Un nuevo principio tras el fin

El Discovery inicia el camino hacia su nueva vida.

Como se lleva haciendo desde hace 30 años, el más veterano de los tranbordadores en activo fue trasladado a uno de los tres hangares que la NASA tiene en el Kennedy Space Center y cuya función es preparar a estos vehículos entre el final de una misión y la siguiente...pero no fue este el caso para el Discovery.

Y es que su llegada al Orbiter Processing Facility 2 estuvo rodeado de un ambiente de despedida, pues está vez no entraba para prepararse para su siguente vuelo (ya que no habrá nuevos viajes al espacio para el) sino para ser sometido a un examen en profundidad y de larga duración con un objetivo bastante diferente: Estudiar y aprender de un vehículo que en total permaneció 365 días en el espacio, lo que lo convierte en el vehículo tripulado con más "experiencia", y que, por ello, puede ofrecer valiosa información que pueda ser utilizada en el futuro.

"Todavía podemos aprender mucho de estos vehículos. Existen algunos sistemas hidráulicos y otros componentes que realmente no hemos tenido la oportunidad de echar un vistazo porque estan demasiado en el interior. Por lo que vamos a pedir que los equipos nos den un par de dichos componentes, para hacer una investigación detallada que nos ofrezca información para la próxima generación" explica Bill Gerstenmaier, administrador asociado de la NASA.

Pero hay un segundo motivo, mucho más relacionado con su retiro, y este es el dejarlo listo para ser llevado al museo Smithsonian, el mayor del mundo, donde será expuesto al público...y es que no es tan sencillo como "empaquetarlo" tal como está y llevarlo a su nuevo hogar, pues antes debe ser limpado de todo aquello que pueda resultar preligroso para sus futuros visitantes, como los restos de combustible que permanecen en los sistemas de impulsión y los cartuchos "pirotécnicos" en el incluidos.

Un "servicio de limpieza" que necesitará muchas semanas en ser completado, y que junto con la profunda inspeción de sus componentes antes mencionado, implicará meses de trabajo antes de que pueda iniciar su último viaje hacia el que será su lugar de descanso, donde permanecerá como símbolo de una época rodeado de infinidad de curiosos deseosos de ver más de cerca al que en tantas ocasiones vieron elevarse hacia el firmamento, perpetuando en las actuales y futuras generaciones el recuerdo de sus hazañas y contagiando, por poco que sea, la fascinación por el espacio. Sin lugar a dudas el Discovery no podía tener mejor final.

El pasado, presente y futuro de la aeronaútica está presente en el Smithsonian. Aquí tendrá el Discovery su nuevo y definitivo hogar.

Space Shuttle Discovery to Undergo 'Autopsy' Before Shipping to Smithsonian