WX UMa, una pequeña y rojiza estrella que nos habría deslumbrado con un aumento de brillo repentino. 

Observan una estrella fulgurante que aumenta 15 veces su brillo en menos de 3 minutos

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