jueves, enero 27, 2011

Navegando a toda vela

IKAROS completa su misión primaria.

La Agencia Espacial Japonesa sufrió una fuerte decepción con el sonado fracaso de la sonda Akatsuki en su intento de entrar en órbita alrededor de Venus, tanto porque representaba un nuevo y fallido intento nipón por alcanzar otro planeta como por la inversión realizada, pues se trataba de una ambiciosa misión de exploración donde se habían invertido muchos recursos económicos...sin embargo no todo fueron malas noticias las que llegaron desde ese cercano mundo, el más cercano al nuestro y practicamente idéntico en cuanto a diámetro.

Y es que el pasado 8 de Diciembre de 2010 otro ingenio Japonés paso por las cercanías de Venus, cumpliendo así el programa previsto..era la vela solar IKAROS, que partió de La Tierra en el mismo cohete-lanzador que Akatuski, y que a diferencia de su compañero de viaje, al que acompañó a distancia, si cumplió todos los objetivos, que tiene su máximo exponente en la imágen superior, que muestran un iluminado Venus brillando en la distancia, tomada en el momento de máxima aproximación, a unos 80.000 Kilómetros.

La distancia que separa ya IKAROS de La Tierra y el hecho de que no disponga de un transmisor demasiado potente (pues el objetivo principal de la cámara es comprobar el despliegue del propio vehículo y no tomar imágenes externas) hace que no se pueda disponer de una fotografía de mayor resolución, pero es suficiente para apreciar el que puede considerarse el momento culminante de este vuelo experimental, destinado a poner a prueba la tecnología de las velas solares como forma de impulsión para futuras misiones exploradoras.

Y es que sin otro impulso que el generado por la presión de la luz solar sobre su finísima superficie saltó de un planeta a otro, demostrando así la validez de esta tecnología y ofreciendo suficientes datos y experiencia practica para afrontar la que debe ser la construcción de la sucesora de IKAROS, que tendrá el ambicioso objetivo de alcanzar y estudiar Júpiter y sus lunas.


Lanzada junto con Akatsuki, IKAROS se desplazó impulsada por la presión de la luz solar, que la empujó como el viento empuja los barcos de vela. Su éxito es una demostración practica de que esta tecnología realmente podría ser una opción a tener en cuenta a la hora de diseñar nuevas misiones de exploración planetaria.

Tras medio año de viaje IKAROS paso a unos 80.000 Kilómetros de Venus, completando asi su misión.

Un cuerpo central, y una extensa y finísima membrana...asi es una vela solar, que utiliza la luz del Sol para coger impulso.

Poco después de su despliegue, dos pequeñas cámaras fueron lanzadas desde la vela solar, que permitieron fotografiarla en todo su esplendor desde poco distancia desde una prespectiva única.

IKAROS, navegado a traves del mar espacial.

IKAROS: self-portrait with Venus; primary mission complete

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