El ojo humano puede observar, en condiciones óptimas, unos pocos miles de estrellas, es decir una ínfima gota en la inmensidad del océano estelar, cantidad que, con ayuda de la tecnología, esta aumentado de forma exponencial, y que en 2013 puede dar otro salto adelante...pues en Marzo de este año, si no hay problemas de última hora, iniciará su viaje uno de los observadores celestes más potente jamás construidos: El telescopio espacial Gaia.
Sucesor del telescopio espacial Hiparcos, que fue operativo entre 1989 y 1993, Gaia representará un nuevo hito en la carrera espacial europea, y desde su posición final, en el punto de Lagrange L2 (1.5 millones de kilómetros en dirección opuesta al Sol y siguiendo a nuestro planeta en su movimiento orbital), iniciará una nueva campaña de observación del espacio profundo.
¿Que ofrecerá Gaia que lo hace diferente a sus predecesores? Basicamente la posibilidad de estudiar en profundidad 1000 millones de estrellas, algunas de una luminosidad 1 millón de veces por debajo de lo que el ojo humano puede detectar, registrando las características espectrales, posición y desplazamiento tridimensional de cada una de ellas...lo que permitirá, aunque "solo" incluia un 1% del total de estrellas existentes en ella, generar un enorme mapa tridimensional de nuestra Galaxia, lo que permitirá profundizar en la composición, formación y evolución de La Vía Lactea.
Un trabajo colosal que será posible gracias a su extraodinario sistema óptico, basicamente una enorme camará digital (plano focal) compuesta de 106 detectores CCD cuidadosamente ensablados y 1000 millones de píxeles de resolución.
Desarrollados de forma específica para esta misión por la compañía e2v Technologies de Chelmsford, Reino Unido, estos sensores tiene un tamaño de 4.7X6 cm, son más finos que un cabello humano, y conjuntados formán una matriz de 0.5X1 Metros, el poderoso ojo con el que Gaia explorara las profundidades.
Este, dividido en 4 secciones dedicadas especificamente a cartografiar la posición, desplazamiento color e intensidad y espectro de emisión de cada de las estrellas observadas, recibirá la luz captada por los dos telescopios de los que esta provisto Gaia a medida que estos hagan un barrido de la bóveda celeste, una doble observación que ofrecerá una visión tridimensional del espacio profundo.
Y precisamente fue el pasado 1 de Junio cuando la delicada y extremadamente precista operación de ensamblaje de los 106 CCD se pudo dar por completada..trabajando en dobles turnos y bajo estrictas condiciones para evitar cualquier tipo de contaminación, los técnicos de Astrium France, la contratista principal de la misión, han realizado una tarea paciente y de precisión, encajando uno por uno todos los CCD, dejando tan sólo un hueco de 1 mm entre cada uno de ellos.
El resultado de todo ese esfuerzo es que ahora la pieza central y más importante de la misión es ya una realidad, y se ha dado un paso más hacía el final del largo camino que llevará a Gaia hacia las estrellas, las mismas que explorará en un número nunca antes alcanzado.
El delicado trabajo de montaje de los 106 CCD que conforman el corazón optico de Gaia.
Una visita al interior de Gaia.
El destino final de este telescopio espacial, el punto de Lagrange L2, uno de los puntos de equilibrio gravitatorio que existen en el sistema Tierra-Sol y que permite a un vehículo mantener una posición estable con respecto a nuestro planeta, lo que los convierte en lugares perfectos para situar vehículos de observación.
El ojo de Gaia: una cámara de mil millones de píxeles para estudiar la Vía Láctea
Gran éxito de la ingeniería aeroespacial europea. Saludos.
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