viernes, octubre 26, 2012

Los ecos de la tempestad

Saturno sigue "vibrando" bajo los efectos de la gran tormenta de 2011.

Comenzó de forma tímida con la aparición de una pequeña tormenta en el hemisferio Norte, quizás un poco antes de lo habitual pero una más de las numerosas que suelen moverse en su turbulenta atmósfera. Pero, ante el asombro de los astrónomos, tanto profesionales como amateurs, siguió creciendo de forma imparable hasta convertirse en algo tan gigantesco que llegó, en su punto máximo, a rodear por completo al planeta y que se mantuvo activa hasta entrado 2012. Evidentemente la mayor parte de los observatorios terrestres centraron su atención en lo que estaba ocurriendo, mientras que la NASA seguramente celebró más que nunca tener a la Cassini en tal privilegiada posición.

Las fotografías fueron espectaculares, pero el aspecto "visible" de la tormenta sería (y sigue siendo, como veremos) solo una parte de la historia...

Y es que los datos reunidos tanto por esta sonda como por los observatorios el Very Large Telescope (Chile) y el Infrared Telescope Facility (Mauna Kea, Hawaii) han permitido reconstruir los procesos que ocurrieron en esos meses turbulentos, que fueron incluso más poderosos de lo que se imaginaba, y que alteró la temperatura, la composición química y la circulación de la atmósfera de Saturno, unos efectos que siguen actuando a pesar de que, al menos aparentemente, la tormenta se disipó hace tiempo. Es el resultado de un enorme vortice atmosférico generado por esta última, visible solo en infrarrojo, que sigue persistiendo, negándose a desaparecer.

Su origen está en la enorme cantidad de energía proyectada hacia el exterior por la tormenta, que generó dos grandes bolsas de aire caliente centenares de Kilómetros por encima de ella, en la Estratosfera...se esperaba que pronto se enfriarían y disiparían, pero en lugar, en Abril de 2011, junto cuando la tempestad estaba alcanzado su máximo, ambas se fusionaron, dando forma a este vórtice atmosférico que aún observamos hoy y que durante un corto periodo de tiempo llegó a superar en tamaño a la famosa Gran Mancha Roja de Júpiter.

"Es la primera vez que vemos algo así en cualquier planeta del Sistema Solar. Es un fenómeno extremadamente inusual, ya que sólo podemos ver el vórtice en las longitudes de onda del infrarrojo, no deja su huella en la cubierta nubosa del planeta", explica Leigh Fletcher, de la Universidad de Oxford.

Y con sorpresas. Por un lado la temperatura registrada en su interior es de hasta 80 Cº superior a la atmósfera circundante, y por otro, lo que es aún más extraño, se han detectado grandes picos de Etileno y Acetileno, gases que hasta ahora no se habían detectado, y que en el caso de Etileno alcanzó cantidades 100 veces superiores a lo que los científicos creían posible para un planeta como Saturno. Parece evidente que el interior de este vórtice, con su temperatura y química inusual aislada del exterior por una pared de intensos vientos, esta revelando nuevas y desconocidas características que esperan una respuesta..

Aunque existen paralelismos entre la Gran Mancha Roja, también presentan notables diferencias: "El vórtice de Júpiter está incrustado en las profundidades de la turbulenta ‘zona climática’ de su atmósfera, mientras que el de Saturno se encuentra en las capas más altas de la atmósfera donde, normalmente, no cabría esperar que se formase algo así. Los mecanismos por los que se formaron y el tiempo que van a persistir son muy diferentes".

Y desconocidos. Cogió por sorpresa a los observadores al desencadenarse durante la Primavera del hemisferio Norte de Saturno, mucho antes de lo habitual, y no estamos seguros de su tiempo de vida, si la energía que la mueve desperecerá rápidamente o ocurrirán réplicas en un futuro cercano. Al ritmo al que se está enfriando se calcula que podría disiparse a finales de 2013...aunque solo las futuras observaciones darán una respuesta más concreta de cuando los últimos ecos de la tormenta se apaguen definitivamente.

La evolución de la gran tormenta, observada por la Cassini.

El gran pico de temperatura visto por el espectrómetro infrarrojo de la Cassini. La franja superior visualiza el Metano y la inferior el Etileno.

El Very Large Telescope (parte superior) y el Infrared Telescope Facility, responsables, junto con la Cassini, del seguimiento de este extraño vórtice atmosférico en Saturno.

Las secuelas de una súper tormenta siguen brillando en Saturno

Giant “Invisible” Vortex Still Remains on Saturn Following Huge Storm

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