Aunque parece facil, mantener una sonda activa y trabajando al máximo de su potencial puede resultar ciertamente agotador para todos aquellos implicados que, desde La Tierra, y casi en el anonimato fuera de los círculos estrictamente científicos, deben estar siempre alerta para hacer frente a los numeroso imprevistos que suelen acompañar algo tan complejo y sujeto a tantas variables potencialmente desastrosas como es una misión de exploración planetaria. Y un ejemplo reciente de ello lo hemos tenido con Mars Express.
En órbita alrededor de Marte desde finales de 2003, esta sonda se diferencia de sus compañera norteamericanas (actualmente Mars Odyssey y Mars Recconaissance Orbiter) por el radar MARSIS (Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding), un complejo sistema de radar que fue despegado, no sin problemas, en 2005 (dándole al vehículo el aspecto que vemos en la ilustración superior) y que le permite estudiar en subsuelo marciano con notable precisión.
Y es precisamente MARSIS el que completó recientemente el mayor y más amplio exámen de las regiones polares del Hemisferio Norte, adentrándose unos Kilómetros en su interior para desvelar la disposición de las diferentes capas de hielo y polvo, algo realmente interesante si se tiene en cuenta que podemos considerar los casquetes polares poco menos que un registro histótico de los cambios climáticos ocurridos en el planeta rojo los últimos cientos de miles de años.
Pero para ello han tenido que superarse diversos problemas, tanto de origen interno como externo, que supusieron todo un obstáculo para completar esta importante fase la misión y todo un reto para los técnicos que forman parte de ella..
El más importante de ellos fueron los problemas en la memoria de la nave, más que concreto la llamada SSMM (Solid-State Mass Memory), y que se utiliza para almacenar los datos obtenidos por los instrumentos científicos, así como aquellos que indican el estado de los subsistemas de la nave, antes de su transmisión a La Tierra, y también guardar los comandos recibidos desde las estaciones de transmisión terrestres mientras se espera su ejecución. Unos problemas que llevaron a la nave a entrar en Modo Seguro, una forma de protección que se activa automaticamente si se detecta alguna anomalía o fallo que pudiera representar un riesgo para los sistemas de la nave o sus instrumentos.
A causa de ello las observaciones científicas se supendieron en diversas ocasiones entre Agosto y Octubre, hasta que a principios de Noviembre, finalmente los técnicos de la misión lograron hacer regresar a la nave a la normalidad y reiniciar su trabajo. Esto, evidentemente, afecto la campaña de MARSIS, iniciada en Junio, y que no pudo concluir hasta finales de Noviembre. Dado que el mejor momento para ello era entre Junio de Septiembre, cuando mayor era la oscuridad reinante en el polo y mejor era, por ello, el rendimiento de MARSIS, los datos conseguidos fueron de menor calidad, aunque no por ello menos valiosos.
Finalmente las horas de observación quedaron repartidas, a partes iguales, entre horas diurnas y nocturnas, unas 25 en cada caso...pueden parecer pocas, pero a la alta velocidad a la que se movía la Mars Express y la baja altitud (menos de 1000 Kilómetros), en cada órbita solo se disponían entre 3 y 7 minutos para tomar datos. Por ello se necesitaron unas 600 para completar la campaña.
El otro obstáculo fue externo, y más concretamente el Sol, ahora viviendo una etapa de actividad creciente...el viento solar y la radiación ultavioleta, al interactuar con la atmósfera marciana, crean una Ionosfera en la cara diurna, un flujo de electrones libres que interfiere en el buen funcionamiento de MARSIS, una situación que se magnifica en épocas de alta actividad en nuestra estrella, que es precisamente la que está viviendo actualmente, se extienden también en la nocturna.
Aunque la Mars Express tiene una órbita elíptica polar, por lo que pasa por encima de los casquetes polares durante cada órbita, la altitud con la que lo hace varía con el tiempo. En el reciente periodo entre Junio y Noviembre, la nave sobrevoló el Polo Norte a altitudes muy bajas, menos de 1.000 kilómetros, lo que es era un requisito imprescindible para que MARSIS puede tomar datos, pués a mayor altura no podría captar el eco resultante. Por ello era ahora, ni antes ni después, que debían realizarse este tipo de mediciones, y por ello, pese a los problemas, los técnicos se esforzaron para alcanzar este objetivo pese a los problemas.
Como podemos ver no es facil la tarea de dirigir una sonda espacial, e incluso cuando lleva años en activo y su trabajo parece casi rutinario es necesario el constante trabajo de numerosas personas para que toda siga en orden...y es que los imprevistos, tanto propios como externos, pueden surgir en cualquier momento.
La órbita de la Mars Express...como podemos ver siempre sobrevuela los Polos del planeta, pero la altura a la que lo hace varía en gran medida con el tiempo. Por ello las mediciones de MARSIS, que solo pueden ser efectivas cuando la distancia esta en su mínimo, por lo que no puede estudiarse una zona concreta del planeta en cualquier momento, sinó solo cuando se dan las condiciones necesarias.
MARSIS completes measurement campaign over Martian North Pole
Me maravilla que personas anónimas se esfuersen todos los días por lograr entender que somos. Gracias por abrir la posibilidad de vislumbrar su trabajo.
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