sábado, mayo 18, 2013

Destellos selenitas

Observada una de las mayores explosiones en La Luna de los últimos años.

Nuestro satélite es un lugar silencioso, aparentemente tranquilo, con numerosas huellas de un pasado tormentoso pero lejano. No es una imagen alejada de la realidad, pero no totalmente correcta...pequeños seísmos, extrañas luminosidades que podrían estar asociadas con una cierta actividad volcánica residual y destellos que indican el impacto de pequeños cuerpos rocosos. Y el pasado 17 de Marzo, exactamente a las 03:50:55 UTC, uno de estos últimos se precipitó contra el Mare Imbrium, generando una detonación equivalente a 5 Toneladas de TNT.

En La Tierra la mayoría se desvanecen antes de llegar a la superficie, evaporados por el calor y la presión generada por la fricción con la atmósfera, pero La Luna carece de ella (en realidad si que dispone de una, pero es tan tenue que no tiene efecto ninguno) por lo que cualquier recién llegado alcanza la superficie sin oposición, generando explosiones cuyo resplandor es facilmente visible. No se trata de algo parecido a una explosión clásica, que consume Oxígeno, sino que la propia energía cinética del objeto funde la roca, generando la emisión de luz térmica y gases calientes.

Y en el caso del meteorito del 17 de Marzo, cuya masa se estima en 40 Kilogramos y su diámetro de alrededor de 30-40 Centímetros, su velocidad de impacto calculada, 90.000 Km/H, generó una de los destellos más intensos registrados, y que en el caso del NASA’s Meteoroid Environment Office, que lleva monitorizando La Luna desde 2005, fue con mucho el más brillante de los más de 300 que lleva observados en sus 8 años de actividad.

Más de la mitad de los impactos registrados en La Luna están relacionados con las tormentas periódicas de partículas, como las Leónidas, que nosotros conocemos como lluvias de estrellas, y el resto son objetos esporádicos, como parece el caso, aunque curiosamente esa misma noche se registró un aumento en la cantidad de brillantes meteoros observados en los cielos terrestres, lo que podría indicar que La Tierra atravesó un enjambre de meteoros, y que tanto el que causó el destello en La Luna como los que se desintegraron en las capas altas de la atmósfera formaban parte de un mismo grupo, moviéndose en órbitas paralelas.

Si las estimaciones sobre su magnitud son correctas debería haber dejado un cráter de unos 20 metros de diámetro, algo que no sabremos hasta que La Lunar Reconnaissance Orbiter pase otra vez por encima de la zona y consiga nuevas imágenes que permitirá, comparándolas con otras más antiguas, desvelan la huella de lo ocurrido, y nos recuerde que La Luna, nuestra bella Luna, tan tranquila en nuestro firmamento, aparentemente inalterable a lo largo de las eras y quizás el futuro hogar de asentamientos humanos, puede ser un lugar mucho más peligroso de lo que nuestros ojos nos hacen creer.

El destello del pasado 17 de Marzo.

Todas los impactos registrados por el programa de monitorización de La Luna en activo desde hace 8 años. En rojo el punto de impacto del protagonista de esta noticia.

La detonación en falso color para resaltar su evolución, con un pico máximo equivalente a una estrella de 4ª magnitud. 

Una recreación artística de uno de estos impactos lunares.
 
Huge Rock Crashes Into Moon, Sparks Giant Explosion

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