miércoles, julio 10, 2013

Horizonte 2020

La NASA hace públicos los objetivos propuestos para el nuevo rover marciano.

El pequeño Sojourner, que viajó a bordo de la Mars Pathfinder, Phoenix, Spirit, Opportunity y las diversas sondas en órbita han ido delatando una historia pasada de Marte donde el agua líquida estuvo presente en la superficie en grandes cantidades y durante periodos de tiempo relativamente extensos, Curiosity nos descubrió recientemente que existieron condiciones ambientales y químicas aptas para la vida tal y como la conocemos. El siguiente paso resulta lógico, ya que es el final inevitable de una planificación en la búsqueda de señales biológicas basada en "seguir el camino del agua" y que ya completó todas sus etapas previsas. Sabemos ya que existió agua neutra en la superficie yque se desarrollaron ambientes propicios para la vida. Ahora toca ir en su búsqueda de forma más directa.

Estas son las conclusiones, recopiladas en un informe de 154 páginas, que la Mars 2020 Science Definition Team, organizada por la NASA para definir los objetivos del nuevo rover que Agencia Norteamericana, de no ocurrir más problemas presupuestarios (por lo que existe un grado de incertidumbre significativo) deberá aterrizar en Marte en 2020 siguiendo el camino de Curiosity, del que copiará su diseño, tecnología y sistema de aterrizaje, ofreciendo por ello la seguridad de lo ya probado y una clara reducción en los costes. Un "hermano gemelo" del actual gran rover en muchos elementos, pero al mismo tiempo con metas ligeramente diferentes.

En resumen el informe marca 3 objetivos que considera de alta prioridad: Buscar signos de vida pasada, recoger muestras para su posible regreso futuro a La Tierra, y poner a prueba tecnología para la futura exploración humana del planeta rojo. No dejan de ser recomendaciones, pero su peso en la decisión final cuando se escogan los intrumentos que viajarán a Marte es indiscutible

Evidentemente el  más interesante es el primero. El rover usaría sus instrumentos visuales y de análisis mineralógicos y químicos a una escala microscópica para identificar biofirmas, señales claras de la actividad de vida en el pasado, algo que está fuera de  la capacidad de Curiosity. La pregunta inevitable que todos nos hacemos es el motivo por el que no se busca señales de vida que pueda estar presente hoy día. La respuesta de Jack Mustard, que lideró este informe, es que no sabemos lo suficiente acerca de la vida actual, si existe, o en qué abundancia, por lo que no sería hacer un buen uso de los recursos disponibles hacer algo así. En cambio sabemos mucho más acerca de habitabilidad en el pasado, por lo que buscar firmas biológicas en el interior de ese contexto parece el mejor camino a seguir.

Cabe recordar, pero, que en 2018, si no hay ningún retraso o problema técnico, el rover ExoMars de la ESA deberá aterrizar en el planeta rojo, precisamente con el objetivo primario de buscar señales de vida pasada o presente ¿Cambiarán los planes de la NASA en caso de resultar exitosa en esta búsqueda?

Casi igual de destacable, pero lleno de interrogantes, es la extracción de muestras, hasta 31 en total, para su posterior envío a La Tierra, donde sería analizada por los laboratorios más avanzados. Sin embargo en ningún momento se define el como. ¿Lo lanzaría por si mismo con algún tipo de lanzadera propia?¿Quedarían "almacenadas" hasta que algún día una expedición tripulado las recogiera? Lo cierto es que no es especifica, o incluso se insinua ("pero el momento en que realmente podemos devolver las muestras a la Tierra aún no se ha determinado") que esta última sería la opción más probable, lo que no deja muy claro su viabilidad. Habrá que esperar a que el proyecto avance y tome forma para saber si se sigue adelante con este idea o bien el futuro nos depara alguna sorpresa.

Finalmente se señala que el rover podría hacer mediciones y demostraciones de tecnología para ayudar a los diseñadores de una futura expedición humana a comprender los riesgos que plantea el polvo marciano y demostrar cómo recoger el dióxido de carbono, lo que podría ser una forma de obtener Oxigeno y combustible. Además la mejora en la precisión de la tecnología de aterrizaje ofrecería una mejora clara en las capacidades de futuras misiones robóticas y en las primeras misiones tripuladas.

En resumen estamos ante los primeros pasos del sucesor de Curiosity, un rover basado en el pero más orientado a la búsqueda de antiguas señales de vida, utilizando todo lo aprendido hasta ahora sobre la pasada habitabilidad de Marte para realizar dicha búsqueda, pero rodeado de los interrogentes propios de un proyecto que está tan en sus inicios, en especial sobre la recogida de muestras, que de momento no parece tener demasiado sentido a la espera de concretar exactamente cual es el objetivo último. Lo único claro es que los próximos años deberemos seguir atentamente la evolución de este proyecto, este Curiosity 2 (a la espera de un nombre oficial) tan rodeado de esperanzas como de dudas.

Un prototipo del hardware que se podría utilizar para almacenar las 31 muestras previstas. Como lleguen a La Tierra ya es otra historia.

El camino propuesto para la búsqueda de biofirmas.

Lo que deberá ser el rover 2020.

NASA’s 2020 Mars Rover To Seek Signs of Past Life and Collect Samples for Earth Return

Science Team Outlines Goals for NASA's 2020 Mars Rover

4 comentarios:

  1. Una pregunta que quizás sea una tontería. Si van a buscar restos o indicios de posibles formas e vida en Marte ¿No sería el mejor lugar para hacerlo en el agua congelada de los polos, donde podrían haberse conservado mejor?

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  2. Anónimo8:12 a. m.

    La misión solo buscará vida pasada pero no presente lo que implica que la Nasa da por descontado la no existencia de vida actualmente sobre la superficie de Marte y de haberla estaría refugiada bajo la superficie en probables acuiferos subterráneos y esto se debe en parte a los resultados negativos que hasta los momentos ha obtenido Curiosity en la búsqueda de materia orgánica sobre la superficie,me gustaría que el sitio para realizar esta misión sea el delta Eberswalde que fué dezplazado por el Cráter Gale para la misión de Curiosity.

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  3. Más que dar por descontado la ausencia de vida en superficie, es más bien un intento de asegurar el tiro, considerando que si existe o existió en algún momento es más facil encontrar sus huellas en los estratos que corresponden a eras más adecuadas y habitables, siguiendo los datos ofrecidos por Curiosity,que no buscarla en la actualidad. Así y todo resulta un poco decepcionante

    Ciencia Masticada: Sería muy complicado, el clima es extremo y la sublimación y posterior congelación del hielo carbónico, que forma las capas más superficiales, pronto dejaría a vehículo móvil como este en una situación precaria.

    Igualmente,a la hora de buscar biofirmas resulta más útil estratos rocosos, más permanentes a lo largo del tiempo.

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