Fantasías de Inviernos

Una gélida y nevada noche en el norte de Irlanda y la hermosa Constelación de Orión presidiendo la bóveda celeste conforma la más perfecta "postal navideña" que podamos imaginar, pues en ella se dan la mano aquello que la mayoría de los que vivimos en el Hemisferio Norte identificamos con estas fechas...aunque para la mayoría la nieve, empezando por el que aquí les escribe, sea es algo que se ve de forma excepcional.

Tomada por Brendan Alexander desde Donegal, esta panorámica, que transmite una sensación de paz y tranquilidad, permite apreciar los elementos que componen Orión, una asociación aparente (pues en realidad cada uno de ellos se encuentran a distancias muy dispares de La Tierra) que dan forma a la más famosa de todas las constelaciones, que nos acompaña desde los albores de la historia y cuya eterna relación con el Invierno es que su aparición en el firmamento anunciaba su llegada.

Podemos ver las tres estrellas que conforman el llamando "cinturón de Orion", de derecha a izquierda δ Orionis (a 915 años-luz de la Tierra), Alnilam (1340 años-luz) y Alnitak (800 años-luz), y justo debajo, como una mancha, la Nebulosa de Orión (a unos 1300 años-luz), una auténtica "guardería estelar" donde nuevas generaciones de estrellas están naciendo. La acompaña, en la parte superior, la Nebulosa De Mairan, en realidad una parte de la primera ahora casi separara de ella.

En el extremo superior izquierdo aparece Betelgeuse, una supergigante roja 40 millones de veces mayor que el Sol situada a unos 600 años-luz, una estrella que esta pasando por sus últimas y dramáticas etapas antes de que explote en forma de Supernova, algo que podría ocurrir en cualquier momento durante los próximos miles o cientos de miles de años, un instante a escala cósmica. A su lado, formando el otro "brazo" de Orión, encontramos a Bellatrix, una gigante azul situada a 240 años-luz.

En la parte inferior y formando el "pie derecho" tenemos a Rigel, actualmente la más brillante de todas ellas, aunque en realidad estamos ante un sistema triple, tres estrellas ligadas gravitatoriamente a unos 860 años-luz de nosotros. Al otro lado esta Saiph, una supergigante azul a 720 años-luz con una temperatura superficial de 26.000 grados K y 65.000 veces mayor que el Sol.

Existen otras, pero las mencionadas son las principales y las que desde la antiguedad crearon en las civilizaciones antiguas la ilusión de una figura que formo parte de sus respectivas mitologías, y que forma parte ya de nuestro legado cultural...no deja de ser una aliniación casual de estrellas con la que nuestra mente, siempre dispuesta a proyectar formas conocidas sobre aquello que desconoce, da forma a una hermosa fantasía de la que, pese a saberlo, somos incapaces de escapar. Al fin y al cabo, quién no ha observado alguna vez con fascinación esta figura colgada del firmamento?

Rigel y el Sol...lo que parece un simple punto brillante en la bóveda celeste, el pie derecho de Orión, en realidad es un monstruo estelar.

La Nebulosa de Orión, un "criadero de estrellas" que para los antiguos griegos era parte de la espada del cazador.

Orión el cazador, colocado entre las estrellas por Zeus despues de su muerte (aunque hay historias diversas en ese sentido)...como herederos de la cultura griega hemos conservador, como en todas las constelaciones conocidas en la antiguedad, el nombre con el que los Helenos la denominaban.

Sideways Orion Over Snowy Ireland