lunes, enero 23, 2012

El calor del final

El telescopio espacial Planck llega al final de su vida útil.

El 14 de Mayo de 2009 fue un gran día para la Agencia Espacial Europea...ese día, a bordo de un Ariane 5 ECA, despegaban hacia el punto de lagrange 2 (situado a 1.5 millones de Kilómetros de La Tierra en dirección opuesta al Sol) dos de las mayores apuestas en el campo de los observatorios espaciales de las últimos décadas, y sin duda las mayores en la historia de la carrera espacial del viejo continente: Los telescopios Herschel y Planck.

El primero de ellos, datado del mayor espejo llevado jamas al espacio (3,5 metros) tenía como misión estudiar la bóveda celeste infrarrojo lejano y longitudes de onda submilimétricas, y entre sus múltiples objetivos estaban estudiar la formación de galaxias en el universo primitivo y su evolución, la formación de estrellas y su interacción con el medio interestelar, desvelar la composición química de la atmósfera y la superficie de cometas, planetas y satélites, así como la química molecular del universo.

El segundo perseguía un objetivo mucha más definido pero tan o más trascendental: Escanear la totalidad de la Bóveda celeste y registrar el fondo cósmico de microondas con una resolución sin precedentes, la tenue radiación que muchos consideran el eco lejano del Big Bang...datos que permitirán comprobar las teorías actuales sobre el Universo primitivo y los orígenes de las estructuras cósmicas que hoy día observamos.

Ahora, y tal como estaba previsto, el camino de una de ellos, Planck está llegando a su final...el pasado 14 de Enero se agotó el líquido refrigerante de instrumento HFI (High Frequency Instrument), que permitía mantenerlo a temperaturas de apenas -272ºC, algo imprescindible si se tiene en cuenta el tenue calor que debía detectar ( 2,725 K, o lo que es lo mismo, -270,4 Cº). Por ello su temperatura empezó a lento pero inevitable aumento, quedando fuera de servicio. Un largo camino de casi tres años de trabajo que deja trás de si un auténtico tesoro, tal como explica Jan Tauber, investigador principal en Planck: "Ha sido una misión maravillosa y la nave y los instrumentos han trabajado excepcionalmente bien, procurando unos datos científicos que son tesoros para la investigación".

Planck cumplió todos sus objetivos e incluso los superó, entregando a los científicos 5 escaneos completos de la bóveda celeste, cuando lo previsto eran un total de 2...por ello la misión llega al final con un exíto completo y rotundo.Los resultados no los conoceremos de forma completa hasta 2013, dada la ingente cantidad de información recogida.

El camino de Planck, pero, aún no terminó del todo...el segundo de sus instrumentos, LFI (Low Frequency Instrument), puede seguir trabajando a temperaturas ligeramente superiores de las que podía hacerlo el HFI, lo que implica que aún podrá seguir reuniendo datos gran parte de este 2012, un perfecto epílogo para una misión que, a la espera de los resultados, nos puede haber llevado más cerca de que nunca de comprender los procesos que dieron forma a nuestro Universo.

Planck tenía como objetivo estudiar el llamado Fondo de Microondas, considerado un eco del Big Bang, y buscar anomalias, pequeñas variaciones en la temperatura que pudieran ser las "semillas" que dieron forma a las actuales estructuras cósmicas...en la imagen, en azul y en primer término, nuestro propia galaxia. Por detrás, en rojo, el fondo de microondas propiamente dicho.

Tanto Planck como Herschel se situaron en el punto de Lagrange 2, posiblmente el mejor lugar que existe para situar un observatorio del espacio profundo.


14 de Mayo de 2009, lanzamiento de Planck y Herschel desde el centro espacial europeo situado en la Guayana francesa.

Exito de Planck

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