El futuro telescopio espacial Gaia inicia la cuenta atrás para su lanzamiento a finales de año.
Observar 1.000 millones de estrella, cada una de ellas una media de 70 veces a lo largo de los 5 años, a un ritmo de unas 40 millones de observaciones al día, y con esos datos, que permitan señalar con exactitud su posición y desplazamiento mediante la técnica del paralaje, levantar un extraordinario mapa tridimensional de la Vía Láctea. Así se puede resumir la próxima y ambiciosa misión de la Agencia Espacial Europea, y que Álvaro Giménez, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA, "la máquina de los descubrimientos".
Así es Gaia, el telescopio espacial que Europa lanzará a finales de año en dirección al Punto L2 de Lagrange, situado a 1.5 millones de Kilómetros de La Tierra en dirección opuesta al Sol. Un largo viaje que se inició recientemente con el final de los preparativos en Europa, por lo que ya está listo para ser transportando al Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa, donde un cohete Soyuz lo lanzará hacia su destino. Una vez en órbita, el satélite rotará lentamente sobre sí mismo, realizando un barrido de todo el firmamento con sus dos telescopios, que están equipados con la mayor cámara digital jamás lanzada al espacio, con más de 1.000 millones de píxeles.
El mapa tridimensional, que además de su posición y velocidad, también ofrecerá propiedades físicas de cada estrella, como su temperatura, luminosidad o composición química, "nos revelará de qué está hecha y cómo se formó nuestra Galaxia con un nivel de detalle sin precedentes, situando a Europa en la vanguardia de la astronomía de precisión. Gaia se basa en el legado científico y tecnológico de la misión Hipparcos de la ESA, y es un reflejo de la amplia experiencia de la industria espacial y de la comunidad científica europea. Es muy gratificante ver cómo la nueva generación de observatorios de alta precisión ya está terminada y lista para empezar a responder a cuestiones fundamentales sobre el Universo".
Aunque esta es su misión principal se espera que también descubra nuevos asteroides en nuestro propio Sistema Solar y planetas en órbita a otras estrellas, además de estudiar la distribución de la materia oscura y como los objetos más masivos desvían la trayectoria de la luz tal y como predice la Teoría General de la Relatividad.
En todos los aspectos Gaia será una misión colosal, que enviará tanta información que la comunidad científica europea que trabaja con la ESA tendrá ante si una tarea realmente épica para poder procesarla. El resultado final será un gigantesco censo estelar que proporcionará la información necesaria para abordar un gran número de cuestiones relacionadas con el origen, la estructura y la evolución de nuestra Galaxia. Un maravilloso viaje hacia los secretos presentes y pasados de la Vía Láctea está a punto de comenzar.
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Gaia comienza su viaje
¿Cuál es la probabilidad de que en una galaxia como esta, a partir del polvo de sus estrellas, de los restos de las supernovas que explotaron y que se habían formado comprimiéndose hidrógeno, se formara también el ser vivo que ahora está delante de un ordenador, ordenador incluido? ¿Acaso es la estampa panorámica galáctica un estado primitivo de este ser vivo, su parte más anciana, la corteza muerta de un árbol vivo? ¿Es el cielo nocturno realmente el pasado, con todo lo que ello implica? Es decir, incluso el pasado de uno mismo? ¿Es uno mismo, la expresión de la vida, la flor del árbol? ¿Quizás la savia, quizás ya el fruto, el árbol entero? ¿Cuál es la relación entre la vida, la conciencia y el resto del universo, es una relación sin fronteras o perfectamente delimitada por membranas, pieles y murallas? ¿Hay algún tipo de relación, tal vez una relación de tú a tú o más bien algo así como uno que se mira su propia mano o que mira a una piedra en el suelo? Para indagar en la vida, (y la muerte) extracto adaptado de un libro recomendado (click inside): http://goo.gl/CV2ub
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