El fuego de la civilización

La Tierra es un mundo acuático, pero al mismo tiempo el del fuego...su atmósfera rica en Oxígeno permite la existencia de una reacción química de oxidación violenta de una materia combustible, aquella que conocemos como fuego. Por ello nos encontramos ante un fenómeno propio de nuestro planeta (y únicamente durante una pequeña parte de su amplia historia), ya que es el único conocido donde este gas existe en tan grandes proporciones.

A este hecho se le añade un factor aún más exclusivo (por ahora) y es la existencia de vida inteligente capaz de producirlo por propia decisión, sin necesidad de esperar a su aparición por causas naturales...no sería desacertado decir que fuego y Humanidad han ido de la mano desde los orígenes de esta última, hasta el punto de ser uno de los factores decisivos, ahora y en el pasado, en los cambios ambientales que La Tierra lleva experimentado los últimos milenios.

Una visión general y espectacular de esta realidad la tenemos gracias a los diversos satélites de observación terrestre que la NASA tiene desplegados...una amplia tarea de observación que nos permite observar la evolución de la superficie terrestre, como es el caso del video superior, que abarca desde Julio de 2002 hasta Julio de 2011. En el podemos ver los ciclos estacionales, como la vegetación se expande y retrocede, al igual que los hielos polares y las nieves invernales.

Y también el fuego...como una oleada de destrucción, estos recorren amplias zonas del planeta, muchos de ellos de origen agrícola. La mayoría tiene Africa como escenario, practiamente el 70% de todos ellos ocurren en este continente, distinguiendose entre que ocurren en las zonas selváticas, en su practica totalidad por mano del hombre, de los que ocurren en la sabana, donde las tormentas tiene también un amplio papel.

Aunque resulta espectacular y casi igual de espeluznante, en la mayor parte de los casos la recuperación de la vegetación es rápida, en especial en zonas poco arboladas o en aquellas más habituadas a hacer frente a estas situaciones, como las amplias zonas de Eucaliptus de Australia..en contraposición las grandes selvas, que de forma natural no deberían afrontar este tipo de situaciones, pueden necesitar más tiempo. El auténtico problema es la reiteración de un fenómeno que de otra manera, si bién seguiría ocurriendo de forma natural, no estaría en ningún caso tan presente.

Es posible que el ser humano cobrara conciencia de su superioridad sobre el resto de las especies cuando dominó el fuego, al que los demás animales temían, y que la civilización como tal diera sus primeros pasos en ese momento....y es posible que sea cierto. Hoy día, más que nunca, podemos ver como ese poder sigue marcando la diferencia, para bién y para mal.

Global Fire Observations